La eterna espera de las aves esteparias

Lo ha denunciado de nuevo la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, que el jueves pasado se reunió con el consejero Antonio Luengo para tratar la situación del Mar Menor y la urgencia de que se ponga en marcha el catálogo de medidas para proteger a las aves del medio agrario, como avutardas, sisones, carracas, alondras, gangas, cernícalos primillas, alcaravanes y aguiluchos cenizos, entre otras.

La sociedad científica y conservacionista, principal referente investigador en los censos de aves en España, aseguró en un comunicado que el titular de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente adquirió «el compromiso firme de que su prioridad será la aprobación del plan de conservación de las aves esteparias». Consultado por este diario, Luengo señala sin embargo que «no se comprometió a ninguna fecha» porque la prioridad es terminar la tramitación de los planes de gestión de la Red Natura 2000.

Acerca de la gran demora del plan de las esteparias, desde la Consejería se alega el mismo motivo: hay «mucha tramitación relativa a asuntos de medio natural» y los planes de gestión de los espacios protegidos, «por su complejidad y el tiempo que necesitan», son más urgentes.

Mientras tanto, se acentúa el declive de unas especies ligadas al medio agrario tradicional, que van perdiendo población, al igual que en el resto de España, conforme desaparecen llanos y estepas cerealistas en favor de cultivos de regadío intensivo, infraestructuras de comunicación y desarrollos urbanos. Junto con una nueva amenaza: el 'boom' de las energías renovables, que demandan grandes espacios sin desniveles para la instalación de plantas fotovoltaicas.

El retroceso del secano agrario también es una constante: la Consejería tramita actualmente una denuncia de sus agentes medioambientales por la transformación irregular de 50 hectáreas en la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) Estepas de Yecla.

El último censo de aves esteparias en la Región de Murcia publicado por la Comunidad Autónoma, correspondiente al año 2019, revela que la especie con una situación más apurada es la alondra ricotí, con solo dos poblaciones, en Cieza y Yecla, y en riesgo de desaparición por su aislamiento territorial. Los sisones también están a la baja.

Por el contrario, el cernícalo primilla ha experimentado un esperanzador crecimiento: de 41 parejas reproductoras en 2005 se ha pasado a 158 en 2019.

Las 64.310 hectáreas de hábitat propicio para estas aves en la Comunidad Autónoma se distribuyen entre las estepas de Yecla (4.244) y Jumilla (9.366), Saladares del Guadalentín (3.002), Llanos de Cagitán (28.000), llanos cerealistas de Caravaca (25.000) y Zarcilla de Ramos (en Lorca, 14.000), área esteparia de El Ardal (en Yecla y Jumilla, 6.982) y llanos del Sabinar y Campo de San Juan (en Moratalla, 4.409).

«El plan tiene que activar medidas para la recuperación de especies como la alondra ricotí, el sisón común y la ganga ortega. Todas ellas fueron catalogadas como Vulnerables por el Gobierno de la Región de Murcia en 1995. Su situación a escala nacional, según el 'Libro Rojo de las Aves', es de En Peligro, lo que sugiere la necesidad de actualizar su categoría de amenaza a nivel autonómico», pide SEO/BirdLife.