Luto y cruces negras por el Mar Menor

No hay consuelo ni alivio de luto por la mortandad masiva de las especies del Mar Menor hace justo un año. Sobre todo porque poco o nada ha cambiado desde que, el 12 de octubre de 2019, la bahía de Villananitos fue escenario de uno de los mayores desastres ecológicos. El grotesco episodio de toneladas de peces boqueando en una agonía fatal en la orilla, a causa de la falta de oxígeno en las aguas, pudo con la entereza de vecinos y pescadores. Varios de los que crecieron en la laguna aprendiendo a calar las redes con sus padres y abuelos rompieron a llorar al contemplar la escena y sentir el hedor a muerte, que era en realidad el olor del futuro si no se ponía remedio.

Ayer las lágrimas volvieron a brotar en algún viejo pescador al recordar la muerte masiva de lo que sustenta su medio de vida. «¿Qué han hecho en un año? Nada. Ni siquiera cumplen la ley que limita la agricultura en la costa», explicaba Julia Albaladejo, portavoz de 'Banderas Negras. Un Mar Menor Vivo', que convocó a más de 30 organizaciones ecologistas y vecinales para el 'funeral' del primer aniversario de la anoxia en la albufera. Un caballito de mar gigante de la asociación 'Hippocampus' presidió la playa pinatarense, donde los bañistas del soleado puente del Pilar observaron con curiosidad -y algunos aplausos- las representaciones que sirvieron de protesta.

'No hay trato con los nitratos' y 'por una agricultura sostenible' pedían las enormes pancartas desplegadas. Poco o nada ha cambiado. Coincidió ayer el biólogo Javier Gilabert, quien aseguró que «la crisis de anoxia podría volver a suceder en cualquier momento». Greenpeace, Ecologistas en Acción, Los Alcázares EcoCultural, Pacto por el Mar Menor, SOS Mar Menor o Madres por el Clima son algunos de los grupos que estuvieron representados en la arena. «Nosotros venimos por las inundaciones, pero todo está relacionado», aseguró Mercedes Aparicio, de la urbanización Bahía Bella. «Nuestra playa es zona protegida y reserva natural del fartet, pero la han convertido en una alcantarilla», lamentaba. Para el portavoz de Unidas Podemos en San Javier, Matías Cantabella, que ha emprendido una recogida de firmas en 'Change.org' para que declaren Parque Natural el Mar Menor, «un año después estamos retrocediendo porque en realidad cuesta movilizar a la gente, mientras que en algunas parcelas están hormigonando y rellenando para elevar los cultivos y desviar los cauces del agua».

Una joven vestida de sirena representó la triste danza del Mar Menor con una versión de fondo del clásico serratiano 'Mediterráneo. «Nuestros objetivos son lograr la personalidad jurídica para el Mar Menor y que se reconozca el ecocidio como un crimen atroz igual que el genocidio», señaló Julia Albaladejo. Nadie comprendía ayer que el trámite para reconocer al Mar Menor como sujeto de derechos se haya admitido a trámite en el Congreso y, sin embargo, la Asamblea regional lo haya varado en punto muerto, sin elevar su tramitación a la Cámara baja para acortar los plazos. «Precisamente se frena en la propia Región», señaló la ingeniera agrónoma Celia Martínez Mora, de Pacto por el Mar Menor.