Interior para la obra del cuartel de la Guardia Civil de Cartagena hasta derribar el edificio que dejó en pie

Ello ha obligado a este departamento estatal a incluir en el proyecto el coste de su derrumbe y el de la construcción de un nuevo bloque de pisos. Esto, a su vez, ha provocado la paralización de los trabajos de construcción de las nuevas instalaciones hasta tener el modificado del proyecto. Se trata del edificio que está ubicado entre las calles Ángel Bruna y Alfonso X El Sabio, cuyos vecinos también fueron desalojados en agosto, como el resto de la comunidad.

Las máquinas están paralizadas en la parcela de la casa cuartel de la Guardia Civil desde que hace casi dos meses acabó el derribo del pabellón que acogía la jefatura de la Quinta Compañía. Allí permanecen las montañas de escombros de esas dependencias, que también acogían las unidades de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial, Equipos Roca, Delitos Tecnológicos y de Violencia de Género y los servicios administrativos. Estos residuos tendrán que ser trasladados hasta una empresa gestora autorizada, como hizo con el resto la empresa encargada de los trabajos, constructora Eneas SA.

Los edificios de la casa cuartel, que databan de 1965, estaban afectados por graves daños estructurales como consecuencia de las características del suelo que los alberga, la calidad de los materiales de construcción y también la falta de mantenimiento. Esas peculiaridades del terreno, antiguamente pantanoso, es lo que también ha terminado afectando al edificio que quedó en pie, de ahí las filtraciones y humedades encontradas.

Este contratiempo preocupa a las familias de los guardias civiles que vivían allí, ya que provocará un retraso en la entrega de los pisos. La mayoría de ellos viven con familiares en la ciudad y en los alrededores y otros de alquiler. LA VERDAD preguntó al Ministerio del Interior y a la Guardia Civil por este proyecto en varias ocasiones en las últimas semanas. No hubo respuesta.

Este verano, el Ministerio del Interior declaró de emergencia el procedimiento de derribo y reconstrucción de las edificaciones. El Consejo de Ministros del pasado día 10 de octubre tomó nota de ello, así como del gasto de 31.956.070,04 euros para las obras necesarias. Eneas SA es la encargada, además del derribo y del traslado de los escombros, de la construcción del complejo siguiendo un proyecto ya redactado y que en estos momentos está en revisión, para recoger el derribo del edificio que queda en pie y su sustitución por otro.

Una vez que acaben los trabajos de derrumbe, inmediatamente comenzará el movimiento de tierra para la obra del acuartelamiento. Las nuevas instalaciones, que serán construidas en la misma parcela de las actuales, tendrán dos espacios diferenciados: uno administrativo, que albergará la totalidad de las dependencias oficiales desplazadas, y otro de viviendas, que incluirá 102 viviendas, además de una residencia de estudiantes. También tendrá un aparcamiento. El tiempo de ejecución de la obra rondará los treinta meses, indicaron fuentes ministeriales.

Los planes pasan por que cuando terminen las obras, las viviendas sean adjudicadas a las familias de guardias civiles destinados en Cartagena que fueron desalojadas el pasado verano, así como a las que hayan sido trasladadas a la ciudad durante el tiempo que duren los trabajos de construcción.

El retraso que supondrá la paralización por un tiempo aún indeterminado de las obras del nuevo acuartelamiento de la Guardia Civil de Cartagena, es para las familias afectadas por el desalojo de las antiguas instalaciones un contratiempo que se podría haber tenido en cuenta, si se llega a hacer antes la inspección del edificio que aún queda en pie. Esto habría sacado a la luz desde el principio los problemas de humedades y filtraciones y se habría incluido en el proyecto inicial. Exigen celeridad con este proceso y conocer los detalles de los trabajos.

«Nos prometieron que en tres años volveríamos a nuestras casas, pero ahora, con este contratiempo no sabemos qué pasará», explicó una de las exresidentes, Isabel Rosique. Teme que este retraso afecte al contrato con Mudanzas Barbero, empresa que custodia muebles y pertenencias de 65 familias. «Hay mucha gente que vivía allí y que no sabe qué está pasando al ver las obras paralizadas», añadió Rosique.

Cuando esté construido la nueva casa cuartel acabará parte del calvario de las 86 familias que vivían en las dependencias de la Benemérita y que desde finales del mes se julio fueron desalojando poco a poco. Fueron avisadas de que tenían que abandonar sus casas por el deterioro de la estructura y la necesidad de derribar las instalaciones, por seguridad.

El Ayuntamiento de Cartagena, a través del Servicio Municipal de Vivienda, ofreció a los afectados 28 casas. Además, hizo de intermediario entre agencias inmobiliarias, propietarios y los mandos de la Guardia Civil. Incluso, la Delegación del Gobierno realizó gestiones con la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, para facilitar viviendas en buenas condiciones y alquileres bajos.