Las saetas de Curro Piñana rompen el silencio de la noche de Jueves Santo en Molina de Segura
La Cofradía del Cristo de las Penas, heredera de la histórica Hermandad de Labradores, congrega hoy a 500 nazarenos
La Procesión del Silencio de Molina de Segura, organizada por la Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas, se celebra este Jueves Santo, a partir de las 21 horas. Desde la sede cofrade en la calle Enrique Bernal sale, desde 2003, la
Caída de Jesús Nazareno, realizada por Luis Salmerón, mientras que desde la cercana ermita de San Roque lo hace La Dolorosa, del escultor molinense Bernabé Gil Riquelme, y el Santísimo Cristo de las Penas, de 1945, titular de la cofradía, y obra también de artista.
En medio de un estricto orden y un conmovedor silencio, salpicado por el canto de saetas en algunos puntos del recorrido, arranca el cortejo procesional. Sus nazarenos van vestidos con túnicas de color morado y negro. En concreto, este año las saetas volverán a correr a cargo de Curro Piñana, que romperán el silencio sepulcral del desfile, según destacó la presidenta de la cofradía madre de Molina de Segura, Ascensión López. El recorrido será el mismo de años anteriores.
Este año una de las novedades principales es que La Dolorosa estrenará corona y puñal de plata y oro. Además, se ha cambiado la túnica de El Nazareno. También indica López que la banda de la cofradía ha crecido y ya son 45 los músicos que integran la agrupación. La presidenta recuerda que, por tercer año, detrás del Cristo irá una banda de cornetas y tambores. Asimismo, se han incorporado nuevos nazarenos, por lo que ya son unos 650 los que la conforman, y está previsto que procesionen cerca de 500. Tiene su sede en la ermita de San Roque y fue la primera en procesionar en la Semana Santa molinense tras la restauración en 1986, motivo por el cual se conoce como la cofradía madre. Fue fundada en el año 1945 por la histórica Hermandad de Labradores.
Por aquel entonces recorría las calles un único trono, el del Cristo de las Penas, que salía de la iglesia de la Asunción. Ascensión López pone el acento en que el titular de la cofradía, el Cristo de las Penas, «es lo último que se ve porque fue lo primero y lo último que se vio en Molina después de la refundación».