Ligamento cruzado: nuevas técnicas para una lesión que afecta a jóvenes y adultos
La reparación del ligamento cruzado anterior es un procedimiento con un siglo de antigüedad y excelentes resultados
Martes, 18 de octubre 2022, 00:47
El doctor Diego Giménez es jefe de traumatología del Hospital Quirónsalud Murcia, y en esta entrevista nos acerca un poco más a su día a día. Aquí nos habla de una de las lesiones deportivas más habituales que afectan a la estabilización de la articulación de la rodilla: la del ligamento cruzado.
¿Qué es el ligamento cruzado?
Al hablar del ligamento cruzado, es importante conocer que los ligamentos son los encargados de las distintas conexiones entre los huesos. En este caso, nos encontramos con 3 huesos que se unen para formar la articulación de la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula.
Podemos identificar cuatro ligamentos principales en la rodilla que actúan como cuerdas fuertes para unir los huesos y mantener estable la rodilla. ¿Cuáles son?
- Ligamentos colaterales. Son dos ligamentos que se encuentran a los lados de esta articulación. El ligamento colateral medial está en el interior, y el ligamento colateral lateral está en el exterior. Su función es controlar el movimiento lateral de la rodilla y protegerla contra movimientos inusuales.
- Ligamentos cruzados. De nuevo, son dos ligamentos, pero en esta ocasión se encuentran dentro de la articulación. Se cruzan para formar una «X» con el ligamento cruzado anterior al frente y el ligamento cruzado posterior atrás. La función de los ligamentos cruzados es controlar el movimiento hacia delante y hacia atrás de la rodilla. Por su parte, el ligamento cruzado anterior corre diagonalmente en el medio de la rodilla. Su misión es evitar que la tibia se deslice por delante del fémur y proporcionar estabilidad rotacional.
¿Por qué se produce la lesión de ligamento cruzado?
El doctor Giménez nos explica que el ligamento cruzado anterior (LCA) se puede lesionar de varias formas. No obstante, la mayoría de las lesiones de este ligamento se producen durante la práctica deportiva, ya sea profesional o recreativa. Se da, especialmente, en los siguientes casos:
- Al realizar cambios de dirección de forma rápida.
- Al detenerse de repente.
- Al reducir la velocidad al correr.
- Al aterrizar de un salto incorrectamente.
- Al tener un contacto directo o colisión, como una entrada de fútbol.
¿Qué factores pueden provocar esta lesión?
Uno de los factores más impactantes en la lesión del LCA es la discriminación por género. Varios estudios han demostrado que las atletas femeninas tienen una mayor incidencia que los masculinos en ciertos deportes.
Esto es posible que sea consecuencia de las diferencias en el acondicionamiento físico, la fuerza muscular y el control neuromuscular. Por otro lado, otras causas pueden ser las diferencias en la alineación de la pelvis y las extremidades inferiores, el aumento de elasticidad en los ligamentos y los efectos del estrógeno en las propiedades de los ligamentos.
¿Qué síntomas se manifiestan si tenemos una lesión en el ligamento cruzado?
Cuando se produce una lesión del ligamento cruzado anterior, quien la padece puede sentir que la rodilla se le dobla al tiempo que escucha una especie de «estallido». No obstante, otros de los síntomas frecuentes son:
- Dolor con hinchazón. Dentro de las 24 horas siguientes a la rotura, la rodilla se hinchará. Si esto se ignora, la hinchazón y el dolor pueden desaparecer por sí solos. Sin embargo, al intentar volver a practicar deportes, la rodilla probablemente estará inestable y se correrá el riesgo de causar más daño al cartílago de amortiguación (menisco).
- Pérdida del rango completo de movimiento.
- Sensibilidad a lo largo de la línea de la articulación.
- Molestias al caminar.
Cirugía: una solución para las lesiones del ligamento cruzado
La mayoría de los desgarros del LCA no se pueden suturar (coser) para volver a unirlos. De este modo, el doctor Giménez nos explica que, para reparar quirúrgicamente el LCA y restaurar la estabilidad de la rodilla, se debe reconstruir el ligamento. Así, el médico reemplazará el ligamento desgarrado por un injerto de tejido, el cual actuará como un andamiaje para que crezca un nuevo ligamento.
¿De qué fuentes se pueden obtener los injertos? Son varias, pero lo habitual es utilizar el tendón rotuliano, el cual se extiende entre la rótula y la espinilla. Por otro lado, también se pueden utilizar los tendones de la corva, en la parte posterior del muslo. Asimismo, en algunas ocasiones se utiliza un tendón del cuádriceps, que se extiende desde la rótula hasta el muslo. En otros casos, también se puede utilizar un injerto de cadáver (aloinjerto).
Todas estas opciones para injertar presentan sus ventajas y desventajas. Escoger la mejor pasa por analizar con el cirujano las características de cada una hasta determinar cuál es la adecuada para cada paciente.
¿Cómo se realiza la cirugía de ligamento cruzado?
El doctor Diego Giménez tiene una amplia trayectoria en este tipo de intervenciones en el servicio de traumatología del Hospital Quirónsalud Murcia. Por eso, nos indica que en las cirugías para reconstruir un ligamento cruzado anterior utilizan siempre las técnicas más novedosas. En este caso, lo adecuado es utilizar un artroscopio tras realizar unas incisiones pequeñas.
El motivo por el que se apuesta por esta técnica es porque es menos invasiva. Además, también supone otros beneficios como acortar los tiempos de recuperación, pasar menos tiempo en el hospital y que el dolor sea menor.
¿En qué prácticas y deportes se producen más frecuentemente las lesiones de ligamento cruzado?
La lesión del LCA generalmente ocurre durante el atletismo, donde se producen saltos, giros y cambios rápidos de dirección. Sin embargo, deportes como fútbol, baloncesto, rugby y esquí son otras de las disciplinas deportivas donde hay altas tasas de lesiones de este ligamento.
En contra de la creencia popular, el LCA puede rasgarse sin contacto. En este caso, el ligamento, que está hecho de tejido fibroso denso, falla con un mecanismo de torsión. De forma general, este tipo de lesión sin contacto ocurre con mayor frecuencia en las atletas femeninas.
¿Cómo es la recuperación del ligamento cruzado?
En el Hospital Quirónsalud Murcia utilizan las técnicas más vanguardistas que tienen en su servicio. Por eso, los pacientes no permanecen ingresados en el hospital más de 24 horas.
Además, en el momento del alta, se les indica que pueden mover su rodilla en un rango entre la extensión completa y los 90º de flexión. Asimismo, podrán caminar con apoyo parcial de su pierna intervenida ayudándose de muletas durante un tiempo entre 2 o 3 semanas.
Por otro lado, será necesario realizar curas de la herida hasta la retirada de puntos al cabo de una semana.
¿Es imprescindible la rehabilitación tras la cirugía del ligamento cruzado?
Desde el Hospital Quirónsalud Murcia nos confirman que la rehabilitación es esencial para que una persona pueda recuperar la normalidad en sus actividades diarias y cotidianas. Por ello, tanto si el tratamiento indicado es una cirugía como si no se precisa, un programa de fisioterapia es básico para recuperar la fuerza y el movimiento de la rodilla.
Si una persona se somete a una cirugía, la fisioterapia primero se enfoca en devolver el movimiento a la articulación y los músculos circundantes. A continuación, se realiza un programa de fortalecimiento diseñado para proteger el nuevo ligamento. Como consecuencia, se aumenta de manera gradual la tensión en él.
Por último, la fase final de la rehabilitación está dirigida a un retorno funcional adaptado al deporte del atleta.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de este tipo de lesiones?
La decisión de un atleta de volver a practicar su deporte depende, principalmente, de tres factores: miedo a una nueva lesión, dolor y déficit de fuerza. Aun así, lo habitual es que puedan volver a la práctica deportiva después de un tiempo.
Aunque solo es una estimación y cada caso es diferente, la duración media de la vuelta al deporte tras la cirugía del LCA es:
- 4 a 6 meses para la vuelta a los entrenamientos.
- 6 a 8 meses para el regreso a los deportes competitivos.
¿Cómo podemos prevenir las lesiones de ligamento cruzado?
Muchas lesiones del LCA se pueden evitar si los músculos que rodean las rodillas son fuertes y flexibles. Para poder prevenir este tipo de situaciones es necesario tener un control adecuado de los nervios y los músculos de la rodilla.
Para ello, es interesante realizar una serie de ejercicios que tienen como objetivo aumentar la potencia muscular, el equilibrio y mejorar la fuerza y la estabilidad del núcleo.
Desde la experiencia del doctor Giménez en el Hospital Quirónsalud de Murcia, estos consejos de entrenamiento pueden reducir el riesgo de una lesión del LCA:
- Entrenar y acondicionar durante todo el año.
- Practicar la técnica adecuada de aterrizaje después de los saltos.
- Tras girar, es recomendable agacharse y doblar las rodillas y las caderas. Esto reduce el estrés en el LCA.
- Fortalecer los músculos isquiotibiales y cuádriceps. El músculo isquiotibial está en la parte posterior del muslo y el músculo cuádriceps está en la parte delantera. Ambos trabajan juntos para doblar o estirar la pierna, y fortalecer ambos músculos puede proteger mejor al deportista de las lesiones en la rodilla.
En definitiva, confiar en el servicio de cirugía ortopédica y traumatología de Quirónsalud Murcia te garantiza un servicio de calidad adaptado a tus circunstancias personales. Tanto si necesitas una primera valoración como si precisas recomendaciones de prevención personalizadas o una cirugía, confía en los mejores profesionales de la Región.