Un millón de euros

Las noticias de los días anteriores hablaban de participación récord: 846 novelas presentadas. Nunca se habían presentado tantas, eso decían. Y resultaba comprensible este envío masivo de escritos, un millón de euros estaba en juego.

Tirando de hemeroteca, el Premio Planeta surgió en una época, el año 1952, en la que la literatura era el último de los intereses de la mayoría de españoles. Este premio y el Nadal, que surgió años antes, venían a tratar de potenciar la casi inexistente industria editorial española.

Desde entonces, en España han surgido muchos premios otorgados a novelas inéditas. Este tipo de premios suelen servir para descubrir nuevas voces. Aunque, en el caso del Planeta, los ganadores de las últimas décadas son escritores 'bestsellers' o autores que necesitan un empujoncito mediático para volver a la primera línea.

La curiosidad me podía. Aparté el plato y, móvil en mano, abrí Twitter. El año pasado y los anteriores, el Premio Planeta había hecho correr ríos de tuits. Algunos de apoyo, otros muy críticos. Pero, como dicen los modernos, no hay 'engagement' malo, no hay publicidad mala, que hablen de uno, aunque sea mal.

Sin embargo, este año nadie hablaba del Planeta, no era tendencia, no había interés suficiente como para que este tema se alzara sobre las declaraciones de Pilar Rubio y sus pocas ganas de ir a las tutorías de sus hijos, o sobre la noticia de que a Johnny Depp se le ha puesto cara de señora mayor, perfecta para interpretar a la abuela de Jack Sparrow.

Se había fallado el Premio Planeta y no era tendencia en redes. Un millón de euros invertido, sin contar los canapés, y poco ruido mediático.

Quizás a Planeta, este año, le convenía adoptar un perfil bajo tras años de críticas y escándalos. Y tuvieron la suerte de que el jurado eligiera una novela histórica y romántica, obra de una autora de la casa, con un perfil discreto y cuyo mayor éxito editorial se remonta a una década atrás.

Este año el Planeta no ha tenido casi repercusión ni en medios ni en redes. Quizás en esta edición, Planeta ha decidido invertir un millón de euros en pasar desapercibido.