Fatalidades 2022
LA ZARABANDA ·
Hombre y mujer acaban siempre perjudicándose a ellos mismosLos sabios emiten de cuando en cuando unas pocas palabras con pinta de verdades muy grandes. Por ejemplo: «Que nadie intente descifrar el 'sentido' de ... la Historia, si no percibe esa fatalidad que impulsa al hombre a actuar contra sus propios intereses». Es algo muy cierto. A lo largo de los siglos, el ser humano se empeña en trabajar contra sí mismo, aunque él crea que lo hace a favor. En cuanto a los tiempos que ahora corren, estamos en condiciones de confirmar, con datos muy claros y evidentes, lo expresado más arriba. Corremos por tanto el riesgo de ser infelices a punta de pala.
Estamos soportando una circunstancia gravísima, como es la invasión del mundo por unos virus 'inteligentes, que parece como si quisieran asumir todas las letras del alfabeto griego. Otro pésimo asunto es el cambio climático. Algunos científicos sospechan que pudiera ser todavía más destructivo que esta pandemia que quizás deberíamos llamarla 'Begin The Beguine', como la canción famosa de Cole Porter. Siempre que le infligimos una derrota al virus, este se retuerce sobre sí mismo, cambia de identidad, regresa más luchador y empieza de nuevo. Es verdad que entre los investigadores funciona esa fatalidad que decíamos, pero 'en positivo', si se me permite decirlo así, puesto que actúa a favor de los intereses de la Humanidad. Lo que ocurre es que el final de esa batalla resulta todavía incierto. Otros ataques ya se los ganó la ciencia a virus y bacterias.
En el caso concreto de esta pandemia, qué sabe nadie cuándo ni en qué acabará. Además de los daños que produce el bicho, principalmente en los ancianos, cada uno de nosotros adopta una postura. Las más extremas son el negacionismo y la obsesión, en forma de pánico, de que podemos morir en cualquier momento. Ambas posturas tienen que ver con los mecanismos de nuestro cerebro. Y las dos podrían conducirnos a un daño añadido como sería una perturbación mental.
Tenemos las mismas con el cambio climático. Estos lo obvian o lo niegan incluso. Aquellos procuran ponerle coto. Pero, si tomamos en cuenta el fenómeno de la fatalidad, ¿se debe concluir que, hagamos lo que hagamos, todo será negativo en adelante? ¿Estamos fatalmente incapacitados para un futuro mejor?
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