El reto del feminismo jurídico actual
Cuarenta y cinco nuevas juezas y magistradas se han incorporado a la planta judicial de la Región en los últimos veinte años, las últimas cinco el pasado 28 de febrero, logrando superioridad de mujeres en la carrera judicial. Mayoría son también las registradoras, las fiscales, las letradas de la Administración de Justicia, las procuradoras o las letradas de la Seguridad Social. Pero alcanzar esta visibilidad en el mundo del jurídico, como en otros ámbitos, exige a la mujer un permanente sobreesfuerzo.
Durante el siglo XX no lo tuvo fácil para acceder a cuerpos jurídicos del Estado o participar en el desarrollo del derecho. E n los años veinte, accedía por primera vez a la abogacía. En los treinta, se autorizó que fuera notaria o registradora y accedió a la procura, pero se negó su acceso a la judicatura, a la fiscalía o al secretariado. Se reconocía que no había ninguna función que no pudiera desempeñar, pero se objetaba, además de la maternidad, que su ejercicio -de noche, fuera del despacho o de la residencia- requería condiciones que la España de la época no admitía. Ilustra este posicionamiento el presidente de la República -cuenta Federico Vázquez en la 'La historia no contada: mujeres pioneras'- al afirmar que la judicial es, de todas las carreras para las que capacita el grado de Derecho, «la menos conforme al temperamento femenino (…) poco atraído por las profesiones jurídicas, tal vez demasiado áridas, abstractas y severas para ellas».
No es hasta los 60, cuando la mujer irrumpe en el ámbito jurídico. Habrá que esperar a 1972 para ver la primera jueza española: la murciana María Jóver -será también la primera en ostentar la presidencia de una sección en la Audiencia Provincial de Murcia-. Desde entonces, la lista de juristas pioneras no ha dejado de crecer: primera en el Constitucional (1980), en el Consejo General del Poder Judicial (1985), en el Supremo (2002), etc.
En 2005, el Tribunal Superior de Murcia concedía por primera vez la reducción de jornada para el cuidado de hijos a una juez. En 2008 se crea la Comisión de Igualdad en el Consejo General del Poder Judicial y se prioriza la formación en igualdad y el enjuiciamiento con perspectiva de género. Y en las dos últimas décadas son muy destacados los avances tanto en el acceso a la carrera judicial, con predominio de mujeres, como en la promoción profesional, con notable incremento de mujeres en las audiencias y en las salas de los Tribunales Superiores; mayoría en el caso de la Sala de lo Contencioso regional presidida, además, por una magistrada, Consuelo Uris.
Hoy el Poder Judicial en España es pionero en la aplicación de medidas decorresponsabilidad, fomentando la participación del hombre en el cuidado familiar, desterrando estereotipos. Este es el reto del feminismo jurídico del siglo XXI, sacar del ámbito privado el tiempo y el esfuerzo dedicados a los cuidados y a la familia -esenciales para la economía- y que se tengan en cuenta, a la hora de evaluar las cargas de trabajo, garantizando la igualdad en la promoción profesional y en la ocupación de puestos de decisión y de responsabilidad.