El vídeo de Navidad
Si 2024 se ha destacado por algo ha sido por la radicalización de posiciones entre nuestros dirigentes, que parece ir más allá de la política
Cualquiera ha podido comprobar cómo durante la pasada Navidad hemos sufrido una nueva invasión de vídeos cortos, con mensajes apropiados a esas fechas. Es un ... hábito al que ya estamos acostumbrados los usuarios desde hace años. Estos vídeos se combinan con la simple felicitación constituida por una foto que, con idénticos motivos festivos, propone con una frase un deseo de paz y bienestar que nos inunda cuando el año va tocando a su fin. Es como si, en ese preciso momento, todos quisiéramos lo mejor para nuestros deudos y amigos. No antes ni después. En Navidad.
Este año, entre esas felicitaciones ha destacado, según mi modesta opinión, un vídeo muy en especial. Seguro que saben al que me refiero. El de los abrazos y besos de destacadas figuras de la política española. Por si acaso hubiera a quien no le ha llegado el susodicho vídeo, haré somera descripción del mismo, porque me parece especialmente significativo en el aquí y ahora de nuestro país. Es corto, 26 segundos que, divididos entre las seis parejas protagonistas, tocan a poco más de cuatro segundos cada una de ellas. Todos los personajes van vestidos con gruesos jerséis de lana con atractivos colores, de esos que se ponen para esquiar o para celebrar la Navidad. También los decorados son parecidos: en casi todas las escenas aparece el típico árbol de Navidad y, en la mayoría, una acogedora chimenea con fuego crepitante. Por si faltara algo para matizar más si cabe el ambiente de gozo y bienestar, una melodía navideña, en inglés, recorre las imágenes acentuando la sensación de felicidad.
¿Y quiénes son las seis parejas que protagonizan esta obrita audiovisual? Primero, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Siempre sonrientes, sin mirar a la cámara y sí a ellos mismos, se dan un sentido abrazo. En segundo lugar, Yolanda Díaz e Isabel Díaz Ayuso miran a la cámara, luego una a otra, para fundirse enseguida en otro entrañable abrazo. La tercera pareja que aparece en escena es la formada por Santiago Abascal y Gabriel Rufián; éstos son los únicos del vídeo que no se abrazan: se miran sonrientes como cómplices de alguna feliz ocurrencia. En la cuarta están Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, que ya están abrazados, y miran a la cámara en dichosa connivencia. Como lo hacen Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, los quintos, ambos frente al objetivo, con gestos felices pero menos: al final inician un posible abrazo que curiosamente no se ve. Cierra el vídeo, en sexto lugar, el rey emérito Juan Carlos I y su esposa, la Reina Sofía; éstos miran a la cámara, luego a ellos mismos con algo parecido al amor, para terminar con un beso en la boca, cosa que no habían hecho ninguna de las anteriores parejas.
Aunque he intentado ser fiel al breve documento al que me refiero, hay que verlo. Las palabras no bastan. Es un cúmulo de ingenio, de gracia, de dobles intenciones, de perfección técnica. Nadie lo firma, por supuesto. En el rincón inferior derecha aparece este rótulo 'united unknown' (desconocidos unidos, literalmente). Deberíamos saber quién es el autor de tamaña curiosidad, porque, aunque imagino que la inteligencia artificial estará detrás de todo esto, siempre habrá un inventor que: primero, tenga la idea; segundo, los medios para ponerla en práctica; tercero, los medios para subirla a las plataformas adecuadas.
Pero, ¿cuál es la idea, qué hay detrás de este curioso vídeo? No creo que haya que hacer un máster en ciencias políticas para entrever su sentido de paradoja social. Si 2024 se ha destacado por algo ha sido por la radicalización de posiciones entre nuestros dirigentes, que parece ir más allá de la política, y que nos hace vivir en mundos irreconciliables. Cualquier propuesta de uno es negada por el otro, sin margen al diálogo. No es no. Sí no es sí, etc. El ciudadano se queda a cuadritos cuando ve que temas como los refugiados, la vivienda, el cambio climático y las danas, la pobreza... no avanzan por una cabezonería sin lógica. Por eso, ver este vídeo lleno de abrazos, de miradas, de besos... es como decir: ¡qué diferente sería todo si hubiera un saludo en vez de un insulto, una mirada comprensiva en vez de un desprecio, un beso en vez de una coz...! Claro que también habrá quienes, al ver el vídeo en cuestión, hayan pensado en que vaya tontería, la gente no sabe qué hacer para llamar la atención, qué estupidez... Allá películas.
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