Borrar
Primera plana

En la hora del adiós

Me retiro con la certeza de que LA VERDAD queda en manos muy capaces, las de alguien que, como yo, sabe que un director es una pieza más de un gran equipo de profesionales comprometidos con el buen periodismo

Domingo, 1 de junio 2025, 07:37

Si fuera este domingo uno más en LA VERDAD hoy debería haber analizado y escrito sobre algún asunto de interés público para exponer nuestra perspectiva y, si fuese necesario, para fijar la posición editorial del periódico. Pero este es el último artículo dominical que firmo tras casi 16 años al frente de la dirección del periódico. Y en la hora de la despedida lo que procede es expresar mi más sincera gratitud a cada uno de ustedes por su confianza, afecto y respaldo al periodismo que, con humildad y convicción, practicamos en esta cabecera centenaria. No es fácil cerrar una etapa tan fructífera en lo personal y profesional, pero con mi retiro tras 38 años de trabajo abro paso a un joven pero experimentado profesional, Víctor Rodríguez, que garantizará lo que yo en ningún caso podría por razones de edad –muchos años por delante de buen hacer en la dirección del diario–, y por preparación profesional, pues hemos formado a conciencia a quien me releva para innovar en nuevas narrativas digitales y encarar la irrupción de la inteligencia artificial. Me voy con la certeza de que el periódico queda en manos muy capaces, con ilusión renovada, nuevas ideas e idéntica pasión por esta profesión. Alguien que, como yo, sabe bien que un director es una pieza más de un gran equipo de profesionales comprometidos con el periodismo.

Hacer diariamente un periódico en papel y en soporte digital es un esfuerzo colectivo donde el trabajo de todos es importante. No hay tarea menor, créanme. En este viaje he tenido la fortuna de estar acompañado por un grupo de periodistas brillantes. Nunca un capitán tuvo mejor tripulación. Fue gracias a ellos que superamos todo tipo de desafíos. Como una pandemia que nos confinó, pero que no impidió que llegáramos cada día al quiosco con entrevistas, reportajes y toda la información útil para el lector. Terremotos, danas, apagones, crisis económicas, tensiones políticas... Hubo de todo y con todo se pudo. Nunca, bajo ninguna circunstancia, dejamos de hacer periodismo. Nunca dejamos de creer que contar la verdad, con rigor y con ética, era nuestra sagrada obligación. Ellos siguen a bordo de esta nave con la tarea de seguir remando, como desde 1903 lo hicieron varias generaciones de periodistas y fotoperiodistas murcianos. Algunos con los que compartí muchas horas de trabajo gozan de un merecido descanso, como, entre otros, Antonio Arco, Julián Mollejo, Fernando Perals, Paco Lastra, Enrique Martínez Bueso, María José Montesinos, Pepe Pallarés... Otros iniciaron nuevas aventuras profesionales, como Iker Barinaga y Ricardo Fernández, y a otros tristemente los perdimos para siempre en el camino (Chimo García Cruz, Pedro Soler, García Martínez, Juan Antonio Calvo y Gontzal Díez). Maestros insustituibles que hoy verían con orgullo al renovado grupo de talentosos periodistas que garantizan el relevo generacional en LA VERDAD, que cuenta, además, con una excelsa lista de colaboradores gráficos y grandes firmas en las páginas de opinión, región, cultura, gastronomía, ciencia y deportes. También ellos son parte fundamental del diario.

El periódico no es solo su Redacción. Sin el buen hacer de los compañeros de comercial, gestión, informática, eventos, distribución, secretaría de dirección, seguridad, limpieza... no serían posibles los contenidos editoriales y los espacios comerciales que ofrecemos. Tampoco sin los profesionales de la rotativa y los puntos de venta. Queda aquí, en negro sobre blanco, mi eterna gratitud y reconocimiento a cada uno de ellos.

Dicho todo lo anterior debo volver al principio. Ustedes, los lectores de LA VERDAD, son la razón de ser de un diario que sobrevivió al convulso siglo XX y lleva el primer cuarto del XXI con el mismo propósito fundacional de contribuir al progreso de la sociedad murciana con información veraz y con opiniones libres y plurales. Quienes nos siguen ocasionalmente o cada día, quienes nos critican o nos alaban, quienes nos corrigen y nos exigen, en definitiva quienes nos leen, son el acicate para hacer cada día un periódico mejor que el del día anterior. Un desafío diario de un grupo humano que se siente orgulloso de sus raíces y sus gentes. Que intenta prestigiar y proyectar, dentro y fuera de nuestro territorio, todo el talento individual que atesora esta tierra. Un diario comprometido con la democracia y los valores constitucionales, y con la defensa de los intereses generales de la Región de Murcia. Que defiende las tradiciones y las vanguardias culturales, la agricultura y el medio ambiente. Y que dinamiza la vida pública con foros, eventos culturales y deportivos, y genera negocio para el pequeño comercio.

Lo diré aquí por última vez: en la era de la desinformación, el periodismo es la mejor vía para profundizar en los hechos y explicar fenómenos complejos de forma contextualizada. Los periódicos debemos seguir siendo santuarios para la reflexión y la cristalización de ideas frente al pensamiento líquido, fragmentado y virulento de las redes sociales. Estoy convencido de que hoy somos más necesarios que nunca. Sin periódicos regionales hay más corrupción y peor gestión de lo público. Disminuye la rendición de cuentas, el sentimiento de pertenencia, el compromiso cívico y la participación ciudadana. El periodismo es una forma de estar en el mundo con los ojos bien abiertos. Es un veneno sin antídoto, pero que se calma con lecturas y escribiendo. En ello estaré. Fue un privilegio y un honor trabajar para ustedes. Gracias infinitas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad En la hora del adiós