Fernando Tomás García: «He pasado muchas horas intentando captar un trozo de Calblanque»
«Soy de la generación en la que uno salía a 'consumir naturaleza' y lo consideraban como un personaje raro», se lamenta el biólogo, fotógrafo, dibujante y divulgador científico
G. S. FORTE
MURCIA
Martes, 26 de noviembre 2019
La Madre Naturaleza no se despega ni un segundo de Fernando Tomás. Ni de su cabeza, donde la tiene presente tanto en sus horas de ... trabajo como de ocio; ni de sus ojos, entrenados para captarla en casi cualquier formato de imagen; ni de sus manos, con las que la plasma en sus dibujos, ni, en definitiva, ninguna parte de su cuerpo, que en cuanto tiene oportunidad se marcha a visitarla. Este divulgador de ciencia y arte es uno de esos privilegiados que con frecuencia es incapaz de separar ocio y oficio, porque con los dos disfruta igual. De hecho, son la misma actividad.
-¿Cómo ha llegado a dedicarse a la difusión de proyectos de medio ambiente?
-Siempre he estado en contacto con la naturaleza y el arte. No entiendo la vida de otra manera. Empecé muy joven a trabajar como ilustrador y fotógrafo 'freelance' para revistas como 'Natura', 'Conocer' y 'Periplo' y a realizar ilustraciones para varias guías de identificación animal. Paralelamente estudié la carrera de Biología aquí, en la Universidad de Murcia. En 1989 surgió la oportunidad de realizar la obra 'Aves de la Región de Murcia' para un periódico regional. Así nació la necesidad de crear una plataforma empresarial para realizar este tipo de trabajos que, lógicamente, necesitan de una ayuda multidisciplinar y de más manos. Como resultado creamos la empresa Biovisual. Nacimos en un momento de auge de los museos y de proliferación de exposiciones multimedia, así que en paralelo comenzamos a realizar proyectos en este sentido. Son exposiciones que arrancaron con la temática medioambiental y que con el tiempo se han ampliado a todo tipo de materias, con carácter divulgador.
«Muchas de mis tareas no son solo trabajo, sino lo que más me gusta hacer»
-¿Qué singularidades tiene una empresa dedicada a divulgar el respeto por el entorno?
-Biovisual solo es una excusa para poder vivir haciendo lo que nos gusta: divulgar la naturaleza, la ciencia y el arte a través de diferentes medios: la fotografía, el dibujo, el vídeo, los textos y la museografía. Para mí, muchas de estas tareas no son únicamente trabajo, sino lo que más me gusta hacer.
-¿No es más complicado extraer un beneficio a una actividad como la suya que a negocios más convencionales?
-No, no especialmente. Muchos de los trabajos de divulgación que acercan el medio natural a la sociedad, como las exposiciones interactivas, los centros de interpretación, las guías informativas y formativas, por ejemplo, tienen tanto valor para la población como cualquier otro producto.
-¿Cuánto hay de profesional y cuánto de implicación personal cuando trabaja en temas medioambientales?
-En mi caso es difícil separar los dos ámbitos. Cuando algo te gusta de verdad y encima se convierte en tu forma de vida, puedes considerarlo como un privilegio. De todas formas, hay trabajos que vienen de encargo y que de primeras no son los que hubiésemos elegido. En esos casos intentamos hacerlos propios, adoptándolos y dándoles nuestros rasgos particulares. Y, por otro lado, muchos de nuestros trabajos son de divulgación que no tienen nada que ver con el medio natural.
«El medio ambiente se ha convertido en un producto de primera necesidad»
-En los 30 años que lleva de actividad, ¿nota que ha cambiado la percepción que tenemos de la naturaleza en este tiempo?
-Pues claro, soy de la generación en la que uno salía a 'consumir naturaleza' y lo consideraban como un personaje raro. De igual manera, cuando comentabas en tu círculo social que querías vivir haciendo esto, encontrabas sensaciones contrarias. A nivel profesional, en Murcia había muy pocas empresas que se dedicaran a la gestión medioambiental y ninguna a la divulgación. Hoy en día esto ha cambiado. Hay dos grandes factores que empujan a que el medio ambiente sea una de las grandes preocupaciones sociales. La primera es que nos hemos concienciado de que vivimos en un planeta frágil, en el que nuestras acciones repercuten directamente en él. Seguramente ha ocurrido por la evidente percepción del calentamiento global, la pérdida de calidad atmosférica y de nuestras aguas. El otro factor es que hay un mayor conocimiento medioambiental. Estos dos factores han impulsado a la sociedad a que protejamos mejor lo que mejor conocemos, y han convertido al medio ambiente en un producto de consumo de primera necesidad. En este sentido, las empresas como la nuestra son responsables de ello.
«No entiendo la vida sin estar en contacto con la naturaleza y el arte»
-Usted es biólogo, tiene una empresa dedicada a la difusión científico-cultural y a la gestión medioambiental, y además destaca como dibujante naturalista. ¿Cómo llegó a esta faceta?
-Siempre he sido un ávido observador y acabó resultando común para mí representar en un cuaderno los seres, y sus comportamientos, que contemplaba en mis andanzas camperas. Mis primeros trabajos remunerados fueron como dibujante naturalista y seguramente guiado por el mercado me fui acercando a otras formas de divulgación, como son la fotografía, el vídeo y, por último, las exposiciones interactivas para museos científicos y centros interpretativos.
«Nos hemos concienciado de que vivimos en un planeta frágil»
-Cuando no trabaja, ¿le gusta acercarse a disfrutar de la naturaleza como puro ocio?
-Siempre, no entiendo mi vida de otra manera.
-¿Con qué rincón natural de la Región de Murcia se queda?
-Soy de interior. Nací en Hellín y Murcia me adoptó cuando me trasladé a estudiar Biología. Por lo tanto, para mí el mar y sus paisajes tienen un carácter especial. Su fauna y flora, su paisaje y sus ciclos naturales mantienen un interés exótico que no dejan de asombrarme. En especial Calblanque, que tiene un estado excepcional de conservación que hace a este rincón uno de mis lugares favoritos. A nivel visual, sus tonalidades ocráceas, sus texturas imposibles bañadas por un azul mediterráneo, hacen que haya pasado muchas horas realizando fotografías y acuarelas, intentando apresar un trozo de esa naturaleza singular.
La ilustración como «mero reflejo» de lo que ve en sus salidas
«La ilustración ha vuelto en los últimos años a sus inicios: el mero reflejo en un papel de lo que percibo en mis salidas a la naturaleza», revela Tomás García. Se trata, ejemplifica, de «plasmar a un minúsculo petirrojo rebuscando por la hojarasca o un cangrejo soleándose en la arena. Siempre disfrutándolo», añade.
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