Gallinas y conejos en peligro de extinción
La celebración el mes pasado de la mayor muestra nacional de avicultura, colombicultura y cunicultura de raza en Caravaca pone sobre la mesa la necesidad de proteger a estos animales
GINÉS S. FORTE
Martes, 10 de diciembre 2019
El sello 'en peligro de extinción', con el que la Administración pone en guardia a la sociedad sobre la necesidad de protección de algunas especies, ... no solo se refiere a ejemplares salvajes del porte de linces, quebrantahuesos, y águilas reales. En el listado de animales a las que debemos cuidar para que no desaparezcan también se encuentran distintas razas de gallinas, conejos y palomas de uso doméstico. Con ellas hemos convivido durante generaciones y durante generaciones nos han aportado carne, huevos, plumas y pieles. La industria del aprovechamiento ganadero es ahora muy distinta; por lo que, o se recuperan antiguos consumos y se protege a estos viejos compañeros del desarrollo humano o directamente se extinguen sin más.
La protección de estos ejemplares es de «una importancia fundamental para la alimentación del futuro»
La última opción queda descartada si se atiende al Convenio de Naciones Unidas sobre diversidad biológica suscrito en Río de Janeiro en junio de 1992, en el que se recoge «la relevancia de conservar la diversidad biológica a nivel ecosistémico, de especies y genético, incluyendo las especies ganaderas», explica Arturo González, presidente de la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura (Fesacocur). Más allá de una cuestión de responsabilidad con la biodiversidad, la salvaguarda de estos animales resulta de «una importancia fundamental para la alimentación del futuro», en palabras del criador José Luis Yustos, que es presidente de la Asociación de Amigos de la Gallina Castellana Negra (Ganeca). Con esta premisa como objetivo central se reunieron hace algo más de una década (en 2007) representantes de más de un centenar de países (109 para ser precisos) en la localidad suiza de Interlaken. Allí abordaron «la necesidad de elaborar un marco eficaz para la gestión de estos recursos y hacer frente a la amenaza de la erosión genética», como la denomina Yustos. De aquel encuentro salió la «primera evaluación mundial completa de la diversidad ganadera y de su gestión». Se trata de un documento bautizado como 'La situación de los recursos zoogenéticos mundiales para la alimentación y la agricultura' al que acompañó la redacción de la 'Declaración de Interlaken'. En ella se afirma «el compromiso de los países de poner en práctica el plan de acción mundial y velar a fin de que la biodiversidad ganadera del mundo se utilice para promover la seguridad alimentaria mundial y que siga estando disponible para las generaciones futuras», apunta el experto.
El último real decreto sobre animales reproductores de raza pura destaca que son «un relevante depósito de genes»
No es un tema menor. El Gobierno ha publicado este mismo año, vía Real Decreto (45/2019, de 8 de febrero), las normas zootécnicas aplicables a los animales reproductores de raza pura, en cuyo preámbulo recuerda que la cría de estos ejemplares «constituye un elemento fundamental de la ganadería por sus implicaciones económicas, sociales y medioambientales». En el segundo párrafo del reglamento que constituye este documento jurídico se incide en que «la búsqueda de competitividad o de productividad no debe convertirse en una amenaza para las razas autóctonas que no son altamente productivas», pero que, a cambio, «cuentan con características de resistencia y rusticidad que les confiere gran capacidad de adaptación a entornos ambientales, cambio climático y resistencia a enfermedades y a las demandas del consumidor orientadas a productos de calidad resultantes de sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente y con el bienestar animal». En este contexto, añade el real decreto, se precisa de una «especial atención» a las «razas amenazadas, que constituyen un relevante depósito de genes que pueden contribuir a los objetivos mencionados».
Depósitos de genes
Una muestra única de esos «depósitos de genes» tuvo lugar a finales del mes pasado en Caravaca de la Cruz. Allí se celebró el XIV Campeonato de España de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura de Raza. Es el mayor encuentro nacional para «divulgar y fomentar las razas autóctonas españolas», según señalan sus organizadores como principal objetivo. En este punto hay que tener en cuenta que España, de acuerdo con el citado real decreto, es «uno de los países europeos con mayor diversidad biológica».
El presidente de Ganeca detalla que las «variadas características geográficas, climatológicas e incluso culturales, hacen que España mantenga un alto grado de diversidad genética y que exista un amplio abanico de recursos zoogenéticos fundamentales para el mantenimiento de un adecuado equilibrio socio-económico, cultural y medioambiental». El texto legal advierte en este punto que, «sin embargo, la variedad y continuidad de muchas de las razas ganaderas a nivel mundial se ha visto amenazada en los últimos años por el abandono de su explotación».
«Muchas razas ganaderas autóctonas se han puesto en peligro, e incluso algunas han desaparecido», abunda Yustos, quien lo achaca «fundamentalmente a la introducción de razas foráneas que ofrecen mayores producciones a costa de su explotación en sistemas intensivos o semi intensivos, con los consecuentes impactos en los ecosistemas tradicionales». Un centenar de asociaciones trabajan en la actualidad en España para ayudar «a conocer y divulgar la existencia de un rico patrimonio genético integrado por razas de aves de corral, palomas y conejos», explica. Fesacocur agrupa ese esfuerzo desde su constitución en 2006 como organización sin ánimo de lucro «con la finalidad de impulsar la imagen de la avicultura de razas en España y fomentar la afición de cría de todo tipo de aves y conejos». José Luis Yustos, que es su actual vicepresidente, sospecha que sin la existencia de Fesacocur y sus asociaciones «es probable que algunas de las razas de aves de corral españolas se hubiesen extinguido».
La explotación intensiva ha llevado a muchas razas ganaderas autóctonas a quedar en peligro e incluso a desaparecer
Fecacosur es la organizadora de la muestra nacional de este tipo de animales que tuvo lugar entre los pasados 22 a 24 de noviembre en el Recinto Ferial caravaqueño, que contó «con la colaboración del Ayuntamiento», de acuerdo con su concejal de Agricultura y Ganadería, José Antonio García. Yustos apuntan que este ha sido el certamen «más grande de los celebrados hasta la fecha». En concreto se expusieron 2.700 animales. Entre ellos figuraban gallinas ('Gallus gallus domesticus') de razas como la castellana negra, sureña, combatiente español, euskal oiloa, extremeña, mallorquina y, las aún en vías de reconocimiento oficial, alacantina, moñuda y murciana, entre otras muchas. Entre las palomas ('Columbidae') se encontraban razas españolas como casta grossa, mensajera antigua española, mensajera de color, mensajera valenciana magaña, nas de xot, buchón laudino murciano y vuelo alicantino. Y entre los conejos ('Oryctolagus cuniculus') se mostraron, entre otras muchas, las razas gigante español, enano de color y gigante de Flandes. Además participaron distintas razas de ocas ('Anser anser'), patos ('Anas platyrhynchos domesticus'), pavos ('Meleagris gallopavo'), pintadas ('Numididae') y cobayas ('Cavia porcellus').
Ganadería moderna
El Real Decreto 45/2019, de 8 de febrero incide en que estas razas puras de animales de cría españoles «no solo contribuyen al desarrollo rural, a la fijación de la población en zonas rurales y a la preservación del patrimonio zoogenético nacional y de la biodiversidad, sino que además son esenciales para el desarrollo sostenible del sector ganadero». Con este objetivo, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente creó en 2008 el 'Sistema Nacional de Información de Razas Ganaderas (ARCA)'. En él se aprovecha la tecnología de internet para facilitar la gestión de información zootécnica en el país: «Gracias a esta aplicación se dispone de una herramienta que garantiza el conocimiento del estado de las razas, su seguimiento y su posible evolución futura», detalla el vicepresidente de Fesacocur. Yustos incide en la importancia de mantener unos «recursos genéticos animales» que confieren «la raíz de la innovación de la ganadería moderna».
Se trata de un pilar básico para obtener «productos de calidad, contribuir a mantener los sistemas de explotación respetuosos con el medio ambiente y conservar las tradiciones», además de «responder a las nuevas demandas de la sociedad, hacer frente a situaciones imprevistas, favorecer el desarrollo y satisfacer las necesidades humanas». De este modo, concluye, estas razas «se constituyen en un ejemplo de la multifuncionalidad de la actividad agraria, y su valor estratégico debe ser aprovechado y mantenido para las generaciones futuras».
En esta línea, la última edición del concurso nacional organizado por Fecacosur contó en el Recinto Ferial de Caravaca de la Cruz con un espacio específico para acoger el primer concurso nacional de esta actividad de ámbito infantil y juvenil. De este modo, concluye Yustos, se busca «fomentar la afición entre los jóvenes».
El acto responsable de freír un huevo
El vicepresidente de Fecacosur, José Luis Yustos, insiste en «la obligación de conservar este patrimonio» que componen las razas domésticas puras que el pasado noviembre protagonizaron la muestra celebrada en Caravaca de la Cruz. Y eso pasa en buena medida por seguir dándoles uso. «Muchas de estas razas autóctonas están declaradas oficialmente 'en peligro de extinción' por la legislación española y su mantenimiento depende del compromiso de los criadores y de la demanda de los productos que proporcionan dichas razas», argumenta. Para Yustos, «consumir estos productos, ya sea un huevo frito de castellana negra, un capón de gallina de mos, un 'pitu de caleya' asturiano o una sopa de gallina extremeña, es ayudar a mantener un patrimonio genético, cultural y biológico único y singular». Aunque, aclara, «para poder consumir estos productos, lo primero es tener criadores de dichas razas y asociaciones donde se organicen para conseguir criarlas y seleccionarlas con buen criterio».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión