Y la Covid-19 nos trajo la lluvia, ¿o no?

En efecto, las lluvias que comenzaron a caer el pasado 21 de marzo dieron paso a uno de los periodos de precipitaciones más abundantes de los últimos tiempos. La Agencia Estatal de Metereología (Aemet) publicó hace unos días un tuit en el que afirma que la Región ha experimentado el periodo de lluvias comprendido entre los meses de enero y mayo más abundante de los últimos 40 años. Según las estaciones de la red MeteoSE, entre los meses de marzo y mayo se han recogido cantidades superiores a los 150 litros en amplias zonas de la región.

Fruto de esta situación atmosférica, una pregunta recurrente que nos ha llegado a través de las redes sociales a varios compañeros de Ametse es: «¿Está lloviendo más porque estamos confinados y hay menos niveles de contaminación atmosférica?».

Para responder a esta pregunta, lo primero que hacemos la gente de la meteorología es ir a los datos. Si bien es innegable que esta primavera está entre las más húmedas de los últimos años, no lo es menos que actualmente nos encontramos en un periodo húmedo que comenzó mucho antes del confinamiento derivado de la Covid-19. Según datos del SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica) de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura), la precipitación media acumulada a día de hoy en el presente año hidrológico que comenzó el pasado 1 de octubre se sitúa en 330 litros, muy por encima de la media. Tampoco conviene olvidar que en el pasado mes de septiembre, cuando no habíamos oído siquiera hablar de una lejana ciudad china llamada Wuhan, la Región registró una de las DANA más intensas de los últimos tiempos, un fenómeno atmosférico que tuvo su continuidad con otras de menor entidad en los meses de octubre, diciembre y enero.

Es más, si nos vamos al índice de precipitación estandarizado que publica la Aemet en su web, nos encontramos que buena parte del Sureste peninsular se encuentra dentro de un periodo húmedo desde hace tres años. Este es un dato importante para aquellos responsables públicos que aún con la contundencia de los datos, siguen a día de hoy hablando de la «pertinaz sequía» que azota al Sureste.

Un informe de Ecologistas en Acción certificó hace unos días que el confinamiento ha repercutido en una mejora apreciable en los niveles de contaminación. Pero esto no tiene nada que ver con que haya llovido más.

De hecho, hace poco leímos una noticia sobre la tremenda sequía que afecta a Centroeuropa, donde estos dos meses también han disminuido su actividad industrial y, por extensión, igualmente han rebajado los niveles de contaminación atmósferica.

Por tanto, es la situación de bloqueo anticiclónico sobre Centroeuropa la que nos ha regalado durante estas semanas una situación de lluvias copiosas y, lo que es mejor, una naturaleza que muestra estos días su cara más espléndida estando como estamos ya a las mismísimas puertas del verano.