La conciencia verde ya tiene premio
Esta tarde se entregan por primera vez los galardones a la Sostenibilidad Medioambiental, con los que LA VERDAD reconoce la lucha de siete iniciativas únicas para mejorar nuestro entorno
GINÉS S. FORTE
Martes, 3 de diciembre 2019, 18:32
Lo realmente destacable de que Cristina Marín Miñano iniciase una campaña de recogida de firmas en defensa del Mar Menor no es la, ya incuestionable, necesidad que tiene la gran laguna salada de ser salvada. Lo extraordinario es que su iniciativa arrancó en 2015, cuatro años antes de que toneladas de peces apareciesen agonizantes en las playas de San Pedro del Pinatar; incluso un año antes de la alarma máxima que ya se encendió en la albufera con el famoso episodio de 'sopa verde', provocado por la proliferación de clorofila a causa de la acentuada entrada de nitratos y fosfatos a sus aguas. «Hasta entonces, la mayoría de voces defensoras del Mar Menor pertenecían al ámbito científico, erróneamente aislado del resto de la sociedad», recuerda Marín Miñano, a la que aquel prurito conservacionista le ha valido el reconocimiento a la Mejor Iniciativa Joven por la Conservación de la Naturaleza. Lo recibe esta martes, en la gala organizada por LA VERDAD en el Aula de la Fundación Caja Mediterráneo de Murcia. En ella se entregan los I Premios a la Sostenibilidad Medioambiental, unos galardones creados por este periódico para reconocer a quienes luchan desde distintos ámbitos por proteger nuestro medio natural y concienciar sobre la necesidad de preservar nuestros ecosistemas y su biodiversidad. El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia Ángel Pérez Ruzafa; el director de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Pedro García; el presidente de la Fundación Sedauto Obra Social (SOS), Raúl García; el presidente de la Asociación Ambiente Europeo, Daniel Rolleri; y la directora del Museo de la Ciencia y el Agua del Ayuntamiento de Murcia, María Isabel Parra, componen, junto a Alberto Aguirre de Cárcer, director de LA VERDAD, el jurado de estos galardones, que ha fallado con José Manuel Jiménez, director de Marketing de este periódico, como su secretario. Unos premios que cuentan con el patrocinio del Grupo Sedauto Volvo, Iberdrola, Actúa Servicios y Medioambiente y la Fundación Caja Mediterráneo, junto con la colaboración de Soltec energías renovables, Laken, Coca Cola y el Ayuntamiento de Murcia.
Junto a Cristina Marín, van a ser homenajeados otros seis premiados. Se trata del Colegio La Asomada, de Cartagena, por su iniciativa de educación medioambiental El Mar Menor de los Niños; del proyecto Life + Segura Riverlink por la conservación de la biodiversidad, el medio natural y el paisaje rural, de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS); de la firma Foodtopia, como mejor iniciativa empresarial para la sostenibilidad; de la compañía Casa Pareja, de Jumilla, en el apartado de procesos de elaboración y productos sostenibles; de Plásticos Romero, por su estrategia de transformación empresarial por la sostenibilidad; y de la 'startup' Ecoproteína, en reconocimiento a su aportación a la sostenibilidad medioambiental.
Los vaivenes medioambientales que ya están afectando a todo el globo, y que con tanta preocupación (más social que política, lamentablemente) se siguen estos días en la Cumbre del Clima que se inauguró ayer en Madrid, tienen una especial incidencia en esta zona del Mediterráneo. Tanto es así que las compañías que desarrollan las semillas de nuevos cultivos se están estableciendo en estas tierras porque ya tienen en cuenta que «el Sureste español se va a convertir en el laboratorio del cambio climático mundial», según Antonio Villarroel, secretario general de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), que es la patronal que agrupa a esas firmas.
Si no lo cuidamos, el medio ambiente ya nos ha dejado suficientes pruebas de que no perdonaPocos lugares como la Región de Murcia para entender lo que pueden ocasionar los cambios que estamos originando en el medio ambiente
La supervivencia
Pocos lugares como la Región de Murcia, por tanto, para entender la importancia del cuidado del medio ambiente y lo que los cambios que estamos originando en él pueden ocasionar. Del cuidado que le demos depende nuestra supervivencia a largo plazo. Y a corto ya nos afecta en nuestro bienestar y directamente a nuestros bolsillos. La buena salud de una agricultura y un turismo realmente sostenibles, por citar dos sectores clave en la Región, va ligada al entorno como pocas actividades. Este contexto obliga a la población murciana a ser especialmente sensible en estos temas, y a su periódico de referencia a contribuir a fomentar, prestigiar y sensibilizar las actuaciones que, de alguna forma, contribuyen a preservar nuestro patrimonio natural.
Con este espíritu de compaginar en lo posible una actividad económica al cuidado de la naturaleza, Plásticos Romero se propuso «hace unos años», según recuerda su responsable de Marketing, Pedro Melgarejo, «estar más cerca de la sociedad, fabricando productos sensibles con el medio ambiente». La compañía ha emprendido un plan estratégico para lograr que el 80% de sus fabricados sean productos sostenibles en 2025. Ese esfuerzo les ha llevado a ganar el Premio a la Transformación Empresarial por la Sostenibilidad que recogerán esta tarde.
Otro proyecto empresarial galardonado hoy es el de Foodtopia, que engloba a varios establecimientos dedicados a servir cada día a cerca de 20.000 murcianos comida sana, local y sostenible. Jesús Pagán, uno de sus creadores, explica que se trata de «una iniciativa que pretende reducir las emisiones de nuestro sistema alimentario», que en la actualidad «representa el 54% de la actividad humana». Ante este panorama, «o cambiamos el sistema alimentario y los hábitos de ingesta o no habrá esperanza alguna». El sistema de Foodtopia se ha puesto manos a la obra para ello y en su camino ha obtenido el Premio a los Procesos de Elaboración y Productos Sostenibles.
El foco de la necesidad de aunar actividad económica y respeto medioambiental está colocado en gran parte sobre el sector agrario. De ahí que estos premios también ensalcen el trabajo desarrollado por la compañía agrícola Casa Pareja, de Jumilla. Su gerente, Juan Molina, considera una «obligación divulgar y mostrar otra manera de hacer las cosas para que nuestra huella pueda guiar a otros y que vean que este modelo es viable». Molina se refiere a su estrategia de respeto al medio ambiente, que les lleva a considerar a Casa Pareja «como un organismo granja, donde tan importantes son los cultivos como el equilibrio que nos proporcionan los 16.000 acebuches de reforestación o los setos con su aporte de biodiversidad» que jalonan la finca. La firma, muy volcada en proyectos de investigación, también cuenta con animales autóctonos que generan estiércol para las plantas a través de un compost que utiliza, igualmente, otros desechos de producción. Con la misma filosofía, esta empresa hace un «empleo del agua responsable», lo que supone un importante ahorro y un incremento en la calidad de su aceite de oliva, por ejemplo.
Si el buen uso del agua resulta clave en esta Región, también es cierto que la regulación de sus caudales puede traer consecuencias negativas para el medio ambiente. De ahí que el proyecto Life + Segura Riverlink de la Cuenca del Segura, por el que se facilita un flujo natural de la corriente del río, sea reconocido con el Premio a la Conservación de la Biodiversidad, Medio Natural y Paisaje Rural.
Del mismo modo que las ya consolidadas, las nuevas empresas tienen mucho que aportar en una nueva conciencia con el medio ambiente, porque ellas son el futuro. Es el caso de la 'startup' Ecoproteína, Premio Especial Beca LA VERDAD gracias a su búsqueda de «nuevas vías de sostenibilidad y eficiencia en la producción de alimentos», como define su artífice, el joven investigador Antonio Serrano.
El círculo de premiados de esta primera edición se cierra con una mirada hacia un futuro aún más lejano, el que tienen los niños por delante; y de nuevo sobre el Mar Menor, núcleo de las preocupaciones medioambientales de este territorio. El arrojo con el que un grupo de alumnos de un colegio cartagenero se han lanzado en buscar soluciones a los graves problemas de la laguna, con el denominado Mar Menor de los Niños, les ha valido el Premio de Educación Medioambiental. En sus manos queda arreglar un mundo necesitado de soluciones a problemas que en gran medida hemos creado. Si no lo cuidamos, el medio ambiente ya nos ha dejado suficientes pruebas de que no perdona.
Premio a la Conservación de la Biodiversidad, Medio Natural y Paisaje Natural
Riverlink
Por qué. Por ser capaz de aunar voluntades para resolver la problemática ambiental de la Cuenca del Segura derivada de su elevada regulación, para facilitar el flujo natural de la corriente y suprimir barreras físicas para los movimientos naturales de la migración, dispersión y colonización de los peces entre los tramos altos y bajos del río Segura.
Recibimiento. Este premio es «una alegría tremenda e inesperada», explica el director de la iniciativa, Eduardo Lafuente. «Segura Riverlink es un proyecto coral en el que hemos trabajado casi treinta personas, pero el éxito de este proyecto es de mucha más gente y viene en gran parte por el entusiasmo de los miles de estudiantes que aprendieron un montón de cosas sobre el río, los centenares de voluntarios que participaron en un montón de actividades y, por supuesto, de nuestros custodios del territorio, que pusieron su granito de arena para tener un río vivo. Aún nos queda mucha tarea por hacer».
Premio Educación Medioambiental
El Mar Menor de los Niños
Por qué. Por involucrar a los niños de quinto y sexto de primaria en la concienciación sobre el estado de la laguna e implicarles en la búsqueda de soluciones. Por transformar la frustración por no poder visitar el Mar Menor, debido a su contaminación, en trabajo y propuestas para salvar la laguna. Por ser un ejemplo del papel que los profesores pueden ejercer y ejercen para mejorar nuestra sociedad, desarrollando en los niños un sentido crítico y de concienciación con nuestro entorno natural.
Recibimiento. El director del proyecto, el profesor Francisco Ruiz Salmerón, explica que ser premiado por un trabajo escolar «es un subidón de moral y una experiencia que permanecerá en la vida de los alumnos para siempre». En este caso, añade, es «un reconocimiento a su labor ciudadana de dar visibilidad en positivo al Mar Menor y de divulgar que se puede tener un mar mucho más sano y además rentable turísticamente, si lo enfocamos al ecoturismo y recuperamos sus valores naturales, culturales y patrimoniales. Recibir un premio es también saber aprender a ganar y no bajar la cabeza para seguir pensando que el Mar Menor nos necesita y que pueden ser los futuros presidentes de la Región o parlamentarios que enfoquen adecuadamente los problemas».
Premio a los Procesos de Elaboración y Productos Sostenibles
Foodtopía
Por qué. Por ser un proyecto de economía local resiliente, que aúna producción agrícola, transformación y distribución de alimentos en la geografía de un barrio; para reducir el precio actual de la alimentación y sus efectos colaterales directos e indirectos a la mitad, a través de una drástica reducción del consumo de energía a lo largo de la cadena de producción alimentaria.
Recibimiento. En palabras de Jesús Pagán, uno de los responsables de Foodtopia, este premio «permite visualizar Foodtopia como una iniciativa que pretende reducir las emisiones de nuestro sistema alimentario». Unas emisiones, añade, «que generan calentamiento global e invaden los pulmones de nuestros niños». La situación actual de emergencia climática ocurre ante la connivencia de nuestro Estado y ante la indolencia de nosotros, los adultos, que hemos dejado sin futuro a nuestros hijos, nietos y cualquier ser vivo. Una deshumanización de esta especie cautiva del hedonismo».
Premio a la Mejor Iniciativa Empresarial para la Sostenibilidad
Casa Pareja
Por qué. Por ser pioneros en nuestra Región en el desarrollo de un proyecto integral de agricultura sostenible, mediante prácticas respetuosas con el medioambiente, que aprovecha, además, los subproductos, tanto del cultivo como del proceso de obtención del aceite y el vino.
Recibimiento. «Estamos muy agradecidos por este reconocimiento, al que le damos mucha relevancia después de tantos años de ser los locos de la agricultura ecológica», explica el gerente de la firma, Juan Molina. «Nos da mucha satisfacción ver cómo los medios han cogido conciencia, aunque sea un poco tarde».
Premio a la Transformación Empresarial por la Sostenibilidad
Plásticos Romero
Por qué. Por liderar el cambio hacia la producción de envases más sostenibles, así como biodegradables, y apostar decididamente por el ecodiseño.
Recibimiento. El responsable de Marketing de la empresa, Pedro Melgarejo, explica que «en toda esta evolución», que les ha llevado a prestar más atención a los asuntos medioambientales, «nos acompañan otros elementos como mejoras en la comunicación y en la Responsabilidad Social Corporativa. En este contexto se integran elementos que, «en definitiva», abren «un canal de comunicación con la sociedad que ayude a la reputación de nuestra empresa». Este premio incide directamente en esa línea.
Premio a la Mejor Iniciativa Joven por la Conservación de la Naturaleza
Cristina Marín Miñano
Por qué. Por tener la visión, siendo una estudiante universitaria, de captar la importancia del problema del Mar Menor, antes de que fuera evidente socialmente, y actuar en consecuencia.
Recibimiento. «Fue toda una sorpresa para mí saber que se reconocería públicamente la causa que inicié en 2015 y por la que sigo luchando, ahora con muchos más», explica Cristina Marín. «Aunque es un premio individual, creo que no podría ser más compartido. Compartido con mi familia y amigos, que me animaron a llevar a cabo mi iniciativa, y compartido con las miles de personas que la apoyaron a través de change.org. Por eso, este mérito de tantas personas debe ser una muestra de que todos podemos poner de nuestra parte, bien en forma de protesta, a través de la concienciación ciudadana, de acciones directas -en el caso de los organismos gestores-, o de la responsabilidad social corporativa -en el caso de las empresas-. Porque en el fondo todos somos culpables de la agonía del Mar Menor, pero todos podemos aportar nuestra parte para que se recupere».
Premio Especial Beca Diario LA VERDAD
Ecoproteína
Por qué. Por lograr introducir en bacterias genes de animales que producen proteínas para generar proteínas alternativas de forma más sostenible, en un contexto mundial de aumento de la población, contaminación, escasez de agua y huella de carbono. Por su trabajo para el desarrollo de fuentes alternativas de proteínas fermentadas más rentables y sostenibles.
Recibimiento. «Ganar este premio supone acelerar el desarrollo y dar visibilidad a este proyecto destinado a la producción de alimentos en base al reciclaje de subproductos a través de un modelo de economía circular local para obtener nutrientes de calidad», explica Antonio Serrano, artífice de esta 'startup'.