Reconoce que abusó de sus dos sobrinas menores de edad y acepta 9 años de prisión
La fiscal, que en principio pedía para él 13 años de prisión, rebajó la solicitud de pena, tras confesar el acusado los hechos que se produjeron entre 2019 y 2020
El acusado de abusar sexualmente de sus dos sobrinas reconoció este lunes los tocamientos que realizó a las dos menores, entre 2019 y 2020, a en su vivienda, de un municipio de la comarca de la Vega Media del Segura.
La fiscal, que en un principio pedía para él 13 años de prisión, rebajó la solicitud de pena a nueve años, tras aceptar el acusado los hechos descritos en la calificación del Ministerio Público. En su escrito, además, detalla que el procesado padece «trastorno bipolar, trastorno de la personalidad, síndrome de dependencia al alcohol, consumo perjudicial de cocaína y de derivados cannabinoides, enfermedad de Parkinson y deterioro cognitivo leve, por lo que podría tener sus facultades intelectivas y volitivas afectadas». Por este motivo, estima ligeramente disminuida su imputabilidad.
Por su parte, las dos acusaciones particulares, que reclamaban inicialmente hasta 18 años de cárcel, se adhirieron, al igual que la propia defensa del acusado, al escrito de conclusiones de la Fiscalía modificado durante la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Murcia. Según la fiscal, el acusado, desde aproximadamente el año 2019, realizó diversos tocamientos a sus sobrinas. Los abusos se repitieron durante los meses posteriores de diferente forma para cada una de las menores.
El procesado aprovechaba que recogía a las menores del colegio y la llevaba o bien a su casa o a la casa de la abuela materna de las niñas, hasta que su madre volviera de trabajar, y les realizaba diversos tocamientos en sus partes intimas y en los pechos. Las menores contaron a su madre lo sucedido en verano de 2020 después de la última agresión sufrida por una de sus hijas, interponiendo su madre una denuncia al día siguiente.
El acusado cumpliría la condena previsiblemente en hospital psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, en Alicante, dada la enfermedad mental que tiene diagnosticada. Asimismo, deberá indemnizar con 15.000 euros a cada una de las víctimas.