La pandemia disparó un 26% el gasto de la Comunidad a través de contratos menores
El organismo que más recurrió a este tipo de contratación directa fue el IMAS, que lo empleó incluso para adquirir tabaco por importe de casi 15.000 euros
La contratación directa o a dedo atraviesa un auge sin precedentes en la Comunidad Autónoma, como consecuencia, según las explicaciones de sus responsables, de ... las necesidades de aprovisionarse de servicios y productos de todo tipo para hacer frente a la pandemia de coronavirus y las urgencias con que en muchas ocasiones ha tenido que intervenir.
Uno de los procedimientos de contratación que no requiere la convocatoria de un concurso público que garantiza la concurrencia y la publicidad es el contrato menor, empleado por las administraciones públicas para adquirir suministros o servicios por un importe inferior a los 15.000 euros y para encargar obras que no superen los 40.000 euros de presupuesto.
De mayor cuantía
Durante el pasado año, en el que la Covid-19 condicionó desde su aparición en el mes de marzo la gestión pública, la Comunidad Autónoma formalizó un total de 17.892 contratos menores por un importe total de 42.086.895 euros, según los datos actualizados que figuran en el Portal de la Transparencia de la Administración regional.
La Administración regional pagó por este medio suministros, servicios y obras por un importe de 42 millones de euros
El número de contratos menores suscritos en 2020 es muy inferior al del ejercicio precedente, en concreto 6.741 menos, lo que supone un descenso del 27,36%. Sin embargo, el dinero gastado por este procedimiento de contratación se disparó un 25,84% con respecto a 2019 (8.642.198 euros más). Es decir, se realizaron menos contratos menores, pero con por una cuantía superior.
La Comunidad también empleó con profusión el pasado año otro procedimiento de contratación a dedo, el contrato de emergencia, que la ley reserva para casos excepcionales y de urgente necesidad.
El Instituto de Acción Social destinó también 4.999 euros en comprar champú para las residencias de mayores
Solo la Consejería de Salud y del Servicio Murciano de Salud (SMS) realizaron durante 2020 más de 3.200 contratos de emergencia para adquirir productos, en su mayor parte sanitarios, y sufragar servicios e incluso obras, por un montante que superó los 105 millones de euros, según la información de la Consejería de Salud adelantada por LA VERDAD.
Fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda achacan al coronavirus estos drásticos cambios en la contratación pública de la Comunidad Autónoma. «Es evidente –indican– que el ejercicio de sus competencias a lo largo del año pasado se ha visto directamente influenciado por la pandemia, tanto las prioridades de actuación, como la orientación y desarrollo de iniciativas».
El recurso a los contratos menores por la Comunidad fue creciendo a medida que avanzaba el año 2020. Si en el primer trimestre se gastaron 2,5 millones por este sistema, dicha cifra se duplicó en el segundo (5,5 millones), volvió a crecer en el tercer trimestre hasta los 7,7 millones y se cerró el año con 26,3 millones de euros empleados en contratos menores entre los meses de octubre y diciembre.
La Administración autónoma empleó este procedimiento contractual, sobre todo, para encargar la prestación de algún servicio, con 8.261 contratos (46,1% del total) y la adquisición de suministros (8.959 y 50%).
Cigarrillos, champú, móviles
Por lo que respecta a los organismos y departamentos administrativos, el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) fue el que más recurrió a los contratos menores durante el pasado ejercicio con la formalización de 4.779, según la información facilitada por la propia Comunidad Autónoma a través del Portal de la Transparencia.
Cinco de estos contratos fueron para la compra de tabaco por un importe total de 14.820,25 euros y con destino a la residencia de enfermos mentales crónicos Luis Valenciano.
Según explican fuentes de la Consejería de Mujer, Igualdad y Política Social, de la que depende el IMAS, en este centro reciben atención 118 pacientes, muchos de ellos fumadores compulsivos y a los que se les facilitan cigarrillos, con el visto bueno de psicólogos y médicos, como parte de la terapia.
En la relación de productos requeridos por la Comunidad a través de contratos menores figuran también 4.999 euros empleados por el IMAS para comprar champú destinado a las residencias de mayores, así como la adquisición de teléfonos móviles por un importe de 4.460 euros por parte de la Consejería de Transparencia, y de otros 1.867 euros por la Consejería de Empresa.
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