Desmantelado un taller ilegal de explosivos y un campo de tiro en una finca de Campos del Río
La Guardia Civil recupera cerca de 500 cartuchos de distintos calibres, mezclas y numerosos detonantes
LA VERDAD
Jueves, 18 de agosto 2022
Una finca apartada de Campos del Río ocultaba un taller ilegal de explosivos y un campo de tiro particular. La Guardia Civil, en la 'Operación Bullman', ha desmantelado ambas instalaciones y ha detenido a su presunto responsable. Se trata, según explicaron fuentes del Instituto Armado, de un holandés de 35 años que, por 'hobby', se dedicaba a fabricar artesanalmente explosivos y a ponerlos a prueba. El sospechoso cuenta con antecedentes tras haber provocado hace tiempo un incendio forestal con el uso negligente de bengalas.
La operación se inició después de que varios vecinos alertasen a la Benemérita al llegar a sus oídos las detonaciones y ruidos extraños que se escuchaban en la zona. Las primeras pesquisas permitieron averiguar que el origen estaba en una casa de campo donde residía un ciudadano holandés con antecedentes por delito de incendio forestal provocado por artificios pirotécnicos.
El sospechoso, un holandés de 35 años, ya cuenta con antecedentes por provocar un incendio forestal con bengalas
Tras lograr una orden de registro, los guardias civiles se adentraron en el terreno y encontraron 500 cartuchos metálicos de distintos calibres, más de 500 gramos de mezclas explosivas, abundante mecha -empleada para detonar los artefactos explosivos de forma remota-, baterías, cables, conectores, emisores y receptores de radiofrecuencia, un iniciador eléctrico artesanal y numerosos proyectiles de plomo susceptibles de ser empleados a modo de metralla.
Una botella de butano
En la misma finca, los agentes hallaron un campo de tiro artesanal establecido a la entrada de la parcela y una zona de maniobras con varios cráteres de grandes dimensiones supuestamente producidos por la explosión remota de artefactos explosivos.
Según se desprende de la investigación, el detenido se dedicaba a la fabricación artesanal de artefactos explosivos improvisados (IED). Tal y como explicaron las fuentes, lo hacía a partir de artificios pirotécnicos que adosaba a otros objetos pesados utilizados a modo de metralla e incluso de cargas secundarias, que eran explosionados a distancia con detonadores eléctricos y otros artefactos iniciadores que también elaboraba de forma artesanal. Los investigadores llegaron a encontrar una botella de gas butano, totalmente destrozada en los aledaños de la vivienda, lo que presuntamente indicó una práctica con un evidente riesgo de incendio.
El caso, que continúa abierto, ha quedado en manos del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Mula. En la operación participaron guardias civiles del Grupo de Información de Murcia, con el apoyo de la Unidad Central Especial número 3 de la Jefatura de Información, y con la participación de efectivos de Seguridad Ciudadana, especialistas en Intervención de Armas y Explosivos, del Seprona y del Grupo de Desactivación de Explosivos (Gedex).
