La Guardia Civil halla armas de guerra en la casa de uno de los sospechosos del doble crimen de Lorca
La Policía Judicial cree que el homicidio de Velo y el traficante Mohamed E. se produjo en un tiroteo como consecuencia de un posible vuelco
Dos subfusiles, de 9 y 12 milímetros, con capacidad para traspasar hasta un chaleco antibalas. La Guardia Civil ha hallado armas de guerra en la vivienda de la localidad almeriense de Roquetas de Mar en la que se ocultaba uno de los sospechosos del doble crimen de Lorca. Concretamente, los investigadores de la Policía Judicial encontraron una pistola de 9 milímetros y las dos metralletas, junto con abundante munición. Un arsenal que está siendo analizado para comprobar si se empleó en el doble crimen y que, remarcó el coronel jefe de la Quinta Zona, Francisco Pulido, supone «un salto cualitativo en el ámbito de la delincuencia organizada en nuestro país».
El máximo dirigente del Instituto Armado puso este viernes encima de la mesa este dato en una comparecencia, junto al delegado del Gobierno, Francisco Lucas, y la teniente Paula Segura, jefa del área de delitos contra las personas de la Benemérita en la Región, para desgranar los detalles de la operación que ha permitido esclarecer este doble homicidio.
Tal y como avanzó LA VERDAD, el caso se salda por el momento con tres arrestados en la localidad almeriense de Roquetas de Mar, Lorca y Murcia por su presunta vinculación con el crimen, dos de ellos en prisión provisional. El primer arrestado quedó el miércoles en libertad con cargos tras declarar ante el Juzgado de instrucción número 1 de Lorca.
El delegado del Gobierno aplaudió la investigación de la Guardia Civil que en apenas dos meses ha permitido dar prácticamente por cerrado el caso. «Se trataba de un crimen complejo y, como siempre, la Guardia Civil lo ha resuelto con rapidez y eficacia», remarcó.
Uno de los fallecidos, abatido a tiros en su vivienda de El Cantal, en la pedanía lorquina de Garrobillo, era Giuliano Velo, un supuesto mafioso italiano de 67 años, viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde que se instaló en España hace ya tres décadas. La segunda víctima, cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de un Peugeot 5008 aparcado junto a la carretera que une Ramonete con Puntas de Calnegre, era Mohamed E., un ciudadano marroquí relacionado presuntamente con el tráfico de hachís y marihuana y cuya familia ya se ha personado como acusación particular en la causa a través del abogado Francisco Adán.
La investigación desplegada por la Guardia Civil, que ha llegado a implicar a más de medio centenar de agentes, partió desde el primer momento de la hipótesis de que ambas muertes estaban relacionadas, según explicó la teniente Segura. Solo una semana después los agentes ya seguían la pista de estos tres sospechosos, que han acabado siendo arrestados.
La Benemérita, según informaron fuentes cercanas a la investigación, concluyó que las dos muertes se produjeron a raíz de un tiroteo que se produjo en la casa de Velo durante, posiblemente, un intercambio de drogas. Los agentes no han hallado estupefacientes en los registros, pero los antecedentes de los implicados y la declaración de alguno de ellos apunta a esta hipótesis.