La Guardia Civil indaga si el doble crimen de Lorca guarda relación con la mafia italiana
Uno de los fallecidos es Giuliano Velo, un supuesto capo que fue acusado y absuelto de varios asesinatos en Águilas y Málaga
El doble crimen que este martes sacudió Lorca ya apuntaba, desde el primer momento, por sus características, a la posible incursión de grupos organizados, pero conforme se van conociendo más detalles de estos asesinatos las sospechas van ganando peso. La Guardia Civil investiga la posible relación de la muerte de dos hombres -uno acribillado a tiros en El Cantal y otro cuyo cadáver apareció maniatado en el maletero de un coche en Ramonete- con la mafia italiana. Los investigadores exploran esa vía después de que la identidad de una de las víctimas apunte en esta línea.
Según confirmaron fuentes cercanas a la investigación, el vecino que murió tras ser abatido a tiros por un grupo de encapuchados en su vivienda de El Cantal es Giuliano Velo, un supuesto mafioso italiano de 67 años, viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde que se instaló en España hace ya tres décadas.
Velo, que ha sido defendido durante años por el abogado Manuel Maza Ruiz, se encontraba actualmente en libertad provisional tras pasar un año entre rejas acusado de liderar una red que proporcionaba grandes embarcaciones para trasladar hachís. Nacido en la localidad de Citadella, al norte de Italia, los especialistas en la persecución del crimen organizado siempre lo han vinculado al grupo mafioso 'Mala de Brenta', nacido en Veneto en los años setenta y también conocido como 'Mafia veneta' o 'Mafia del Piovese'.
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Como supuesto líder o capo de uno de los brazos de esa organización criminal, Vela se instaló en el litoral mediterráneo español y, hace dos décadas, ya fue investigado en Málaga por su presunta implicación en un asesinato, del que salió exculpado por falta de pruebas. Unos años más tarde, ya establecido en la comarca del Guadalentín, fue arrestado por un alijo de 2.600 kilos de plantas de marihuana -uno de los más relevantes de cuantos se han incautado en la Región- y acabó siendo condenado por esos hechos a ocho años de prisión. Cumplió en torno a seis, pues aprovechó su primer permiso penitenciario para escapar del país. Esa huida, que coincidió con el asesinato en Águilas del también italiano Giuseppe Nirta, hizo recaer sobre su persona la sospecha de que estaba implicado en el crimen, aunque finalmente fue arrestado en Albania, extraditado a España y absuelto del crimen del italiano.
El asesinato de Velo se produjo a primera hora de la tarde de este martes en una vivienda aislada, en el paraje de El Cantal, en la que llevaba años refugiado junto a su madre. Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, fue abatido a tiros por un grupo de encapuchados que huyeron rápidamente de la zona.
Pocos después de que se produjese este crimen, un vecino de la diputación de Ramonete descubrió el cadáver de otro hombre en el maletero de un coche. Según explicaron las fuentes, estaba maniatado y presentaba signos evidentes de violencia. La Benemérita está indagando en la identidad de esta otra víctima y de la relación que podría tener con Velo en un doble crimen que, todo parece apuntar, guarda relación entre sí. Por el momento no se han producido detenciones.
Un año negro para la Región con tres asesinatos múltiples
El doble crimen ocurrido el pasado martes en Lorca se suma a otros dos registrados en la Región en lo que va de 2025. La Guardia Civil halló en mayo los cuerpos de Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibaly, desaparecidos desde el mes de diciembre del año anterior y arrojados a un depósito de aceite en una nave industrial en Librilla . Los investigadores sospechan que ambos, de Camerún y Costa de Marfil, habían acudido a una reunión por un negocio fallido y terminaron siendo asesinados supuestamente por los empresarios con los que se citaron. Tres meses después, en Mazarrón, el hallazgo de José Patricio Chango y Edwin Guillermo Cambal, ambos ecuatorianos, volvió a conmocionar a la Región. Ambos fueron descuartizados y enterrados bajo la vivienda de un okupa, que fue detenido.
