El hijo del matrimonio asesinado en Sangonera estaba en búsqueda y captura desde junio
La Guardia Civil arresta al presunto doble parricida y a su pareja sentimental en una vivienda del municipio de Caudete
Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil detuvieron este miércoles por la tarde, en un domicilio del municipio albaceteño de Caudete, al hijo menor de la pareja de ancianos que fueron asesinados a cuchilladas en su casa de Sangonera la Seca el pasado domingo. Antonio P. y su compañero sentimental fueron arrestados como presuntos autores de dos delitos de homicidio.
Ambos fueron trasladados desde Albacete a la Comandancia de Murcia, donde se encuentran a la espera de pasar a disposición del juzgado de guardia en las próximas horas, según fuentes cercanas a la investigación. Antonio P., de 40 años de edad, estaba en paradero desconocido desde que se produjo el suceso.
El pasado 4 de junio, el Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia emitió una orden de búsqueda y captura sobre este hombre, ya que no retornó a dormir a prisión, donde gozaba de un régimen de tercer grado o semilibertad, que permite a los reclusos salir todos los días de la cárcel y regresar a dormir al centro penitenciario. Los arrestos se produjeron tanto por estar reclamado como por su presunta participación en el doble homicidio de Pedro y Trini, de 84 y 81 años de edad, quienes el miércoles por la tarde fueron enterrados en el cementerio de Sangonera la Seca. La despedida fue multitudinaria.
Los vecinos de la zona recordaron que Antonio tenía un historial conflictivo desde que cumplió los 20 años. Había tenido problemas con las drogas y protagonizado diversos actos vandálicos. Hace seis años fue detenido junto a su compañero sentimental por arrojar piedras desde un puente a la carretera y por incendiar contenedores en la pedanía. «La relación con sus padres era mala y un día dijo que, cuando se murieran, iba a quemar la casa. Puede que quisiera hacer las dos cosas a la vez. Matarlos y luego incendiar la vivienda», afirmaba un vecino horas atrás.
Los cuerpos de las dos víctimas fueron encontrados con varias heridas de arma blanca. La mujer estaba tirada en el suelo, boca abajo, y el hombre, sobre la cama, con los pies colgando y una sábana por el cuello, tal y como describió Ángeles, la vecina que entró a la casa del matrimonio acompañando a los primeros agentes que llegaron al lugar. Esta mujer pudo observar que en la escayola del techo había un agujero, «como si alguien lo hubiese roto para buscar algo», indicó. Los investigadores no descartan que, tras el doble crimen, haya un móvil económico.