La Guardia Civil toma declaración a numerosos testigos para aclarar el origen de la descarga
Los investigadores no descartan que el avance de sus pesquisas lleve a la imputación de algún responsable de la instalación ferial
La Policía Judicial de la Guardia Civil siguió adelante este lunes con su investigación para aclarar la descarga mortal que, en la medianoche del sábado, ... le costó la vida a una niña de dos años en las fiestas patronales de la pedanía murciana de Alquerías. Bajo el paraguas de las diligencias por un presunto delito de homicidio imprudente que ha abierto el Juzgado de Instrucción número 9 de Murcia, los investigadores continúan con sus pesquisas que, por el momento, según confirmaron fuentes del Cuerpo, no dejan ninguna persona detenida ni investigada, aunque no se descarta que esa imputación se acabe produciendo.
Tras inspeccionar este domingo las camas elásticas donde se produjo la tragedia, los agentes del Instituto Armado se centran por el momento en la toma de declaración a testigos del accidente. Las primeras hipótesis, explican fuentes cercanas a la investigación, apuntan al mal estado de la instalación eléctrica -concretamente la toma de tierra- que aportaba luz a las colchonetas.
Dora es una vecina de Alquerías que, explica, cerca de una hora antes del accidente mortal estuvo en el pequeño recinto ferial disfrutando con su sobrina. Tras volver a casa y escuchar el ruido de las sirenas se acercó nuevamente al enclave tropezando con el revuelo de los servicios de emergencias y la consternación de los testigos del siniestro. «La gente decía que la niña se había quedado enganchada a la valla o a la escalera», relataba afligida. «Fue algo horroroso. Su madre se cayó al suelo llorando».
Tania vive en una casa apenas a unos metros de esta zona que, asegura, el sábado por la noche, tras el desfile de carrozas de la pedanía, «estaba a tope». Ella misma se acercó con varios familiares a disfrutar de un rato de diversión. «Mi hija se quería subir a las colchonetas pero le dije que ya nos íbamos a casa», explica. «Cuando la estaba duchando escuché las sirenas». Una amiga que aún se encontraba en el recinto ferial le contó que la menor se había desplomado de repente. «La intentaron reanimar pero ya no hubo manera».
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