El grupo armado que extorsionaba a empresarios siguió a una familia de la Región durante un año con balizas GPS
La grabación de las cámaras de una institución docente y de localidad albaceteña de Riópar permitieron destapar al principal investigado
El grupo armado de ultraizquierdas que la Policía Nacional ha desmantelado en la Región y que se dedicaba a extorsionar a empresarios llegó a seguir ... a una familia durante al menos un año. El atestado de la brigada provincial de Información, al que LA VERDAD ha tenido acceso, da cuenta del «exhaustivo control y vigilancia» al que el principal investigado, Juan Antonio Carrillo, sometió a las víctimas con la ayuda de balizas que colocaba en sus coches.
Los investigadores subrayan que el sospechoso, fundador de un partido local, utilizó este método para ubicar a los miembros de la familia, conociendo sus rutinas familiares, de trabajo, sus domicilios habituales... Inciden, además, en que ejerció ese «potencial peligro» contra los miembros «más confiados y débiles», como serían las dos hijas del matrimonio, dos adolescentes, una de ellas menor de edad.
Trece fotografías y una carta
En el registro de la vivienda de Carrillo, en la pedanía murciana de Sangonera la Seca, la Policía incautó, además de diversas armas, dos dispositivos de localización GPS que, consideran los agentes, utilizó para seguir a sus víctimas. Esos aparatos están siendo analizados por un grupo especializado para aclarar cuál ha sido su uso y si los utilizó con otras personas. La Policía da por hecho que el sospechoso tuvo en el punto de mira también a otros empresarios de la Región y destaca que, en el domicilio del principal sospechoso, encontró fotografías de otra mujer con dos niños.
En su propia declaración, el principal acusado reconoció que las vigilancias a la familia denunciante las inició en mayo de 2023, aunque dijo no recordar su frecuencia. Después, según su propio relato, se olvidó del tema hasta que, a comienzos de año, retomó los seguimientos. Carrillo explicó a los agentes que había empleado las dos balizas GPS que tenía y que, algunas mañanas, seguía a las víctimas para saber dónde estaban y tomar fotografías.
Fue precisamente tirando del hilo de esas vigilancias como los investigadores lograron poner coto a este grupo de extorsionadores. La Policía revisó al detalle las 13 fotografías que un empresario de la Región recibió de él y su familia acompañando una carta en la que alguien que firmaba Grupo de Acción Ciudadana (GAC) le reclamaba 100.000 euros. El remitente de la carta camuflaba esa petición como una especie de «expropiación económica» por los beneficios de las arcas públicas que, a su entender, había obtenido el afectado «de forma ilícita o de dudosa moralidad».
Los investigadores situaron los lugares donde se habían realizado esas fotografías -principalmente en la institución docente donde estudia una de las hijas del matrimonio, y en la localidad albaceteña de Riópar, donde la familia tiene una residencia- y empezaron a buscar testigos o grabaciones de cámaras de seguridad que permitieran destapar al responsable.
Los agentes lograron situar en ambos puntos un Renault Clío blanco que figuraba a nombre de una empresa vinculada a Carrillo. Ese automóvil, además, ya había sido fichado durante una concentración que un pequeño grupo de personas había realizado, en noviembre de 2021, en la plaza Santo Domingo de Murcia con eslóganes como «cuando la justicia se hace ley... la desobediencia se hace obligación». Esa protesta estuvo convocada por Plataforma Ciudadana de Resistencia (PCR), una de las formaciones que el sospechoso lideró en los últimos años.
Una de las hijas del matrimonio vigilado y una amiga ofrecieron una información valiosa cuando revelaron que creían haber visto a alguien echándoles fotos desde un coche. Vecinos de la localidad confirmaron que habían visto a alguien con una cámara de fotos desde un Renault Clío blanco. Ese automóvil, además, coincidieron los testigos, llevaba la parte posterior tapada con una especie de chapa blanca que evitaba que se viera lo que ocurría dentro.
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Insurgente Carrillo, el 'alter ego' político en redes sociales del principal acusado
Juan Antonio Carrillo administraba el perfil 'Insurgente Carrillo' en Facebook. Para los investigadores, se trataba del 'alter ego' en las redes sociales del supuesto líder del grupo armado que extorsionaba a empresarios.
En el minucioso análisis que hacen los agentes del 'Insurgente Carrillo', advirtieron varias fotografías que revelan «el perfil político del investigado, que dan a entender una ideología radical, cercana al anarquismo o al marxismo libertario», según las diligencias policiales.
La imagen que acompaña el perfil es una foto del Subcomandante Marcos, también conocido como 'Insurgente Marcos', el principal ideólogo del grupo armado indigenista mexicano EZLN (ejército zapatista de liberación nacional), «un grupo inspirado en el socialismo o marxismo libertario». En la portada del espacio digital, aparece una imagen de la Asamblea Regional de Murcia en llamas por las revueltas obreras de 1992 en Cartagena. Otra fotografía que llama la atención a los expertos de la brigada de Información de la Policía Nacional fue publicada hace un año y medio y, en ella, aparece una 'A' en referencia al anarquismo. Para los investigadores, las fotografías son «una declaración de intenciones» y concluyen que, «desde una ideología cercana al anarquismo, se defiende el uso de la violencia cuando se entienda que está justificada».
Por su parte, una testigo declaró a los policías que Juan Antonio «era muy de izquierda» y «muy crítico» con la ideología de derechas. «Estaba especialmente indignado con el PP». También aclaró que le llamaba con el apodo de '007' porque en muchas ocasiones «salía de su casa y nadie sabía donde iba». Además, aseguró que fabricó un petardo con pólvora y tornillos «y lo detonó en un descampado».
«Solo faltaba el helicóptero»
Hace diez días, los vecinos de Carrillo se alarmaron al ver el despliegue policial que había en torno a su vivienda, situada en una zona apartada de la pedanía murciana de Sangonera la Seca. «Solo faltaba un helicóptero», afirmó ayer uno de los residentes. Según sus vecinos, llevaba viviendo allí desde hace al menos 10 años y aseguran que nunca habían tenido problema alguno con él.
Manipuló una carta del SMS para conseguir el teléfono de sus víctimas
La brigada provincial de Información de la Policía Nacional destaca, en su atestado, el método «particularmente laborioso y preparado» que desplegó el principal investigado, Juan Antonio Carrillo, para conseguir el teléfono de sus víctimas. El acusado, tras recibir una carta del Servicio Murciano de Salud (SMS) para someterse a una revisión rutinaria borró sus datos e incorporó los de un empresario al que quería extorsionar. Como teléfono de contacto para una solicitud de cita puso un número que él poseía para así hacerse con un contacto de la familia. La mujer del empresario, al tratar de coger cita para su marido con su número particular, fue captada por el sospechoso, que más tarde empleó supuestamente ese teléfono para entablar una presunta negociación y exigir 100.000 euros de la extorsión.
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