Otra vez la misma historia en Manresa

El UCAM volvió a perder en Manresa, ante uno de los equipos más modestos de la competición y se descuelga de los equipos que están en la zona media de la tabla. Y es que jugando solo un cuarto resulta imposible ganar un partido, y menos cuando solo tres jugadores aparecen en ataque. Demasiados errores, muchos, sobre todo en el rebote y en los triples, para ganar no al ICL Manresa, sino a cualquier equipo. Uno de la zona alta de la tabla habría sido más duro con el conjunto de Katsikaris, que no parece que hayan aprendido la lección de Vitoria.

Katsikaris puso en la pista un quinteto revolucionario para arrancar en Manresa y su equipo se puso 2-8 a base de defensa y de robar balones. Pero ya en los primeros instantes se vio que Musil se imponía a todos los hombres altos del UCAM y que cuando Thomas comenzó a anotar iba a ser complicado frenarle. El rebote era local y los nervios en ataque aparecieron en los murcianos, a quienes les duró poco lo de ir por delante en el marcador. Con triples se puso por delante el conjunto local y el de Grigonis para cerrar el primer cuarto le dio la máxima ventaja con el 21-17. El gran problema de los jugadores del UCAM era el ataque. Solo Campazzo y Kelati sumaron.

Ya en el segundo cuarto, y en plena fase de desconfianza ofensiva, los visitantes erraban uno tras otro sus ataques, mientras que la respuesta catalana era mortal, con triples. El Manresa se puso 31-20 y Katsikaris se vio obligado a pedir un tiempo muerto cuando no se habían jugado ni tres minutos. De la mano de Campazzo, ayudado por Radovic y Lima a cuentagotas, el UCAM logró ponerse a un punto con un parcial de 0-10.

El electrónico estaba en un puño con el 33-32, pero la respuesta local fue inmediata. Una triple de Grigonis, una jugada de dos más uno para el murciano Álex Hernández y el Manresa se volvía a ir en el marcador por siete puntos, que fue con los que finalizó el primer periodo, 41-34.

Los grandes problemas murcianos fueron el rebote, con 18 para los locales y 11 para los de Katsikaris y el 0 de 8 en triples del segundo cuarto. El conjunto visitante se medio mantuvo en el partido por los tiros libres con 14 de 18, mientras que su oponente solo había lanzado dos veces desde la línea de personal. Tanto el perímetro en ataque como el juego interior manresano en defensa y rebotes, se impuso al UCAM con demasiada claridad.

Tras el descanso, los manresanos, con más problemas, se mantuvieron arriba en el marcador, pero su ataque ya no era tan fluido como en la primera parte. A falta de 3:28 el partido estaba en 54-46 y Katsikaris pidió un tiempo muerto. De ahí hasta el final del tercer cuarto, los mejores momentos de los murcianos. Kelati logró un triple, Rojas anotó sus tres tiros tras recibir una falta cuando trataba de lanzar de tres y Radovic hizo una jugada de dos más uno para poner a los visitantes por delante 54-55. Con esa corta ventaja finalizó el cuarto. Había partido.

Ya en el último cuarto y tras dos canastas de Facundo Campazzo, el UCAM se fue por cuatro puntos, 61-65, pero el argentino estaba cansado y dejó de elegir las mejores opciones. A partir de ese instante el conjunto murciano se cebó con los triples, dejó de jugar al baloncesto y acabó entregando el partido a su rival, al que le bastó con anotar sus tiros libres. Estaba claro que la diferencia en el tiro libre del primer tiempo sería compensada y ambos acabaron el choque con 26 faltas personales. El UCAM hizo 1 de 9 en triples en este cuarto y encajó un parcial de 16-4 en los últimos siete minutos del partido. Sin duda, una derrota inesperada que le aleja de la Copa.