Cuatro murcianos reciben ayuda para morir durante el primer año de la ley de eutanasia
La comisión regional encargada de velar por el proceso rechazó una quinta solicitud, y mantiene otras dos en estudio
Ni 'pendientes resbalizadas' (abusos en la aplicación de la norma) ni objeciones masivas. La ley de eutanasia cumple un año sin que se hayan ... materializado las previsiones más agoreras de sus críticos. De hecho, la normalidad con la que se ha desarrollado en la Región de Murcia contrasta con las fuertes polémicas que precedieron a su aprobación. La prestación de ayuda para morir se demuestra además como una alternativa a la que se recurre en situaciones muy concretas: solo cuatro personas se han acogido a la eutanasia en todo este tiempo en la Comunidad. Una quinta solicitud fue rechazada y otras dos se encuentran en estudio, según los datos facilitados por la Consejería de Salud.
«Se han registrado menos casos de los previstos», confirma Joaquín Jiménez, experto en bioética y vicepresidente de la Comisión regional de Garantías, que es el órgano encargado de velar por la correcta aplicación de la norma y de autorizar en última instancia las solicitudes. Hay, no obstante, diferencias entre comunidades. En Cataluña se han tramitado 137 peticiones y 60 personas han recibido ya ayuda para morir, según los últimos datos hechos públicos por la Generalitat. En el País Vasco se han llevado a término 12 procesos de eutanasia, y en la Comunidad Valenciana se han autorizado 18. «Creo que las diferencias no son casuales. En nuestra cultura hay más influencia de la familia, la religión y las tradiciones», reflexiona Jiménez.
Un joven de 28 años que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) protagonizó la primera eutanasia en la Región de Murcia, el pasado mes de septiembre. Le siguió una mujer de 94 años con graves secuelas y una completa incapacidad fruto de una enfermedad cerebrovascular. Los otros dos pacientes que recibieron ayuda para morir en la Región eran dos hombres de entre 50 y 59 años: uno de ellos padecía ELA, y el otro «presentaba pluripatologías».
Hasta el momento se han registrado «menos casos de los previstos», subraya el vicepresidente del comité, Joaquín Jiménez
Una quinta solicitud de eutanasia fue rechazada. El paciente padece una enfermedad psiquiátrica, y la Comisión de Garantías entendió que su situación no se ajusta a las supuestos previstos en la ley: padecer «una enfermedad grave e incurable» o «una enfermedad grave, crónica e imposibilitante» que provoque un padecimiento «que la persona experimenta como inaceptable y que no ha podido ser mitigado por otros medios». Los casos en los que entra en juego la salud mental son los que están planteando más dudas en todas las comunidades. «No podemos cerrar del todo la puerta a estos pacientes, pero son situaciones muy complejas», advierte Joaquín Jiménez.
Dos de los pacientes, uno de ellos de 28 años, padecían esclerosis lateral amiotrófica
Para el presidente de la Comisión de Garantías, José Manuel Allegue, el balance de la aplicación de la ley en la Región es positivo. Tras las quejas por la premura con la que hubo que elaborar protocolos y circuitos, la ley se ha aplicado con normalidad. «No se está produciendo, de momento, ninguna pendiente resbaladiza, y lo que sí hay es una disposición de todos los profesionales a colaborar», destaca.
87 objetores
La objeción de conciencia es por ahora una opción minoritaria. 87 médicos, dos farmacéuticos y una única enfermera han manifestado su rechazo a participar en procesos de eutanasia en la Región. El Servicio Murciano de Salud (SMS) creó equipos especializados de médicos y enfermeros para asumir la atención a estos pacientes ante la previsión de que se produjesen más objeciones, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos solo han tenido que intervenir de apoyo a los médicos de familia, que son quienes han asumido la responsabilidad del acompañamiento.
El papel de los facultativos de Primaria es precisamente lo que reivindica Abel Novoa, coordinador del grupo de trabajo en Bioética de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc). «Primaria está ya acostumbrada a atender a pacientes en fase terminal, a sedaciones paliativas. Los profesionales conocen a las familias, y eso es muy importante en esos momentos», subraya. Para dar herramientas y formar a los facultativos, Semfyc acaba de publicar un monográfico sobre eutanasia que ha coordinado Novoa, junto a otros expertos.
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