Lo mejor de la Cruz Roja en Murcia, siglo y medio después

Solo nueve años tardó Murcia en sumarse a la organización Cruz Roja Internacional, creada en febrero de 1863, con la exclusiva misión humanitaria de proteger a las víctimas de la guerra y de la violencia interna, así como de prestarles asistencia. Desde que la puso en marcha su promotor, el doctor José Meseguer Huertos, en julio de 1873, la Asamblea Local de la capital lleva 150 años atendiendo «a las personas vulnerables», creciendo cada día y contando con lo mejor de esta organización: todas las personas que están detrás de ella.

Este martes sus voluntarios (4.200) y sus socios (unos 25.000), sus trabajadores y dirigentes, y todos los que hacen posible que el trabajo salga adelante cada día, celebraron con dos actos, que sirven de colofón, la conmemoración de este redondo aniversario. Por la mañana, en la sede local, el ginecólogo y tataranieto del fundador, Francisco José Meseguer Peña, descubrió la placa en honor a su antepasado, ante la presencia, entre otros, del alcalde de Murcia, José Ballesta, y de las presidentas local y regional de Cruz Roja, Carmen Chinchilla y María Teresa Sánchez, respectivamente.

Meseguer agradeció «el detalle de acordarse de un personaje tan insigne para nuestra familia y para Murcia», un legado que para la presidenta local, Carmen Chinchilla, Murcia ha sabido honrar en estos años. La máxima representante de la organización en la capital destacó su evolución, y mencionó algunas de las áreas en las que están muy presentes.

Chinchilla se refirió a la salud mental, al acompañamiento de los mayores para prevenir la soledad no deseada, al acogimiento familiar, y a las ayudas con alimentos y el pago de facturas, entre otras, a personas vulnerables.

No dejó de acordarse de los programas que lleva a cabo la rama Juvenil de refuerzo escolar para niños en general y para hospitalizados de larga duración. La búsqueda de empleo, y cómo no la actuación de socorro, en primera línea, en casos de emergencia dan una idea de la basta red de actuación que cubre Cruz Roja.

El alcalde, José Ballesta, destacó «la entrega absoluta de quienes siempre están dispuestos a echar una mano» cuando se les necesita, como en el incendio de la madrugada del domingo, 1 de octubre, en las discotecas de la zona de ocio de Atalayas.

Por la tarde, como acto final, celebrado en el Teatro Romea, tuvo lugar una gala, que congregó a una buena representación del voluntariado y socios de la organización, y que presidió el jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras. No faltó el alcalde Ballesta y el delegado del Gobierno, Francisco Javier Jiménez.

• Temas
• Cruz Roja Internacional