La Fica estrena mercadillo los domingos para restar aglomeraciones al de los jueves en La Fama

La explanada de La Fica, junto a la mota del río, estrenó el mercadillo de los domingos que nace, entre otros objetivos, con el de restar aglomeraciones al que se celebra los jueves en la avenida de La Fama. No menos importante es que da cabida a 69 comerciantes –inicialmente eran 81, pero algunos no han reunido las condiciones para renovar la licencia– que han tenido prioridad para instalarse porque llevan seis meses sin poder trabajar. La venta ambulante en la ermita del Rosario, entre Los Garres y Los Dolores, no había vuelto a ser autorizada por el Ayuntamiento desde que se decretó el estado de alarma porque no reunía condiciones de seguridad en su antigua ubicación.

Puestos de fruta y verdura, encurtidos, cascaruja, churros, embutidos, ropa, textil hogar, calzado, bisutería, gafas y hasta mascarillas conforman la oferta en una zona de 530 metros lineales, que cuenta con la aprobación de la Junta Municipal de Distrito Este, que preside Rafael Gómez, que visitó la instalación junto al concejal de Comercio, Mercados y Vía Pública, Juan Fernando Hernández.

El edil está convencido de que «quitará presión al de los jueves en la avenida de La Fama porque habrá menos afluencia de gente, facilitando el distanciamiento social y habrá menos riesgo de contagio a la hora de hacer la compra». La concejalía también trabaja con las juntas vecinales en la reubicación en barrios colindantes de al menos 200 ó 300 de los 600 titulares de licencia en La Fama «porque es un mercado inabarcable con las condiciones que tenemos ahora con la pandemia; se come todos los recursos económicos y humanos y reconocemos que no estamos preparados estructuralmente para abordarlo».

Rafael Gómez, por su parte, considera que «esta es una acertada opción para que puedan comprar todos los que trabajan durante la semana». El edil socialista Juan Vicente Larrosa aludió a que «esta es una buena zona y con visibilidad, que le puede dar un plus de crecimiento al mercado y una solución para aquellas familias que no habían reiniciado la actividad al estar el mercado de la Ermita cerrado».

La autorización de este mercadillo nace con el beneplácito de la Asociación de Comercio Ambulante de la Región de Murcia, cuyo presidente, Juan Vinagre, se mostraba satisfecho de las condiciones en que se estaba desarrollando la actividad, «con uso de mascarilla, gel hidroalcohólico, guantes y control de aforo».

Felisa y su hijo, Juan Felipe, apostados tras su puesto de frutas, reconocían que «tenemos que empezar de nuevo porque en la Ermita del Rosario ya teníamos nuestros clientes, pero estábamos deseando volver a vender los domingos. Este sitio no nos desagrada. La gente dirá». José Arnaldos Ruiz y Elena Núñez estaban encantando con el estreno de su puesto de verduras. «El parón ha sido muy largo y las cosas están muy delicadas. Esto sitio es estupendo porque hay mucho espacio y facilidad para aparcar», aseguraba José.

Antonio José Martínez Sáez, con su oferta de textil de hogar, reconocía que «los vendedores ambulantes lo estamos pasando mal. Aquí o allí pero estábamos deseando que lo abrieran».

La clientela era de lo más diversa. Desde un matrimonio, Encarni y Pepe, que se desplazó desde Los Garres para comprar en sus puestos de siempre y que aseguraba que «nos ha faltado besarnos después de seis meses sin vernos» hasta Juan, que paseaba al perro, y decidió acercarse a comprar unos tomates.

El horario de venta es de 8 a 13 horas y los vendedores se han comprometido por escrito a ser «modélicos» en limpieza y orden .