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«Dormimos con todo cerrado en pleno verano por miedo»

Los afectados, que aseguran estar «vendidos», crean un grupo de WhatsApp para avisarse cuando ocurre alguna incidencia

Sábado, 18 de agosto 2018, 01:08

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La zona cero de la oleada de robos en la pedanía de Los Garres la forman las casas que se distribuyen por los estrechos carriles de la Ermita del Rosario, un barrio que ha incrementado su población considerablemente en los últimos años debido a la proliferación de viviendas residenciales. Algunos de los chalés disponen de seguridad privada y se libran de los robos, pero otros no tienen tantos medios. «Estamos absolutamente vendidos», lamenta la presidenta de la Asociación de Vecinos, Mercedes Romero, que es administradora del grupo de WhatsApp, llamado 'Patrulla de vecinos', en el que los ciudadanos avisan cuando detectan alguna incidencia.

«Vamos a tener que colocar rejas en mi casa porque no podemos más con esta situación. Mi mujer y yo dormimos con todo cerrado y eso en invierno se puede llevar, pero en verano, con este calor, es más complicado», comenta José Miguel Musiá, a quien le entraron a robar el pasado viernes y, aunque no se llevaron nada, ocasionaron algunos destrozos en su vivienda. «El día siguiente de este intento robo, uno de los ladrones se refugió en mi parcela. Estuvo agazapado y en silencio hasta que la Policía, que había acudido tras llamarla nosotros, se fue. Entonces, pude escuchar como salía de su escondite y huía corriendo, sin darme tiempo a localizarlo».

También sufrió una tentativa de robo la joven Natalia, que vive con su familia en otra casa de la Ermita del Rosario. En este caso, los cacos le dejaron un recuerdo. «Intentaron abrir la alambrada con una pata de cabra y se la dejaron allí al escapar», relata esta vecina mientras muestra el artilugio como si fuera un trofeo. «También se dejaron una mochila que estaba vacía», añade.

Mercedes Romero asegura que los ladrones conocen muy bien la zona, pues hace poco, cuando estaban en la calle de noche de tertulia, los vecinos vieron a una persona que emergía de una acequia colindante (que a esas horas no llevaba agua) y saltaba la verja de un huerto cercano justo por el espacio por donde el acceso es más sencillo.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de la Ermita del Rosario reclama, además de más presencia policial, que se proceda a la limpieza de algunos huertos «que parecen bosques» y se mejore la iluminación en estos carriles, pues asegura que muchas farolas no se encienden. «Esto parece la boca de un lobo», lamenta Mercedes Romero.

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