Cultura pone reparos a colocar la imagen de Santiago Apóstol en la fachada de la Catedral de Murcia

La resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural indica que «autoriza» el proyecto básico y de ejecución de restauración de la fachada, atendiendo tanto a los informes de los técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico, como a los de las instituciones consultivas (Universidad de Murcia, Colegio Oficial de Arquitectos de la Región de Murcia y Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia).

Sin embargo, en el punto cuarto dice textualmente: «La presente autorización no incluye, por no constituir un elemento esencial en la restauración de la fachada, la incorporación de los elementos escultóricos a ubicar en su coronación». Y añade que «en caso de estimarse conveniente, y fuera del presente proyecto, podrá elaborarse una propuesta individualizada» sobre la incorporación de este y otros elementos escultóricos a ubicar en la coronación de la fachada, «que habrá de ser desarrollada, en su caso, en un proyecto específico».

Patrimonio Cultural se refiere tanto a la escultura de Santiago, como a las dos elementos nuevos decorativos que se ubicarían a cada lado del apóstol, tal y como lo ha diseñado el arquitecto y director del proyecto, Juan de Dios de la Hoz, y su estudio, Arquitectos Lavila.

De la Hoz, a preguntas de LA VERDAD, comentó que cuando Patrimonio habla de que es un elemento no esencial se refiere al hecho de que «si no se ejecuta no le ocurre nada a la fachada», y a continuación dejó claro que «si no lo autoriza no se podrá colocar» en la coronación.

El arquitecto, sin embargo, defendió que en el proyecto «se justifica que la escultura del apóstol culmina todo el lenguaje iconográfico de la fachada; aquí es donde radica su importancia». Añadió que «entendemos que da sentido al discurso que establecen el resto de las imágenes de los pisos inferiores»

El equipo redactor del proyecto, en palabras de De la Hoz, no considera que se trate de «un mero elemento formal o decorativo» y dejó claro que, ante esta decisión, «no puede llevarse adelante la propuesta de un concurso para decidir el modelo de la escultura» de Santiago, que debería formar parte de esa hipotética propuesta individualizada a la que se refiere la resolución.

El director del proyecto comentó que tenía pendiente de solicitar a Cultura la autorización para leer los informes realizados sobre su proyecto por parte de las entidades consultivas. «Me gustaría conocer los razonamientos expuestos por estas instituciones, no solo en el tema de la escultura, sino también en el resto de las propuestas» que recoge.

En su resolución, Patrimonio Cultural detalla que se constituirá en un plazo máximo de 3 meses desde el inicio de las obras, una comisión de seguimiento de los trabajos; esta tendrá «capacidad de decisión ante las posibles eventualidades» que surjan durante la restauración, «así como valorar los criterios a aplicar en las reintegraciones volumétricas».

Integrarán la comisión los técnicos del Obispado de Cartagena y de la Dirección General de Patrimonio Cultural que se determinen, «pudiendo incorporarse por consenso algún especialista con estudios y trabajos previos sobre la fachada de la Catedral».

El resto de los condicionantes que se incluyen en el dictamen de la Dirección General, y que también deben ser asumidos por los promotores del proyecto, son la aportación a la administración regional de las conclusiones extraídas de las diferentes analíticas de materiales y procedimientos una vez completados los estudios y ensayos previos. El objetivo, añade es «concretar los criterios definitivos de intervención en la consolidación y restauración, así como las decisiones que afecten al cromatismo y percepción de la fachada».

Igualmente, el equipo ejecutor deberá «concretar y justificar» cada una de las intervenciones de reintegración volumétrica y que deberá desarrollarse en un proyecto anexo firmado por un restaurador-escultor «de contrastada solvencia profesional».

Patrimonio también indica que el director técnico, una vez concluida la intervención, deberá presentar ante esa Dirección General una memoria de la intervención ejecutada y de los tratamientos aplicados, así como documentación gráfica del proceso seguido.

Los andamios colocados frente a la fachada de la Catedral ya cubren más de la mitad del imafronte y la intención del Obispado es que los ciudadanos y turistas que lo deseen puedan subir por ellos para ser testigos de las obras que se prolongarán alrededor de un año. Las visitas guiadas durarán entre 30 y 45 minutos.

El presupuesto estimado es de 1,2 millones de euros y la obra se financiará mediante aportaciones de empresarios y de particulares, principalmente. El Obispado quiere desligarla de las administraciones públicas hasta saber con qué dinero cuenta.

Los trabajos incluyen la protección y restauración de todos los elementos de la fachada, la limpieza general, la reparación y protección de las cornisas y de las balaustradas, y la limpieza de las vidrieras. Para evitar el anidamiento de las palomas, se ha previsto utilizar trampas, redes, pinchos y sistemas electrostáticos.