Vecinos de Los Dolores piden que el Castillito abra como centro cultural
Proponen que la mansión acoja una biblioteca y una sala de exposiciones para cumplir con la voluntad de la familia y dinamizar la vida en el barrio
Una casa de muñecas invita a divertirse y aprender jugando. Eso es lo que pretenden los vecinos de Los Dolores, que la mansión, con nivel de protección uno y para la que piden que sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC), con la que el viandante se encuentra de sorpresa en la calle Castillo del Buen Amor abra sus dependencias como centro cultural y de ocio para todo el municipio.
En cambio, el Castillito es el destacamento de la Policía Local en Los Dolores desde hace once años. Una mansión de tres pisos, de la que los agentes solo utilizan las instalaciones de la planta baja. Un año después de su última restauración, en 2013, un informe de los inspectores del Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Dirección General de Trabajo de la Comunidad prohibió el uso de la escalera de caracol que da acceso a la primera planta por no cumplir con los requisitos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
La estructura de los escalones no tiene el ancho mínimo de un metro que establece la norma. Además, provocó la caída de varios agentes según denunciaron los sindicatos. La supresión del piso superior dejó a los policías sin sala de descanso, taquillas y duchas.
El destacamento de la Policía Local seguirá en la planta baja del inmueble, mientras que el resto está en desuso
«El inmueble está infrautilizado y no cumple con el uso lúdico o de zona verde para el que lo cedió la familia», expuso Tomás Illán, impulsor del grupo 'La voz del barrio', que desde octubre reivindica en redes sociales un clamor popular en Los Dolores: la apertura del Castillito.
Adecuación del jardín
El grupo de vecinos propone que las dependencias de este inmueble de estilo premodernista, construido en 1899 por el arquitecto vallisoletano Tomás Rico, acoja una biblioteca de autores cartageneros y una sala de exposiciones para uso y disfrute de los artistas locales.
«Podría ser un referente cultural para el municipio, que contribuyera también a dinamizar la vida social en Los Dolores. Hay que poner en valor el patrimonio de barrios y diputaciones. No solo existe el centro histórico. Cartagena es mucho más», dijo María Teresa Clemente, vecina de la zona.
La Concejalía de Vía Pública y Jardines trabaja en la limpieza y adecuación del jardín del Castillito para que se pueda abrir al público. «Está casi listo, solo falta arreglar el estanque central», indicó el concejal del área, Juan Pedro Torralba. Para el interior, no se conciben los planes que los vecinos piden. «De momento el servicio de Policía que solo usa la planta baja seguirá en el inmueble», aclaró Torralba.
Para la mayoría de vecinos, «el Castillito es parte de nuestra identidad», como afirmó el farmacéutico Guillermo Vivero. Además, consideran que es de justicia su apertura para uso social porque «esa fue la razón por la que la familia lo cedió al Ayuntamiento», concluyó.
Aunque el movimiento vecinal arrancó hace poco, la reivindicación de dar una nueva vida a estas dependencias es una reclamación de años.
«Seguiremos insistiendo porque ni los policías están a gusto en unas instalaciones que no cumplen con los requisitos, ni nosotros consideramos que sea justo que un edificio de estas características, que debería ser BIC, quede relegado a un uso tan escaso», explicó la vecina Isabel García.
Una casa de muñecas en la que vivió un alcalde de la ciudad
El Castillito de Los Dolores fue construido en 1899 por el arquitecto Tomás Rico, autor también del Palacio Consistorial. Esta casa de muñecas fue un encargo del empresario industrial Pedro Conesa para regalar a su nieta materna Antonia. La niña la utilizó incluso como residencia durante una temporada. El hijo de Antonia, José de la Figuera y Calín, fue alcalde de Cartagena entre 1941 y 1942. La viuda de éste, María del Carmen López Casal, cedió el edificio al Ayuntamiento para su aprovechamiento como parque y espacio cultural para los vecinos. Los trabajos de restauración y rehabilitación del Castillito comenzaron en noviembre de 2010 y costaron unos 585.000 euros, de los que el Ayuntamiento aportó 210.000 y el resto la Comunidad Autónoma.
