El radar de Tráfico en la Región de Murcia que ha sufrido una decena de ataques en tres años
Los vándalos opacan el cristal de la cabina ubicada en la carretera de La Aljorra para evitar sanciones por exceder los límites de velocidad
El radar fijo situado en la carretera de La Aljorra (RM-602), que conecta Cartagena con Fuente Álamo y da acceso a la empresa Sabic, ha sido vandalizado más de una decena de veces en tres años.
Este dispositivo ubicado en el kilómetro 5 de la carretera de propiedad autonómica ha sufrido daños de diversa consideración desde el 2021. En la mayoría de ocasiones, los vándalos han tratado de destrozar u opacar el cristal de la cabina. En otras, el objetivo ha sido abollar o desplazar la propia cabina para impedir, en cualquier caso, que el radar identifique a los conductores que exceden el límite de velocidad y evitar la sanción económica.
Por esta vía que conecta con la autovía de Murcia transitan unos 7.800 vehículos diarios, por lo que es frecuente la congestión del tráfico, así como que las prisas por entrar y salir del trabajo lleven a los conductores a pisar el acelerador.
Precisamente a finales de 2021, distintos colectivos en representación de los usuarios de la carretera de La Aljorra denunciaron la incompatibilidad en las señales y prohibiciones, lo que provocó un «aluvión de sanciones injustificadas».
Los datos
10 actos vandálicos ha sufrido este dispositivo en los últimos tres años.
70.000 euros puede alcanzar la sustitución de estos sistemas de control.
La Dirección General de Tráfico (DGT) eludió dar números, pero aseguró que aunque «la vandalización de los radares no es una práctica habitual, se dan casos en otras provincias».
No obstante, este organismo adquirió a finales del pasado año cajas blindadas para proteger los radares de los actos vandálicos, desde pintadas que ciegan las cámaras e inutilizan el dispositivo, hasta golpes con todo tipo de herramientas. De momento, el radar de la carretera de La Aljorra no ha sido blindado.
La sustitución de estos sistemas de control de tráfico puede alcanzar los 70.000 euros. Hasta el momento, la tecnología incorporada en los cinemómetros láser es la más costosa.
A los conductores que se dejen llevar por un ataque de ira les puede salir muy cara la impulsividad. La multa por causar daños a los radares, que son infraestructuras e instalaciones públicas, ronda los 3.000 euros. «Además, las personas responsables deben hacer frente al coste de la reparación de los daños que ocasionen», recordaron desde la Dirección General de Tráfico, aunque prefirieron no cuantificar las multas interpuestas por destrozar este dispositivo de tráfico en la carretera de La Aljorra.