Cerco al botellón en Cabo de Palos tras el aluvión de críticas

Ante la previsión de que muchos chavales pudieran concentrarse para beber en la calle, con motivo de una fiesta de despedida del verano en la discoteca Trips de La Manga, los agentes acordonaron los accesos al supermercado Eurospar, principal punto negro denunciado por residentes y empresarios de la primera localidad.

A pie y en coche, los funcionarios 'peinaron' las zonas susceptibles de albergar botellones, como elemento disuasorio. Hasta la madrugada, se movilizaron para evitar las aglomeraciones reprochadas por la Asociación de Vecinos, que ha recogido cientos de firmas para exigir medidas contra el ruido, la suciedad y la inseguridad del tráfico.

La afluencia de muchachos (algunos en apariencia menores de edad) fue muy inferior a la de los últimos botellones, al ser un día entre semana y 31 de agosto, cuando mucha gente había puesto ya fin a sus vacaciones. Aun así, la presencia policial fue efectiva, según indicaron fuentes vecinales a LA VERDAD.

Durante todo el verano, las quejas fueron constantes respecto a la atención municipal. Según los vecinos, los fines de semana llamaban a la Policía Local para que acudiera a atajar los ruidos del botellón y de varios chiringuitos de El Vivero de La Manga, pero en muchas ocasiones la respuesta era que no había agentes suficientes en la zona. Lo mismo ocurrió en el verano de 2021.

El lunes, ante el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Pedro Torralba, la alcaldesa, Noelia Arroyo, pidió «disculpas» por lo sucedido; prometió tomar medidas en la costa, de acuerdo con la Asociación de Vecinos; y reclamó más colaboración estatal este mes, mediante un refuerzo de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional para las Fiestas de Carthagineses y Romanos.