Seguridad Nuclear aprobará el plan de Ercros para tapar los suelos radiactivos de El Hondón
El presidente de la entidad estatal dice que este año habrá «previsiblemente» un informe favorable a confinar los residuos con capas de tierra y geotextil
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo, adelantó este viernes en Cartagena que este organismo aprobará «previsiblemente» el proyecto de remediación ... de los suelos contaminados de El Hondón presentado por Ercros. «Entre finales de este año y principios del que viene», emitirá un informe a partir del cual «las autoridades de la Comunidad Autónoma, que al final son las que tienen que aprobar el proyecto de restauración, lo hagan. Y a partir de ahí, manos a la obra», afirmó Lentijo. La parcela afectada tiene un millón de metros cuadrados, hay depósitos de uranio -238 y está situada en la entrada a Cartagena por la autovía de Murcia.
A preguntas de los periodistas, con motivo de su participación en la clausura de la 47 Reunión Anual de la Sociedad Nuclear Española, Lentijo explicó que los técnicos del CSN están ultimando la evaluación de documentación complementaria aportada por el grupo empresarial. Previo requerimiento el Consejo, el titular de la antigua fábrica de abonos y fertilizantes Potasas y Derivados detalló meses atrás su plan para los materiales que emiten radiactividad natural. Básicamente, consiste en «aislarlos del exterior y proteger a la población y el medio ambiente, que es de lo que se trata». Y recordó que el método consistirá en taparlos con «una serie de coberturas y capas» de tierra vegetal y geotextil, que garantizan su inmovilización durante «un altísimo plazo» de tiempo. La inversión prevista por la empresa, que cerró la fábrica en 2001, es de unos cuatro millones de euros.
El expediente pasará a la Comunidad, para que autorice a la empresa las obras en el suelo ocupado por la fábrica hasta 2001
Lentijo apuntó con cautela que el informe será positivo «si se demuestra que esta solución es coherente con los criterios radiológicos y con la normativa al respecto». Apuntó que hay «informes de muchas compañías, algunas de las cuales trabajan en el sector nuclear y conocemos muy bien, que demuestran que la mejor solución para el caso del Hondón es esta». Y agregó que «es muy previsible que impongamos alguna medida de seguimiento de la restauración, por si hay algún punto con un grado de contaminación mayor al previsto» que exija «extraerlo en condiciones de seguridad» y entregarlo a Enresa. De hecho, por exigencia del CSN, Ercros espera iniciar pronto la retirada de unas arquetas afectadas por uranio cerca de San Ginés. El material será entregado a la sociedad pública Enresa.
En cualquier caso, afirmó que «estamos ante un proyecto muy único y, a la vez, muy estándar», lo que da «tranquilidad». Citó la experiencia acumulada con las balsas de fosfoyesos de Huelva y el embalse del río Ebro en Flix, Tarragona. Y recalcó: «Nosotros no tenemos en cuenta los costes económicos de las soluciones» para terceros, sino que «imponemos las condiciones que garanticen que la población y el medio ambiente están perfectamente protegidos».
Los vecinos exigen rapidez
Lentijo, presidente del CSN desde julio, admitió que el plan de El Hondón acumula un gran retraso y afirmó que la complejidad de los expedientes, con muchas partes implicadas, «hace que los procesos se alarguen». «Pero yo diría que ese alargamiento es bueno, porque de lo que se trata es de tener una solución que satisfaga a todas las partes», manifestó.
Sus palabras inquietaron a la plataforma de afectados por los metales pesados de Cartagena, liderada por Fulgencio Sánchez. Este colectivo vecinal mantuvo un encuentro con Lentijo en El Batel y le exigió «rapidez, porque llevamos ya 21 años esperando y está en juego nuestro derecho a la salud y al medio ambiente».
El máximo responsable del Consejo se comprometió a ello, en uno de los seis suelos de España que el CSN identificó hace ya cuatro años como alterados por radiactividad y que la Comunidad Autónoma declaró contaminados por metales pesados. «Ha costado, pero afortunadamente estamos al final del túnel, por lo menos de una parte del túnel. Luego hay que acometer el proyecto y llevará un tiempo», dijo Lentijo a los periodistas.
Ercros ha planteado devolver los terrenos a un estado de uso industrial seguro. Sobre otros posibles empleos futuros del suelo, cuyo dueño mayoritario es el Ayuntamiento de Cartagena, Lentijo se mostró cauto. Afirmó que el CSN emitirá los informes técnicos necesarios ante eventuales propuestas de construcción de viviendas o industrias. Y llamó al consenso para que cualquier plan sea «seguro y socialmente haya una satisfacción».
Revisará la antigua zona de Zinsa por si hay riesgo para los vecinos de Torreciega y el medio ambiente
Respecto al vertedero de residuos peligrosos situado en los antiguos terrenos de Española del Zinc (Zinsa), ubicados a escasos metros de El Hondón, entre Torreciega y Cabezo Beaza, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) avanzó que los técnicos de esta institución inspeccionará la zona en unos días.
«Vamos a ver cómo está el tema. En nuestra normativa técnica, identificamos industrias o actividades que potencialmente podrían tener ese problema» de la radiactividad, explicó Juan Carlos Lentijo. Y añadió que se trata de «comprobar» si hay radiactividad en los terrenos, incluidas las balsas de ácido sulfúrico que los vecinos piden que sean vaciadas y cubiertas por la empresa Cartagena Parque, actual propietaria; en qué concentraciones; y qué impacto puede tener sobre las personas y el medio ambiente. El vertedero está pendiente de sellar desde el cierre de la fábrica, en 2008.
«Si el Consejo determina que es necesario que el proyecto de restauración considere criterios radiológicos, los impondremos. Y quien corresponda, lo hará», indicó Lentijo. Y añadió que «el Consejo está perfectamente comprometido a ayudar a las autoridades locales y regionales a identificar estas situaciones y en promover soluciones respetuosas con la calidad sanitaria de las personas y su protección radiológica y con la del medio ambiente».
Citó también unas mediciones realizadas esta semana en una zona de Cartagena no precisada. La conclusión fue que «no hay un riesgo radiológico». La supervisión continuará en al menos 51 zonas con residuos NORM, en su mayoría de antiguas fundiciones de plomo en Cartagena y La Unión.
Palomares y Águilas
Es un trabajo conjunto con la Comunidad Autónoma, en concreto con la Consejería de Medio Ambiente, ante quienes presentó una denuncia en 2019 el científico cartagenero José Matías Peñas Castejón por los riesgos de las radiaciones ionizantes y el plomo.
Respecto a los terrenos radiactivos de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería), Lentijo afirmó que el CSN evalúa las campañas de vigilancia del Ciemat en la zona vallada y otras cercanas.
No precisó si entre ellas está Águilas, donde según un informe de la Comisión Europea, citado por Greenpeace en 2020, existe una de las seis estaciones medidoras de radiactividad en la zona. Y sobre la descontaminación en Palomares, Lentijo la supeditó a un acuerdo entre España y Estados Unidos para una segunda restauración ambiental. La primera se hizo tras el accidente nuclear ocurrido por la colisión de dos aviones militares estadounidenses en 1966.
López Miras llama a «no estigmatizar la energía nuclear»
Por otro lado, en la clausura de la 47 Reunión Anual de la Sociedad Nuclear Española el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, pidió «valorar y no estigmatizar la energía nuclear, que durante décadas ha permitido el desarrollo de la sociedad, y que hoy, con las últimas innovaciones tecnológicas, es muy segura». Recordó que la Unión Europea ya considera 'energía verde' la nuclear, que «podría disminuir la dependencia del gas y otros combustibles fósiles» y «contribuir a la reducción de la huella de carbono y, por tanto, a la lucha contra el cambio climático». Y todo ello, dijo sin citarla, en «el actual escenario» de la guerra de Ucrania. Sí la citó el presidente del CSN, Juan Carlos Lentijo, quien se refirió a que la invasión de Rusia «ha alterado el ritmo del mundo, dando un vuelco a las previsiones económicas, energéticas y geopolíticas, y obligando a reaccionar y adaptarse a esta nueva realidad a todos los gobiernos e instituciones».
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