Un buque de la Armada encalla y retrasa las labores de búsqueda del avión siniestrado
El cazaminas 'Turia' choca contra un lecho rocoso a pocos metros de la costa de La Manga tras hallar restos de la aeronave
Su misión, esta vez, no era luchar contra el terrorismo ni las mafias dedicadas al tráfico ilegal de personas en aguas internacionales, sino encontrar los restos del avión siniestrado anteayer frente a la costa de La Manga, y así ayudar a arrojar algo de luz sobre la muerte del comandante instructor de la Academia General del Aire (AGA) Francisco Marín Núñez. Pero cuando parecía que lo iban a conseguir, cuando creían que habían hallado parte de la nave, la tripulación del cazaminas 'Turia' tuvo que abandonar el barco. Una brecha en el casco, de casi diez metros de longitud, provocada al chocar contra una formación rocosa del fondo marino, según fuentes de la Armada, obligó a los marineros, una treintena, a evacuar el buque y suspender la búsqueda.
«Atención tripulación, pónganse el chaleco salvavidas y prepárense para evacuar el barco», fueron las palabras que se escucharon por los megáfonos del barco y que también oyeron bañistas que sobre las diez menos cuarto de la mañana, hora del incidente, estaban en la playa de Galúa. En el buque solo quedó una dotación de doce personas, para tratar de mantener el barco a flote y evaluar las causas del percance.
El accidente ocurrió cuando la embarcación procedía a recuperar a bordo el robot submarino llamado 'Pluto'. Este había sido desplegado de madrugada para buscar restos del avión C-101 del Ejército del Aire accidentado anteayer, «cuando el barco perdió estabilidad y quedó encallado frente a la playa en un lecho rocoso», según explicó el jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Acción Marítima, capitán de Corbeta, Juan Bautista Pérez Puig.
La tripulación fue evacuada de urgencia en zódiacs de Salvamento Marítimo y del Centro de Buceo
La vía de agua afectó a varios compartimentos, entre ellos a la sentina (una zona de la sala de máquinas que recoge líquidos y aceites). No llegó a la zona de almacenamiento de combustible, donde hay cerca de 30 toneladas, según explicaron fuentes del Ministerio de Defensa.
Rescate
Afortunadamente, en las inmediaciones se encontraban tres zódiacs del Centro de Buceo de la Armada (CBA), que también estaban participando en los trabajos de búsqueda de la nave, y una embarcación de Salvamento Marítimo, 'Mestelero', que pronto envió otro bote para rescatar a los marineros.
Minutos más tarde, fueron trasladados a los cazaminas 'Tambre' y 'Sella', que enseguida llegaron al lugar. Junto a ellos también lo hizo personal técnico, mecánicos y efectivos contraincendios de la Armada, para tratar de evitar que el barco siniestrado ardiera y terminara en el fondo del mar. El buque quedó, entonces, unido por un cabo al 'Mestelero', para estabilizar su posición. El jefe del Estado Mayor culpó del accidente a las malas condiciones meteorológicas.
Juan Bautista Pérez admitió que este incidente paralizó por unas horas la labores de búsqueda de la aeronave, pero que una vez estabilizado el 'Turia', continuaron. Confesó que los trabajos se verán ralentizados, ya que este barco y el 'Tambre', que se quedó en labores de ayuda, son los que llevan el sistema de rastreo por sonar.
Análisis del accidente
La Armada desplazó a las inmediaciones otro equipo de buceadores del CBA, de la Flotilla de Medidas Contraminas y del buque de salvamento 'Neptuno', «para estudiar las opciones existentes para la recuperación de la operatividad del buque», añadió Pérez Puig. Las condiciones meteorológicas dificultaron las operaciones de buceo para evaluar los daños exteriores. La Armada espera tener hoy un informe de los daños, ya que confía en que mejorará el tiempo.
Estudian poner flotadores al casco, achicar el agua del interior y remolcarlo hasta el puerto de Cartagena
Los buceadores de la Armada estuvieron durante toda la tarde y parte de la noche en la zona intentando minimizar los efectos de la vía de agua que afectó a la nave. El objetivo, tras superar la fase más crítica, según el capitán de Corbeta, es «salvar» el cazaminas, que está a pocos metros de la costa de La Manga.
Añadió que ahora, lo importante, es «no correr más riesgos innecesarios» y que los «daños no vayan a más, de forma que «una vez que termine la evaluación de los desperfectos se decidirá qué alternativa de rescate es la más adecuada».
Extracción del combustible
Las primeros trabajos que se lleven a cabo serán la extracción del combustible. Estas labores se harán a través de una manguera y, por succión, el líquido se trasladará al buque de Salvamento Marítimo. Tras ello, la Armada baraja colocar unas fajas exteriores que den flotabilidad al buque, estabilizar el casco y bombear el agua de su interior. Después de ello, será remolcado al puerto de Cartagena para su reparación.
Este suceso volvió a causar gran expectación entre los vecinos de La Manga y los bañistas, que pese al mal tiempo, permanecieron atentos a las labores.
El cazaminas 'Turia' (M-34) es el cuarto de la clase 'Segura'. Se encuentra integrado en la Primera Escuadrilla de Cazaminas de la Fuerza MCM, junto con el 'Segura', 'Sella', 'Tambre', 'Duero' y 'Tajo', con puerto base en el Arsenal Militar de Cartagena. Mide 57 metros de eslora y 10 de manga.