El asedio a los 'pateristas' diezma a las mafias de la inmigración ilegal
La Policía Nacional detiene en un mes a cuatro patrones de botes que trasladaban de manera irregular a extranjeros a la Región
En la incansable lucha contra la inmigración ilegal existe un objetivo a batir, al que la Policía Nacional apunta directamente para diezmar a las mafias ... y arrebatarle una de las piezas más importantes de su engranaje: el 'paterista', la persona que gobierna el bote y traslada a los inmigrantes hasta la costa.
El asedio a esa figura comenzó hace varios años, con intensas investigaciones de los agentes de las Brigadas de Extranjería y de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex). Gracias a esa meticulosa labor previa de identificación, en la actualidad los agentes han logrado dejar a las redes desprovistas de pilotos, los encargados de concluir la última fase del negocio ilegal.
El año pasado se logró detener a 52 patrones de patera (uno de ellos menor de edad). De todos ellos, 22 cumplen condenas firmes de entre 2 y 6 años de cárcel, acusados de favorecimiento de la inmigración ilegal. El resto aguarda en prisión provisional a la espera de ser juzgados. «La presión que ejercemos contra los pilotos de la pateras, unida a la gran labor de los jueces resolviendo con condenas de prisión, está provocando un efecto disuasorio. Los 'pateristas', sobre todo los que salen desde Orán y Mostaganem en Argelia, ponen como condición a las mafias no venir a la Región, porque saben que si les detenemos, van a la cárcel. Por ese motivo, prefieren otras rutas, aunque el trayecto sea más largo», explica el comisario jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, Victoriano Martínez.
«Los pilotos argelinos ponen como condición a las organizaciones no venir a la Región por miedo a entrar en prisión»
A pesar del riesgo que corren, a veces las organizaciones prueban suerte y persuaden a los patrones de los botes para tocar tierra en la Región. Es lo que ocurrió -y no les salió bien- los días 19 y 28 de enero, cuando llegaron cuatro embarcaciones al litoral de la Región, con más de una treintena de inmigrantes argelinos, marroquíes y sirios, y entre los que había seis menores de edad. Varios de los tripulantes presentaba quemaduras.
Tras ser asistidos e identificados, los investigadores de la Unidad contra la Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) comenzaron a escudriñar a los recién llegados y a hacer uso de su experiencia para detectar a los pilotos de las pequeñas lanchas.
Identificaron y detuvieron a cuatro 'pateristas', de edades comprendidas entre 18 y 22 años, de nacionalidad argelina. En este caso, «y es un aviso a navegantes», el juzgado en funciones de guardia de Cartagena decretó el ingreso en prisión de todos ellos.
Marineros captados en la costa que cobran 2.000 euros por viaje
Los inmigrantes que viajan en las pateras suelen abonar unos 1.500 euros cada uno a los responsables de las mafias locales, que no dudan en amenazarles de muerte para que, si son interceptados, no faciliten ningún tipo de información. En el pasaje, la organización aporta tanto la logística, es decir, los medios materiales, como los pilotos de las embarcaciones. «Estos suelen ser miembros activos de los grupos criminales y gobiernan la patera desde su salida hasta su interceptación o llegada a la costa por 2.000 euros el viaje», explica el comisario Martínez. Generalmente se trata de pescadores o marineros captados en zonas de costa, en Orán o Mostaganem. «Hacen del patronaje de pateras su 'modus vivendi', y su intención es la de regresar a Argelia para organizar nuevos trayectos en otras embarcaciones similares y al servicio de las mafias a las que pertenecen o que les contratan». Es así como los 'pateristas' se ganan su prestigio entre los delincuentes y potenciales pasajeros: por el número de viajes realizado con éxito, lo que incluye su regreso al punto de origen, «bien devueltos por las autoridades españolas o bien regresando clandestinamente», concluye.
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