Menos pinos y más sabinas moras en la Sierra Espuña del futuro
El Plan de Gestión del parque regional augura una «simplificación» del bosque por el cambio climático y prevé medidas para adaptarlo al aumento de temperatura
El proceso es tan predecible como imparable: la Sierra Espuña del futuro tendrá menos pinos y más especies vegetales adaptadas al calor, como la cornicabra y la sabina mora. El cambio climático provocará cambios en la flora del parque regional que ya comienzan a advertirse, según se recoge en el Plan de Gestión de este espacio natural que acaba de salir a exposición pública y que recoge las acciones previstas por la Comunidad Autónoma para adaptarlo a los estragos del calentamiento global.
El futuro Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), que establece las medidas necesarias para la buena conservación del espacio protegido, así como las limitaciones en el uso público y las actividades económicas que afecten a la biodiversidad, anticipa un declive importante en dos especies de pinos:'Pinus pinaster' –o pino rodeno– y 'Pinus nigra' –conocido como pino negral o laricio–. Los estudios científicos prevén una reducción neta del 57% y del 93%, respectivamente, en sus áreas de distribución dentro del parque. El 'Pinus halepensis' –el popular pino carrasco– también retrocederá en las zonas bajas del parque orientadas al sur en favor de la cornicabra –'Periploca angustifolia'–, arbusto iberoafricano mejor adaptado a la escasez de agua. El enebro –'Juniperus oxycedrus'– también perderá presencia en Sierra Espuña.
Se reducirá en un 93% la presencia del pino laricio y en un 57% la del pino rodeno; también retrocederá el enebro
El Observatorio Regional de Cambio Climático augura un aumento de temperatura en la Región de Murcia de entre 1ºC y 2ºC en 2050 y de 4ºC a 5ºC a final de siglo, así como la reducción de un 11% de los recursos hídricos, por lo que estima cambios notables en la vegetación del parque. Ya hay pistas fiables: pinares de repoblación situados en las faldas del espacio protegido han colapsado por la sequía y las plagas de insectos perforadores. Al mismo tiempo, los bosquetes de sabina mora –o ciprés de Cartagena, 'Tetraclinis articulata'– plantados hace un siglo por el ingeniero forestal Ricardo Codorníu en Espuña, fuera de su área potencial de distribución, aumentaron su reproducción a partir del año 2000.
Seis años de vigencia
De este modo, y aunque el cambio climático vaya a suponer «una simplificación del bosque potencial de Sierra Espuña, reduciendo a la mitad su diversidad específica», la expansión de especies como la sabina mora pueden desempeñar «un papel inesperado» para recuperar «parte de la complejidad original del bosque».
El proyecto de decreto para la declaración de Sierra Espuña como Zona Especial de Conservación (ZEC) dentro de los espacios incluidos en la Red Natura 2000 contempla un presupuesto cercano a los nueve millones de euros en sus primeros seis años de vigencia. Al mismo tiempo, se tramita la ordenación de los espacios protegidos de Barrancos de Gebas, Saladares del Guadalentín y Llano de las Cabras.
EL PRESUPUESTO
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Total. 8.767.100 euros en sus primeros seis años de vigencia (1.461.183 €/año; 496 €/ha; 83 € ha/año).
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Recursos para la gestión. 4.110.600 €.
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Investigación y seguimiento. 1.190.000 €.
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Conservación y restauración de los valores naturales y culturales. 1.412.500 €.
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Plan de uso público y participación. 2.054.000 €.
El documento técnico elaborado por la Dirección General del Medio Natural –Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente– ordena las actividades en el espacio protegido –económicas, deportivas, turísticas...– para garantizar la conservación de la flora y la fauna ante un creciente aumento de los visitantes.
El espacio protegido alberga 719 arruís, casi el triple de los permitidos
El último censo de arruí, el muflón africano introducido en Sierra Espuña hace medio siglo con fines cinegéticos, arroja un resultado de 719 ejemplares en el parque regional. Esta cantidad –calculada en un conteo finalizado el mes pasado– casi triplica el número máximo establecido en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN)del espacio protegido, y que confirma el futuro Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG): entre 200 y 300. Las más de 700 cabezas de 'Ammotragus lervia' suponen, no obstante, la cifra más baja para esta especie desde el año 2002, asegura la Consejería a LA VERDAD. La reducción en la población de este ungulado es uno de los objetivos específicos del Plan de Gestión:«El aumento de la población de arruí en el parque regional, y en toda su área de distribución, ha incrementado la presión sobre las especies de flora protegida y los hábitats, así como los daños en cultivos agrícolas», se destaca en el documento. Desde su declaración por el Tribunal Supremo como especie exótica invasora en 2016, la Reserva Nacional de Caza se mantiene 'congelada' y solo se practica la caza de gestión, a cargo de los agentes medioambientales, de acuerdo con el 'Plan de control y erradicación del arruí en la Región de Murcia', elaborado por Medio Ambiente. Pero no es fácil ni siquiera aproximarse al mínimo contemplado en la normativa. «Próximamente se convocará a la junta rectora del parque para una reunión monográfica sobre el arruí y entre todos los actores decidir si se adoptan nuevas medidas», informa el Gobierno regional.
