Abrir boca en Cartagena

Si Yo Cojo... y me voy a desayunar y a almorzar por Cartagena. Pero antes de que me imagines devorando todo a mi paso, te contaré que últimamente estoy un poco 'fit' y a veces voy a desayunar a La Malaka. Su tostada 'Royale' con salmón, aguacate, huevo poché y cebollino me tiene loca. Tampoco puedes venir a Cartagena y no desayunar en La Pani, te lo aseguro. Sus tostadas y el café son únicos, todo un clásico cartagenero. Y, por supuesto, no puedes irte sin probar las empanadillas en Cavite o los exploradores de la confitería San Vicente. Para los amantes del buen café, no puedo dejar de mencionar CafeLab-Casas del Rey. En este acogedor rincón puedes deleitarte con nuestro famoso asiático, que ha conquistado los corazones de los más cafeteros. El entorno es sencillamente maravilloso, un lugar donde parece que el tiempo se detiene, permitiéndote disfrutar de tu bebida favorita en paz y tranquilidad.

Para un buen almuerzo no puedo resistirme a parar en la cofradía de pescadores. Un lugar único y emblemático, donde una buena cerveza con cualquier tapa de pescado fresco que me ofrezcan sabe a gloria. Ver a los pescadores reparando las redes, sintiendo el aroma del salitre en el aire… te transportará de lleno a la esencia de nuestra tierra. Y, si hablamos de almuerzos, otra parada obligada es el Bar Moreno, en Canteras. Allí, con otra cerveza en mano, puedes deleitarte con su famosa y mítica empanadilla preparada con alioli y boquerón. No hay cartagenero que se precie que no la haya probado al menos una vez en la vida.

Solo tengo una pequeña columna y me voy con la sensación de que he dejado muchos lugares por mencionar. Pero no se preocupen, esto solo es el desayuno y parte del almuerzo. Repasaré muchos más sitios de mi querida Cartagena. En cada rincón, en cada plato, encuentras un pedazo de nuestra historia y cultura trimilenaria. El Mítico, el Bar de Miguel, El Cantón, el pan y la sobrasada de Los Camachos, el Mercado de Santa Florentina, el Vinagrillo, el Bar Sol, la Uva Jumillana... donde tomar una buena marinera o un buen pulpo a la Cartagenera que, por cierto, a quien suscribe le sale buenísimo. Lugares simplemente inolvidables que reflejan la riqueza culinaria de Cartagena y que hacen única esta ciudad.