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Gastroturismo, un nuevo enfoque para poner en valor el sector primario
Los expertos apuestan por vincular la gastronomía con el entorno rural para crear oportunidades y devolver el orgullo y la autoestima a los productores
LYDIA MARTÍN
PLIEGO.
Viernes, 1 de julio 2022, 02:44
Los entornos rurales siguen buscando alternativas para enfrentarse al desafío de la despoblación. A esto se suma una falta de valoración social a la actividad que se desarrolla en torno a ellos, una cadena de producción que recoge el sector primario y que requiere de una proyección y comunicación para entender el papel fundamental que realizan en los territorios. Ante esto, el turismo se abre como una vía en la que mostrar los oficios tradicionales como foco de atracción de visitantes que, junto con la gastronomía, pueden ofrecer una propuesta de gran valor que genere oportunidades de desarrollo rural y que devuelva la autoestima a sus protagonistas.
'El Territorio en el Plato' se desplazó ayer hasta la plaza de la Ermita de los Remedios de Pliego, en plena Mancomunidad de Sierra Espuña, para abordar la conexión entre el gastroturismo y el desarrollo local dentro de este ciclo organizado por LA VERDAD y la Consejería de Presidencia, Turismo y Deportes de la Comunidad. Una iniciativa queque surgió en un marco en el que la gastronomía se puso en valor tras la Capitalidad Gastronómica en los dos últimos años, con más de 150 eventos desarrollados en diferentes municipios, tal y como expuso Juan Francisco Martínez Carrasco, director del Instituto de Turismo de la Región de Murcia, durante la inauguración del foro, quien recordó que «la gastronomía genera oportunidades y empleo y fija la población».
«Es importante valorizar la producción local y primaria, porque lleva muchas décadas denostada», recalcó durante la primera mesa redonda Kiko Sánchez Férez, director de proyectos de la Mancomunidad de Sierra Espuña. «Hay que articular el relato de los pequeños productores sobre su trabajo para fijar población en el territorio, y tenemos que saber meter ese producto local en la cadena de valor del turismo; fomentar y hacer planes estratégicos para que el turista encuentre ese producto y pueda llevárselo a su casa», añadió. Esto último potenciaría una tendencia que podría ser definitiva para este sector: la alimentación consciente, la sostenibilidad y el 'kilómetro 0', potenciados a raíz de la pandemia, tal y como indicó Mónica Meroño, directora del Centro de Cualificación Turística. «El turismo gastronómico recupera y pone en valor esas tradiciones y productos asociados a la evolución social», destacó.
En este sentido, la educación ambiental es «materia transversal». «Estamos enseñando a las personas de dónde vienen los productos y el esfuerzo que conlleva la producción, y con esa concienciación se pone en valor el producto, es más demandado y los productores lo notan», añadió Rocío Alcántara, licenciada en Ciencias Ambientales. «Hay que incorporar el sector primario a esta experiencia viajera; ir al campo o al mar a ver el origen del producto y su transformación, yendo más allá en ese relato con una preparación o 'turistificación'», defendió el consultor y asesor turístico David Mora, quien puso de manifiesto los beneficios de que la actividad agroalimentaria se vincule a la turística, creando «un elemento de atracción para el visitante». «Se está apostando mucho por el desarrollo de los entornos rurales y de interior y auguro un futuro mejor vinculándolo con la gastronomía», añadió.
Colaboración conjunta y formación
Para hacer esto posible, los ponentes hicieron hincapié en una colaboración conjunta entre la Administración, empresas turísticas y asociaciones, creando sinergias y dinamizando para conseguir ese producto de gastroturismo. Una «colaboración fundamental», destacó Mónica Meroño, en la que la Administración facilita herramientas y genera espacios de comunicación y hojas de ruta, impulsando iniciativas que generen oportunidades en la zona.
David Mora. Consultor y asesor turístico
«La gastronomía nos permite ir un poco más allá»
Además de consultor y asesor turístico, David Mora es promotor de la Wine Tourism School, una iniciativa que pretende tener una línea de formación 'online' principalmente orientada al turismo del vino, teniendo en cuenta su gran desarrollo. Para el experto es aplicable a todas las actividades turísticas la «generación de emociones», teniendo la gastronomía en el entorno rural un vínculo «muy importante» que permite «ir más allá» para favorecer que los turistas se acerquen a conocer el origen del producto, cómo se produce, así como su historia, tradiciones y anécdotas.
Rocío Alcántara. Licenciada en Ciencias Ambientales
«Hacíamos gastroturismo sin saberlo»
Rocío Alcántara, experta en ecoturismo, trabaja en el proyecto Aktiveco cuyo pilar principal es la educación ambiental, diversificándose hacia el turismo activo, ecoturismo, consultoría, escuela de ocio y tiempo libre, incluyendo el gastroturismo. En este sentido, ponen el foco en lo local para vincularlo con la parte gastronómica, trabajando con productores locales a través de las actividades tradicionales que desarrollan, como puede ser conocer el día a día del pastor o la ordeña de vacas para extraer leche, que terminan con una pequeña degustación.
Kiko Sánchez. Gerente/Director de proyectos de la Mancomunidad de Sierra Espuña
«Hay que valorar el relato de los pequeños productores»
La Mancomunidad de Sierra Espuña lleva 21 años haciendo más atractiva la oferta turística de Aledo, Alhama de Murcia, Mula, Pliego y Totana, asociándolos a su espacio natural protegido. En este sentido, alimentan la nueva línea de trabajo de los empresarios turísticos con el sector primario, trabajando para «que se conserven los paisajes y el paisanaje del territorio, fijando población a la zona e intentando sacar la mayor rentabilidad al producto local», estudiando además el funcionamiento de la cadena de valor de los alimentos locales para sacarle el máximo provecho.
Mónica Meroño. Directora del Centro de Cualificación Turística
«La capitalidad provocó el enorgullecimiento de la población»
La Capitalidad Gastronómica ha tenido un efecto de «enorgullecimiento de la población en torno a sus productos y gastronomía». Mónica Meroño recuerda la motivación por crear la marca gastronómica 1001 sabores. «Hicimos una búsqueda de relato que definiera la identidad gastronómica con nuestras costumbres y usos, no solo con la búsqueda de comer bien, sino la parte experiencial». Nació así un catálogo que verá la luz la próxima semana con 48 experiencias gastronómicas regionales que muestran la diversidad de productos y, a la vez, su proximidad.
José María Egea. Doctor en Agroecología de la Universidad de Murcia
«Vamos a encontrar cultivos que se están perdiendo»
Desde la Finca Castillo de Chuecos, José María Egea impulsa un proyecto de jardines gastrobotánicos que pretende implementar cultivos promisorios, es decir, no propios de la zona, sino de otras regiones agroclimáticas, pero que se podrían adaptar bien a los escenarios que presenta el cambio climático, requiriendo además menos insumos y con buena salida comercial. «Quisimos generar estrategias para un sistema gastroalimentario más sostenible», detalla, matizando que todo lo cultivado tiene gran interés culinario y gastronómico. «Vamos a encontrar cultivos que se están perdiendo», afirma.
Andrés García de Lara. Empresario turístico y presidente de Agroeconatura
«Hemos cumplido gran parte del objetivo»
El propietario de Bajo el Cejo, Andrés García de Lara, tenía claro que quería crear un espacio donde los huéspedes pudieran disfrutar de los espacios tan bonitos del interior de la Región y habilitar un sitio de descanso donde la experiencia estuviera vinculada con las tradiciones del territorio, los oficios y el sector primario, pudiéndose incluso degustar. Ya celebran 15 años de actividad, por lo que dan por hecho «que gran parte del objetivo lo hemos cumplido». Por otro lado, como presidente del proyecto Agroeconatura, trabaja por unir el turismo y el desarrollo turístico de la comarca con el sector primario.
Miguel Ángel Guillén. Director TIC de la UCAM
«En este sector es fundamental estar digitalizado»
«Si queremos que el futuro de la Región de Murcia sea lo más óptimo y grande posible, hay que unir tradición, innovación y digitalización». Así defendía Miguel Ángel Guillén la necesidad de que el sector de la agricultura y el turismo esté digitalizado «en pleno siglo XXI», orientado además a la optimización de recursos y a buscar y captar clientes. En este sentido «las fuentes de datos son fundamentales para poder generar conocimiento y cadena de valor», con redes de datos conectadas y fuentes públicas abiertas a datos. «La unión de toda la información va a ser clave», asegura.
Encarna López. Cocinera rural
«Lo que pretende es que se frene la despoblación»
Encarna es colaboradora de la Asociación Alveval, un proyecto que nació en el 2018 para potenciar el turismo dentro del concepto de dejar una huella sostenible. «Lo que pretende es que se frene la despoblación, los efectos del cambio climático y la erosión de los suelos», detalla. Así, están asesorando a 60 restaurantes para potenciar el producto local y rescatar recetas tradicionales» que la gente va buscando», evitando así «perder nuestra identidad». Sus esfuerzos se centran en que el cliente encuentre buena gastronomía, producto y una red sostenible en el Sureste español.
La formación es otra de las ramas necesarias ante esta «carrera de larga distancia», tal y como lo definió Rocío Alcántara, en la que «hay un grupo de ecopersonas que están haciendo que el motor funcione, que todas las piezas encajen y que se vaya hacia un objetivo muy claro que es la sostenibilidad». «Es importante que dirijamos las acciones formativas a la cualificación de todo el personal que está vinculado al sector turístico sumando la parte de a la sensibilización», añadió Meroño.
Singularidad en los espacios
La Región tiene unas condiciones excelentes para atraer turistas de todo el mundo que «buscan la singularidad de los espacios que van a visitar», tal y como destacó Andrés García de Lara, empresario turístico, durante la segunda mesa redonda, haciendo alusión a experiencias visuales y que dan un valor añadido frente a las grandes ciudades: «Esa autenticidad se da cuando paseas por esos espacios y ves a los agricultores cultivando ese producto que va a pasar a la mesa del empresario turístico que ha decidido invertir aquí». Y añadió: «Si comercializamos todo en su conjunto, puede ser rentable económicamente y tendremos un futuro esperanzador». Con todo esto se conseguiría que «los vecinos se sientan orgullosos del espacio que habitan», potenciando así «la autoestima de este sector primario». En este sentido, la cocinera rural Encarna López matizó que, además, el cliente extranjero «busca la conexión con el mundo rural, convirtiendo el turismo en una palanca y dejando una huella sostenible donde vayan a comer o pernoctar».
Esta conexión también requiere de servicios que faciliten el asentamiento en el territorio y combata la despoblación. «El sistema agroalimentario y el desarrollo rural, tal y como han estado planteados, están abocados al colapso y el fracaso, porque se está viendo que cada vez hay más despoblación porque la sociedad rural no tiene medios de subsistencia», destacó José María Egea Sánchez, doctor en Agroecología de la UMU, animando a un «cambio de paradigma» en el que se implemente políticas sostenibles para el territorio. «Hay que dar ciertos servicios que todo el mundo demanda porque a futuro, si se dan los pasos que se están dando desde las universidades, instuticiones y sector privado, podemos construir un espacio que sea muy prometedor», añadió Miguel Ángel Guillén, director TIC de la UCAM.
La clausura corrió a cargo del alcalde de Pliego, Antonio Huéscar, quien agradeció la elección del municipio para darlo a conocer a través de este foro.
