Cervecería La Viuda, el marisco del pueblo

En La Viuda, por ejemplo, el serpentín de Estrella de Levate es de esos de bola negra, de los que llevan varias décadas contemplando a los miles de clientes y amigos pasar. Imagino que algo tiene que ver la forma redonda de la palanca del serpentín en la manera que tiene el camarero del bar en tirar las cañas vibrantes y desbordantes sobre la barra de acero. Al principio piensas que va a quedar con mucha espuma, pero solo tienes que ser un poco paciente para contemplar cómo la cerveza se desborda y queda con la cantidad justa de espuma. Como si el vaso la derramase a conciencia.

En La Viuda me siento en uno de los seis barriles disponibles, pero pegado a la barra. Calamares, gamba roja y blanca a la plancha –a 120 euros el kilo–, cigala hervida –a 120 el kilo–, ostras gallegas –2,50 la unidad–, salmonetes –40 euros/kilo– y un rodaballo fileteado –65 euros el kilo– se muestran en la vitrina del interior de la barra. Además hay pulguitas de sobrasada y queso azul, de anchoas, de tocino y de alguna cosa más por si cuando terminas de darte el homenaje te apetece algo de hidratos. Cierto es que si calentasen el pan, estaríamos hablando de un bar sobresaliente, pero el pan 'blandurrio' es bastante mejorable.

La calidad del marisco en general es buena o muy buena. Pero es que además, la sensación es de que en La Viuda saben tratarlo. De las dos cigalas que me ponen, me toca un macho y una hembra, pero el sabor y jugosidad de sus cabezas es más que aceptable. La ostra es del tamaño flor, un tanto pequeña, pero muy sabrosa. Al igual que la gamba roja, de buen sabor, aunque es en la blanca donde que encuentro más frescura. Los berberechos a la plancha son del calibre más grande y están hechos a la perfección.

En la cocina hay muy buena mano para todo, pero en este caso, además, ha ido sacando uno a uno los berberechos cuando se han ido abriendo y el resultado es perfecto. Muy buen rebozado en los salmonetes, aunque faltos de sal para mi gusto, y estupendo corte de la ijada del atún a la plancha, como se hacía antes de que llegará la influencia nipona a nuestras casas. Pero sin duda el bocado más gratamente sorprendente fue el del rodaballo al ajillo, donde el filete separado del bicho mantiene la jugosidad intacta gracias al aceite que, con los ajos, la carne y, sobre todo, su propia gelatina, elevan el bocado a los cielos. La penúltima caña y una pulguita. De postre, la última caña, otra ostra y la cuenta. Larga vida.

Esta Navidad se celebra un sorteo solidario de un menú gastronómico para dos personas entre algunos de los locales de la Región para la compra de juguetes para los niños de la unidad de Oncología del Hospital Virgen de la Arrixaca, orfanatos y centros de menores. La iniciativa llevaba a cabo por el cocinero de Taúlla Rodi Fernández, se adquiere por Oferplan por una cantidad de diez euros. Los locales participantes son Alma Máter, La Cangreja, Emboka, El Refugio, Hispano, Borrego, Polea, La Tropical, Perro Limón, Jotaele, Barrigaverde, El Albero, Loreto, Local de Ensayo, Alborada, La Terraza de Pablo González, Arrecife, El Mosqui, Casino de Mula, Txio, Alkimia, Boxperiencie, KAlma, Frases, Hotel Bajo El Cejo, Vulcano, El Churra y Makoto.