Las prácticas más comunes en trasteros por las que te pueden denunciar: consulta la lista

Vivir en un piso de escasas dimensiones se ha convertido en una realidad cada vez más común. La alta demanda y el elevado coste del mercado inmobiliario han incentivado la mudanza a espacios de reducidos metros cuadrados. Una de las grandes problemáticas que enfrentan los que residen en viviendas pequeñas es el poco margen de maniobra que tienen para almacenar sus enseres.

En este contexto, hay quien tira de ingenio y creatividad para sacar el máximo partido a cada rincón de la casa. Los muebles con almacenamiento oculto, como las camas con canapé, o el mobiliario con doble funcionalidad son algunas de las soluciones que recomiendan los expertos en interiorismo. Además de las alternativas para maximizar el interior del inmueble, los trasteros se han convertido en otro gran aliado.

Esta estancia adicional se suele emplear para guardar objetos de grandes dimensiones o aquellos artículos que están en desuso. No obstante, hay que tener en cuenta que, a pesar de ser de propiedad privada, existen unas restricciones con respecto a lo que se puede almacenar o al uso que se le puede dar a este espacio cuando se encuentra dentro de una comunidad de vecinos.

En algunas ocasiones, los propietarios pueden dar un uso inapropiado al trastero, lo que podría generar inconvenientes y conflictos entre los residentes. Si no se respetan las normas establecidas, el presidente o la junta de propietarios, según lo dispuesto en el artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal, pueden presentar una denuncia.

En primer lugar, no se puede colocar un aparato eléctrico permanentemente sin tener contador individual, ya que se estaría utilizando la electricidad que toda la comunidad paga. Esto se aplica por ejemplo a lavadoras o frigoríficos. Tampoco se pueden guardar productos tóxicos o peligrosos ni utilizar el espacio para almacenar basura o escombros.

Con respecto a su uso para realizar ciertas actividades, no está permitido destinarlo para montar un gimnasio particular. Del mismo modo, tampoco se pueden reparar vehículos en él, independientemente de que sean de un motor de combustión o eléctricos. Esto se debe a los riesgos que conlleva la manipulación de líquidos inflamables y la maquinaria especializada.

Por último, aunque resulte evidente, también es importante recalcar que es ilegal convertir el trastero en un espacio habitable. Estos lugares carecen de la ventilación, las condiciones de seguridad y las infraestructuras necesarias para garantizar el bienestar, la salud y la seguridad de quienes pudieran ocuparlos. En cualquier caso, es recomendable consultar previamente cualquier uso que se salga de su finalidad original para garantizar el cumplimiento de las normativas y así evitar conflictos.

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