Del pico al dron para la apuesta innovadora del sector del mármol
La Región de Murcia incorpora un equipo pionero en España para el estudio de la mineralogía y que ayudará también a la protección del patrimonio
Pioneros en España y casi en el mundo. El Centro Tecnológico de Mármol, Piedra y Materiales (CTM), ubicado en Cehegín ha incorporado recientemente nuevos equipos ... basados en la denominada tecnología hiperespectral, que supondrá un gran avance en el estudio de la mineralogía, alteraciones y procesos químicos de toda índole que están presentes en la naturaleza y que son fundamentales para el sector minero. Una apuesta por la innovación que permitirá a las empresas extractivas de la Región de Murcia, y también del resto de España con las que trabaja, mejorar sus exploraciones para una mejor y más sostenible explotación de los recursos en las canteras, además de ayudar en otros campos como la protección del patrimonio.
Es la Unidad Tecnológica Geológico-Minera, dirigida por el geólogo Antonio Espín, acompañado por un equipo multidisciplinar de cuatro investigadores, quien asume la gestión de este equipo tecnológico, «único en su género a nivel nacional e internacional», resalta el responsable de este servicio. Y es que solo existe otro igual en un centro de Noruega, que ha sido quien, precisamente, ha suministrado todo el material. En concreto, se trata de una cámara hiperespectral compuesta por dos sensores -VNIR y SWIR-, que son una parte del espectro electromagnético, definido como el conjunto de radiaciones electromagnéticas que se propagan a través del espacio en forma de ondas, y donde se incluyen microondas, infrarrojos, ultravioletas y rayos X, entre otras radiaciones.
La adquisición de esta tecnología con fondos del propio CTM ha requerido de una inversión próxima a los 200.000 euros. Un coste importante que se prevé rentabilizar en poco tiempo gracias a las numerosas aplicaciones que permite, debido a su enorme versatilidad, puesto que posibilita estudios en distintos campos, más allá de la exploración en proyectos propios, como tratar de averiguar la cantidad de mineral y el tipo de este existente en las canteras. De hecho, serviría potencialmente hasta para el seguimiento de cultivos ante plagas, estrés hídrico, etcétera.
Hay que tener en cuenta que la captura de datos de la cámara hiperespectral se basa en la propiedad física de la reflectancia de la luz al incidir en la materia, por tanto, la información que se recoge mediante barridos son los valores de reflectancia de los materiales representados en cada pixel de la imagen; y, como cada material posee una huella o firma espectral específica que lo identifica, esto sirve de base para el posterior análisis más detallado de las imágenes obtenidas.
De esa forma, se pueden medir con una precisión máxima las paredes y plazas de cantera para obtener una cartografía precisa de la mineralogía existente. Pero no solo se queda ahí, porque luego hay que cubicar el material analizado, por lo que se usan otras técnicas geofísicas (tomografía, georradar, TDEM) que estudian diferentes parámetros físicos para obtener la geometría y la calidad del yacimiento. Además, se realizan diferentes modelados 3D con estos datos para obtener el volumen de material aprovechable.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es que dicha cámara es muy adaptable, dado que es posible operar con ella en distintos ámbitos de trabajo, al poder montarse tanto en dron como en avioneta, así como en trípode con estación de rotación y en laboratorio, mediante un soporte específico. «Esto permite trabajar a distintas escalas y obtener diferentes resoluciones de imagen y, por lo tanto, de tamaño de pixel», resalta Espín. Así que «se pueden obtener tamaños centimétricos y milimétricos en función del soporte empleado y la distancia al objeto», añade.
El Centro Tecnológico del Mármol espera utilizar la nueva tecnología en varias iniciativas que tiene en marcha, como en el proyecto europeo Rotate, con el que realiza una investigación pormenorizada del mineral celestina (SrSO 4), un material esencial para la UE por sus aplicaciones en la fabricación de microchips. Otro de sus aprovechamientos sería en el proyecto Twin-Heritage con el Instituto de Fomento (Info), que estudia el uso, comportamiento y estado de la piedra en distintos monumentos históricos.
Igualmente, se espera colaborar con Patrimonio en el estudio y análisis de diferentes lugares con pinturas rupestres, como el Abrigo de los Pozos, en Calasparra, donde ya trabajaron, «para profundizar y encontrar rastros que no son visibles al ojo humano» y, de ese modo, «caracterizar el material con el que se realizaron esas pinturas de una manera no invasiva y sin alteraciones».
Porque la luz visible, que es la fracción del espectro electromagnético que capta el ojo humano, es una parte ínfima del espectro total. De ahí el valor que tiene la tecnología adquirida, ya que posibilita la obtención de información en un amplio rango, lo que supone una gran mejora a la hora de descubrir lo que no se ve.
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