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El récord de más victorias como visitante en una temporada tendrá que esperar a otro día y quién sabe si el 'playoff' a otro año. ... El UCAM hizo durante treinta minutos su peor partido lejos de Murcia en mucho tiempo y, aunque llegó con opciones de victoria hasta el bocinazo final en un gran último cuarto en que Hakanson sumó 18 de sus 23 puntos, no fue suficiente como para arreglar un partido repleto de errores groseros y multitud de fallos en el tiro que tenían al equipo de Sito Alonso en sus guarismos más bajos de la temporada al descanso, cuando solo llevaba 24 puntos y perdía por doce y, además, había perdido trece balones.
Hiopos Lleida
Villar (13), Batemon (14), Paulí (3), Bozic (12) y Oriola (9) -quinteto titular- Wiggins (11), Walden (0), Bropleh (5), Muric (4), Sanz, Madsen y Hasbrouck (8).
79
-
77
UCAM Murcia
Hakanson (23), Ennis (12), Sant-Roos (9), Kurucs (5) y Diagne (3) -quinteto titular- García, Radovic (4), Radebaugh (8), Neves (0), Stephens (0) y Antetokounmpo (13).
Parciales: 18-11, 18-13 (36-24), 20-23 (56-47) y 23-30 (79-77).
Árbitros: Carlos Cortés, Jorge Martínez y Esperanza Mendoza.
Incidencias: Espai Fruta Barris Nord de Lleida, 5.193 espectadores. 30ª jornada de la Liga Endesa.
La mayor implicación en el juego colectivo de ataque de Antetokounmpo y la aparición de Hakanson subieron el nivel de un equipo que creció desde la defensa para dejar de ser un equipo muy lejos de su rival en todo lo que tenía que ver con la intensidad, como había venido siendo hasta prácticamente el último cuarto, y pese a que pequeños detalles daban al Lleida una ventaja de quince puntos a 4:30 del final (72-57), esa sí era una fórmula que permitiera soñar con una victoria que en último instancia pasó por que el segundo tiro libre de Hakanson en una serie a 3,5 segundos de la conclusión diera un rebote que posibilitara la prórroga o el triunfo, pero cayó en manos del local Batemon.
El equipo dirigido por Gerard Encuentra, felicitado con un abrazo por Sito Alonso, fue mejor en el global del choque impulsado siempre por un público muy metido en el juego y que hace del Barris Nord un ambiente que pocas canchas de la Liga Endesa pueden igualar, aunque con demasiada facilidad para cantar descalificativos a coro.
Cosechada la derrota y quedando solo cuatro jornadas para la conclusión, el 'playoff' está un poco más lejos que hace una semana quedando una menos. Dos son los triunfos que separan al UCAM del Baskonia, octavo clasificado que, por haber ganado los dos duelos directos a los murcianos, harán que esto cuente como tres en cualquier desempate. Uno que está en juego con el Gran Canaria, séptimo, pero con un partido menos y que ganó en Murcia por 20 de diferencia.
Una pérdida de terreno que empezó a darse en el comienzo de partido. La energía del Lleida era tal que, con el UCAM aún pensando que estaba en el calentamiento, pasaban casi cinco minutos sin canasta en juego universitaria (10-2). Y, cuando los de Sito Alonso comenzaban a ver aro, sufrían un nuevo frenazo en un primer cuarto de diez tiros fallados y seis pérdidas (18-11).
La falta de equilibrio entre el talento individual que atesoran los murcianos y su escaso rigor táctico era demasiada como para dar continuidad a cada buen momento. Sant-Roos daba con la tecla para acercar a los suyos (21-18, minuto 12), pero ahora se venía un parcial adverso de 11-0 con pérdidas y errores defensivos de los que mosquean a un entrenador, en este caso un Sito que gastaba un tiempo muerto entre medias de este parcial sin reacción de los suyos y tenía que gastar otro tres minutos después para un UCAM que ya solo concedería dos canasta más en lo que restaba de primera parte, pero se dejaba muchos puntos, cuatro en concreto en tiros libres fallados de un Ennis obcecado en intentar acciones demasiado difíciles toda la tarde (36-24, descanso).
Si el intermedio debía servir para cambiar el 'chip', la primera daba en la frente. Rafa Villar anotaba un triple que ponía la máxima ventaja en la primera jugada, Sant-Roos perdía el decimocuarto balón del UCAM y Bozic estiraba la diferencia a los 17 puntos (41-24, minuto 22). Y, como en otros partidos en que el equipo murciano parecía no tener el día, fue ahí cuando alcanzó mayor comodidad, recuperando una colectividad de la que se beneficiaba un Antetokounmpo que anotaba nueve de sus trece puntos en esta primera mitad de tercer cuarto, una en la que luchaba por bajar de los dobles dígitos de desventaja (47-36, minuto 26).
Un rifirrafe entre Kurucs y Muric revisado hasta la saciedad cortó un poco el ritmo de juego y metió otro tanto al público en un partido en el que se había acomodado, pero dos zarpazos desde el triple de Radebaugh para maquillar un aciago día desde la larga distancia y la reconciliación de Ennis con el tiro libre conseguían ese primer hito indispensable para la remontada (56-49, minuto 31).
Pero la adversidad siempre golpea dos veces. Sant-Roos había de retirarse a 8:16 del final para no volver por una lesión aparentemente en el aductor. Momento en el que una disposición defensiva táctica arriesgada con Oriola, una temprana entrada en bonus y una técnica a Sito hacían estéril el esfuerzo de minutos atrás (72-57, minuto 36). Pero el UCAM siempre volvía. Ahora, a hombros de un Hakanson que sumaría 15 de sus 23 puntos en los cuatro minutos finales, unos en los que las prisas ilerdenses dieron una vida extra a un equipo murciano que veía el aro más ancho.
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De nuevo, Antetokounmpo era una fuerza de la naturaleza para la que el Lleida no tenía antídoto natural, pero enviar al tiro libre al griego era lo mejor que podía hacer Encuentra. Y es que un parcial de 0-7 murciano podía haber sido de 0-11 de no fallar este cuatro tiros libres seguidos, con la especial amargura de hacerse con el rebote de ataque el UCAM y fallar un triple abierto de Stephens en sendas posesiones.
Un triple de Kurucs y un mate de Antetokounmpo lo ponían a cinco con mucho tiempo por delante (74-69, 1:33), pero Paulí anotaba una canasta clave después de tiempo muerto, con respuesta inmediata de Hakanson tanto a esa como a la que salvaba Antetokounmpo en la acción siguiente, convirtiéndose en la próxima defensa en protagonista indeseado por una falta poco inteligente sobre Bozic, que desperdiciaba un libre (77-74, 22 segundos). En el carrusel de faltas, Hakanson era golpeado antes de poder tener opción de triple, decisión táctica que terminaría por certificar el triunfo local.
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