Acosta, un test en Misano y una cena con Pedrosa para resurgir
Los dos podios en el GP de Aragón acaban con la peor racha del piloto mazarronero, que quiere repetir éxito este fin de semana en San Marino
Borja González
Martes, 3 de septiembre 2024, 00:26
Pedro Acosta fue uno de los vencedores del Gran Premio de Aragón del pasado fin de semana. Y lo fue mirando los resultados y desde el punto de vista moral. Porque pese a que el joven mazarronero, el novato de la categoría, muestra una imagen desenfadada y campechana, lo cierto es que es un caníbal al estilo Marc Márquez, uno de esos con la victoria entre ceja y ceja. Y no había conseguido digerir demasiado bien el frenazo en su evolución como piloto de MotoGP. Acosta arrancó de una manera espectacular la temporada, pero en la anterior cita, en Austria, vivió su peor fin de semana, justo en la casa de KTM.
Unos días complicados delante de la cúpula de la firma austriaca que había venido precedida de la señal de alarma que él mismo encendió tras la última prueba antes del parón veraniego, el Gran Premio de Alemania. Tras la carrera de Sachsenring, Acosta decidió no ir a casa para viajar junto a su director técnico y a su responsable de suspensiones hasta la sede de KTM, con el objetivo de entender de primera mano cómo se estaban haciendo allí las cosas. Esto se valoró como una prueba de su liderazgo y de su madurez, aunque en el fondo escondía también las dudas que le habían surgido.
Allí el piloto de GasGas consiguió la información que buscaba, además de que se fue a rodar con una Moto2 al Red Bull Ring, donde se dio unas 180 vueltas, movimientos que no dieron frutos cuando le tocó competir: en el sprint terminó décimo, fuera de los puntos y por detrás del probador Pol Espargaró, y de Brad Binder y Jack Miller; en la carrera sólo pudo terminar decimotercero, con Binder quinto y Espargaró undécimo. Así que esto le llevó a seguir con su idea. Se fue al test privado de Misano en el que KTM, junto a Honda y Yamaha, estuvo trabajando con su equipo de pruebas, esta vez con Dani Pedrosa como piloto. Y una vez más cogió una Moto2 para llegar con el trazado fresco al gran premio de este próximo fin de semana, en el que Acosta oposita de nuevo al podio.
«En Misano nos sentamos mi técnico, mi estratega y yo para ver qué ha cambiado: 'A ver, explicadme qué ha cambiado de principios de año a aquí, qué ha pasado'», contaba Acosta este jueves. Un test en el que también aprovechó para cenar con Pedrosa, uno de los pesos pesados de KTM en estos momentos. «Nunca había tenido una cena así con él. Me explico: estuvimos cenando el martes, creo, y hacía tiempo que no tenía una cena tan intensa. Menos de motos, me habló de todo. Me contaba historias de cuando estaba en Honda, del equipo Movistar... Ves lo que eran antes las motos y lo que es que un tío bueno de verdad te diga cómo veía él las carreras», confesaba.
«Otra visión»
«Me dio otra visión, quizá, de cómo él ve y veía las carreras. Esas cosas es bueno ponérselas en el bolsillo y, sobre todo, estar en silencio y analizar toda la situación», añadió Acosta sobre su charla con Pedrosa. A estos días de trabajo le siguieron otros de descanso con sus amigos, todo para reencontrarse. «Me fui un par de días a Valencia con (Álex) Escrig y con algún otro amigo. 'Me olvido, este fin de semana no ha pasado'. Y venimos a tope otra vez. Y yo sabía que podía dar pasitos hacia delante». Dicho y hecho. Podio el sábado y podio el domingo. Acosta está de vuelta.