Piastri, la piedra en el zapato del campeonable Norris

Aunque aún le falta solera y peso para ser considerado un clásico del calendario, Miami empieza a marcarse en rojo para algunos pilotos. No tanto por el contexto -que también, al disputarse en torno al majestuoso Hard Rock Stadium de los Miami Dolphins-, sino porque es uno de esos trazados que penalizan cada error. Dicho de otro modo: obliga a los pilotos a rozar el límite sin equivocarse.

Lo visto este viernes, desde los primeros libres previos a la clasificación para la carrera sprint del sábado, dejó claro que nadie saldrá indemne si comete un fallo. Ollie Bearman, por ejemplo, destrozó su Haas contra el muro, provocando una bandera roja y horas extra de trabajo para sus mecánicos. Pero este tipo de circuitos también premia a quienes saben mantenerse al margen del caos. Una oportunidad de oro para Oscar Piastri.

El australiano se ha convertido en el líder del Mundial que casi nadie esperaba. Cuando terminó la temporada 2024, con McLaren campeón de constructores y un reglamento estable para 2025, todo apuntaba a que sería el gran año de Lando Norris. Más aún tras los vaivenes de compañeros que ha sufrido Max Verstappen en Red Bull, la irregular adaptación de Lewis Hamilton a Ferrari y la ligera -ligerísima- desventaja de Mercedes sin el británico, pero con George Russell y el prometedor Andrea Kimi Antonelli al volante. Todas las apuestas señalaban a Norris como el gran favorito. Sin embargo, apenas dos meses después del inicio del campeonato, es Piastri quien lidera la clasificación general, con tres victorias frente a una de su compañero.

Los diez puntos de ventaja -y las tres victorias- con los que Piastri afronta esta quinta cita del año hablan peor de Norris de lo que se preveía, y ya hay quienes empiezan a mirar con recelo su falta de agresividad. El que debía ser el nuevo campeón del equipo de Woking no está dando el paso al frente esperado. Andrea Stella, como jefe de equipo, y Zak Brown, como máximo responsable de McLaren, deberán tomar decisiones más pronto que tarde si no quieren ver cómo se esfuma la ventaja frente a sus perseguidores. Porque, como dice la canción, la «gosadera» que puede confirmar Miami si se cumplen ciertos parámetros sería absoluta.

Verstappen está a solo dos puntos de Norris, con Russell a 16. En un fin de semana con doble oportunidad para puntuar -carrera corta el sábado, carrera larga el domingo-, un fallo inicial puede convertirse en una sangría. Son los de arriba quienes más tienen que perder, y Norris no es precisamente de los que arriesgan más de lo imprescindible. Además, el resto de equipos se han conjurado para batirles, y la inminente llegada a territorio europeo traerá consigo una vigilancia más estricta sobre las sospechosas flexiones que se observan, carrera sí y carrera también, en los MCL39.

Si este fin de semana Norris no logra ya no solo superar a Piastri, sino al menos recortar la distancia en puntos, su papel como primer piloto de McLaren -cada vez más cuestionado- podría quedar definitivamente en entredicho.

La noticia más importante del fin de semana para Max Verstappen llegó el jueves, horas antes de subirse al Red Bull y justo antes de que se confirmara oficialmente. Su pareja, Kelly Piquet, dio a luz a una niña completamente sana, a la que han llamado Lily. Es la primera hija en común de la pareja, aunque no la única niña en casa: Kelly ya era madre de Penélope, fruto de su anterior relación. Antes incluso de dar sus primeros pasos, Lily Verstappen ya forma parte de una estirpe legendaria.

Y es que no solo su padre es un ilustre tetracampeón del mundo y su abuelo Jos, un expiloto de Fórmula 1. Su madre, Kelly, es hija de Nelson Piquet, tricampeón del mundo en los años 80, y hermana de Nelsinho Piquet, recordado más por el escándalo del «crashgate» de Singapur 2008 -que acabó con la polémica victoria de Fernando Alonso- que por sus méritos deportivos. Además, Penélope, la hermanastra mayor de Lily, es hija del piloto ruso Daniil Kvyat, exmiembro del programa Red Bull y actualmente activo en los campeonatos de resistencia, incluidas las 24 Horas de Le Mans.

Lily es la gran novedad en la vida de un Verstappen que ahora tiene un motivo más para no arriesgar de forma innecesaria. Si el tópico se cumple, el enérgico piloto neerlandés no solo ha ganado una hija, sino que también podría haber perdido unas décimas, para alegría de sus rivales.

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