El Kanka: «Tengo una relación de amor con Murcia»
El cantautor del momento recupera el formato de guitarra y voz en su gira 'Plan B', que mañana hace escala en el ciclo 'Las noches del Malecón'
Conocer a Juan Gómez 'El Kanka' es quererlo. Su vitalidad, su actitud invariablemente positiva, su sentido del humor, su buen rollo y su entusiasmo contagioso ... se transmiten a unas canciones que suele interpretar con una apabullante naturalidad y que lo han llevado en unos pocos años a pasar de tocar en pequeños garitos a convertirse en el cantautor del momento. Mañana jueves ofrecerá su directo desnudo en 'Las noches del Malecón' (22 horas, localidades agotadas), en una suerte de vuelta a las raíces y en una ciudad en la que siempre se ha sentido como en casa.
–En 'Sabéis quienes sois', la canción compuesta durante el confinamiento, canta: «Tengo tantas ganas ya de veros». Bueno, pues llegó el momento. ¿Cómo se siente?
–Muy contento. Con cierto temor, porque está habiendo rebrotes y estoy con pasitos cortos, pero de momento feliz de los conciertos que he dado y de todos lo que se puedan dar. No estaba yo acostumbrado a tirarme cinco meses sin tocar y volver a la carretera me está sentando muy bien.
«No me preocupa el culto al cuerpo sino la desatención del culto a la mente»
–Esta gira, 'Plan B', supongo que es en solitario.
–Sí, la gira es a guitarra y voz. Vamos viajando con María [Pellicer, su manager] y con tu paisano y amigo Javi Toral [sonido].
–¿Es un poco como una vuelta a los orígenes de cantautor puro?
–Sí, lo que pasa es que yo nunca he dejado de estar en contacto con ese formato. Por ejemplo, en junio del año pasado fuimos a Latinoamérica, hicimos cinco o seis conciertos con la banda y en las primeras ciudades que visitamos me hice como diez conciertos yo solo con la guitarra. Suelo darme el gusto de hacer conciertos así de vez en cuando.
–Tenía la agenda llena y a la que el virus nos ha dado un respiro, la vuelve a tener repleta. No tendrá queja...
–La verdad es que no, tío. Tú sabes que yo he empezado picando piedra desde abajito, cantando para 20 personas y tengo muchos colegas que no están teniendo la suerte que tengo yo. Como dice mi padre, yo puedo llorar por un ojo porque en cuanto se han podido hacer conciertos han contado conmigo. También es verdad que mi proyecto no necesita una gran producción. La gente me tiene muy asociado a este formato íntimo y yo me siento muy cómodo.
Málaga 2-Murcia 2
–Mañana está en Murcia, pero también el 25 en Cieza y el 1 de agosto en Lorca. La verdad es que su relación con Murcia siempre ha sido buena y estrecha.
–Absolutamente. No sé si es una casualidad o algo que yo quiero ver, pero creo que los malagueños y los murcianos nos llevamos bien. No sé si será la tropicalidad o qué, pero hay un vínculo de carácter o lo que sea, que hace que tengamos buena relación. He vivido en Madrid con murcianos durante dos años y sigue siendo una de las pocas ciudades que todavía cuando voy a tocar me quedo en casa de un amigo en vez de en un hotel. Y qué decir de la gente: las entradas se agotaron en un día, es una locura, el público murciano siempre me ha tratado muy bien. No sé si es casualidad o realmente hay algo más, pero mi relación con Murcia es de amor y de amistad absoluta.
«Mi relación con Murcia es de amor y de amistad absoluta, todavía me quedo en casa de un colega cuando voy a tocar»
–Me hablaba de temor por los rebrotes. Y con los de «yo no me pongo la mascarilla porque a mí no me manda nadie», ¿qué hacemos? Que haberlos, haylos.
–Haylos, haylos... A ver, yo siempre he sido un fuerte defensor de la desobediencia, en el sentido de que muchas veces la autoridad tiende a imponer cosas que no tienen sentido, pero en este caso y más allá de los gobiernos, hay que hacer caso a las autoridades sanitarias y al sentido común. Vamos a tener cuidadito, por favor, a poner de nuestra parte y a no hacer el gilipollas.
–Su último disco, 'CanEpé', se abre con 'Guapos y guapas'. ¿Está sobrevalorado eso de la guapura física? Mire que una de las mayores causas de depresión fue el cierre de los gimnasios...
–Yo creo que está sobrevalorado. No digo que no sea importante el atractivo y estar en forma, pero me da la sensación de que de aquello de los griegos del 'mens sana in corpore sano' nos hemos decantado mucho más hacia el 'corpore' y hemos olvidado la 'mens'. Y eso sí me preocupa, no tanto el culto al cuerpo sino la descompensación con el culto a la mente, no solo en cuanto a que seamos personas instruidas sino también a que seamos sanos emocionalmente. Eso como sociedad tendemos a desdeñarlo y me parece un gran error.
El valor de la sanidad pública
–Dicen que este confinamiento nos ha servido para parar –esto seguro– y para pensar. ¿Cree que sacaremos algo positivo?
–Yo soy optimista, creo que sí. Tampoco soy un ingenuo, el que era un hijo de puta lo va a seguir siendo, eso no va a cambiar, pero yo personalmente sí que he aprendido, a mí me ha dado otra perspectiva, he aprendido a valorar ciertas cosas y no te voy a decir que soy una persona distinta, pero sí que puedo decir que he sacado algo positivo. Espero que este sea el caso de mucha gente. Tenemos una memoria muy inestable pero espero que no se nos olviden ciertos valores.
–Por ejemplo...
–Pues por ejemplo la importancia que ha cobrado la sanidad pública, me parece algo primordial. Siempre he creído que es muy necesaria, pero la prueba ha sido concluyente. Quizás a alguien que nunca hubiera pensado en ello le habrá servido para darse cuenta. Me gustaría que no se olvidara, que no se quedara todo en los aplausos del confinamiento.
–Con alguna excepción más introspectiva, sus canciones trazan una actitud positiva. ¿Es vital mantener alta la esperanza?
–Es fundamental. Mira, mi madre falleció cuando yo tenía 19 años de un cáncer fulminante. Estaba bastante claro que no iba a sobrevivir al proceso y el otro día recordaba con mi hermana que mi prima hablaba como si se fuera a recuperar. Yo le preguntaba: ¿pero tú crees que se va a salvar? Y ella me respondía: si no tenemos nosotros esperanza, quién la va a tener.
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