Rosario Guarino: «Ya he reunido 600 versiones del poema de los besos de Catulo»
La edición impresa de 'Besos para Catulo', que se presenta hoy en el Teatro Romano de Cartagena, recoge 171 interpretaciones del célebre 'Carmen V'
Rosario Guarino (Barcelona, 1968), doctora en Filología Clásica, profesora titular en la Universidad de Murcia y presidenta de la Sociedad Española de Estudios Clásicos en ... la Región de Murcia, coordinó el número 2 de la colección 'Diálogos del Mundo Antiguo', dedicado a Ovidio, en el bimilenario de su muerte, y también el número 3, que se presenta esta tarde en el Museo del Teatro Romano de Cartagena, dedicado al poema del beso de Catulo (Verona, actual Italia, h. 87 a. C.-Roma, h. 54 a. C.), el 'Carmen V'. Es aquel que dice, en la traducción de Agustín García Calvo: «Lesbia mía, vivamos, nos amemos, / y el gruñir de los serios personajes / en total nos importe dos ochavos. / Soles pueden ponerse, y vuelven soles: / al ponérsenos esta lucecita, / una noche a dormir nos queda eterna. / Dame besos, y mil, y luego ciento, / luego mil otra vez, de nuevo ciento, / luego mil sin parar, y luego ciento; luego, ya que sumemos muchos miles, / confundamos la cuenta, no sepamos / ni un malvado nos pueda echar mal ojo / cuando sepa que había tantos besos». Del poema mítico, 171 poetas de hoy han hecho versiones libres para el libro, pero el objetivo de Guarino es llegar al millar en una edición digital aún en cocina.
Este proyecto se ha demorado por varias razones. Cuenta Guarino a LA VERDAD que hace mucho tiempo quedó maravillada por un libro que recogía cien versiones de 'Me parece igual a los dioses', coordinado por el helenista Philippe Brunet, con traducciones y versiones libres del poema de Safo en el que habla de los síntomas del amor. «Esa idea de hacer algo parecido con un poema carismático de la literatura latina me volvió en la pandemia, y el 'Carmen V' es una poema emblemático», justifica Guarino, «porque es una formulación del 'carpe diem' [locución latina que significa 'vive el momento'] y como la relación con Lesbia tiene tantos altibajos, pasa de una fase de enamoramiento total a otra de desdén y vituperación, me pareció que recogía muy bien esa doble vertiente del amor y del desamor». Durante la pandemia, confinados sin poder abrazarnos ni besarnos, la profesora se ilusionó con aquella vieja idea y fue formando un grupo de poetas, cada vez más numeroso, de aquí y de allá, a los que invitó a participar.
El propósito es hacer una edición digital, puesto que en el libro impreso hay 171 versiones, «y ya tenemos más de 600 para el proyecto digital, no solo en español sino en distintos idiomas (esperanto, turco, hebreo, árabe, griego...)».
Luis Antonio de Villena. Carmen V de Valerio Catulo (traducción, glosa y homenaje)
«Vivamos y amemos, Lesbia mía. Mucho amemos. / Y los chismes de los adustos viejos criticones, / pensemos que ni un céntimo valen. Son vulgares. / Puede morir el sol: va a renacer de nuevo. / Apagada la breve luz de nuestra vida, / tendremos que dormir una gran noche perpetua. / Dame mil besos y después otros cien dame; / después otros mil y aún después otros ciento. / Y tras haber sumado muchos, muchos miles, / enredemos la cuenta hasta perder el hilo, / para que nadie nos eche mal de ojo al saber / que fueron tantos y tantos y tantos los besos».
Entre los participantes destacan Soren Peñalver, Antonio Praena, José Luis Martínez Valero, Luis Alberto de Cuenca, Aurora Luque, Juan de Dios García, José Daniel Espejo, José Alcaraz, Alberto Caride, Antonio Gómez Ribelles, Antonio Aguilar, Katy Parra, Luis Sánchez Martín, Teresa Vicente Vera, Noelia Illán, Santiago Delgado, Pascual García... «Me ha sorprendido muchísimo el resultado, la originalidad de los distintos enfoques. Hay una poeta, María Ángeles Pérez López, por ejemplo, que ha realizado un poema en una hoja de cálculo, y José Luis Montero, que ha diseñado el volumen, plasma su versión en un poema visual».
No solo hay poetas de la Región de Murcia, sino de toda la península. Hay de otro tiempo también, como Quevedo, también fascinados por Catulo. Como curiosidad, Guarino extravío la versión original que le entregó Soren Peñalver en un papelito, y éste accedió a aportar una segunda, «y encima mejorada». Idéntica anécdota sucedió cuando se hizo el de Ovidio.
¿Qué diría Catulo de esta ambiciosa iniciativa ejecutada por esta legión de imitadores? Dice Guarino que en cualquier caso sería ella la damnificada, «y puede que no todos fueran de su agrado, pero este juego literario de alguna manera le gustaría y el homenaje a fin de cuentas es algo que hacían mucho los latinos con sus referentes». Una de las versiones del poema de Safo es de Catulo, como curiosidad, pues Catulo imita a varios poetas griegos, entre ellos Safo, y da una versión particular. Eso le llamó la atención a Guarino, que entiende que esto es un juego similar.
El 'poema del beso' impactó mucho en Rosario Guarino desde siempre. Cree que Catulo es «un poeta duro» que práctica la sátira contra Lesbia y contra otros personajes, «pero aquí en cambio se deja guiar por la dulzura y la ternura». «Es un poema que recoge todos los tópicos del amor incondicional y algo tan propio de los romanos como la superstición. Cuando le insta a darse besos hasta que hayamos dado tantos que no podamos dar cuenta... Las circunstancias de la pandemia, quizás, despertaron esa idea que estaba ahí latente».
Lesbia existió, cuenta la profesora de Filología Latina, y el nombre es ficticio «porque es un procedimiento de la elegía latina, daban un nombre ficticio a sus amadas todos los elegíacos, Ovidio, Propercio, Tibulo... bajo esa Lesbia se escondía una Clodia que era un personaje público con un hermano político, y era una mujer por lo visto muy liberal, de familia acomodada. Se casó muy joven y al año se divorció y se casó en segundas nupcias con un primo suyo que falleció al tiempo. Tuvo distintas relaciones, de infidelidad y adulterio, entre ellas con Catulo. Cuando se quedó viuda, Catulo pensó que iba a quedarse con él, pero no lo hizo, haciendo lo contrario de lo que esperaba y dando pie a la difamación. Otros personajes como Cicerón la difaman, hablan mal de Lesbia, y parece ser que fue un personaje real. Hay dos novelas contemporáneas que quieren sacar a Lesbia de esa imagen de mujer fatal y del malditismo», señala Guarino, también poeta, que acaba de publicar 'A hombros de gigantes' con La Fea Burguesía.
30 años en la docencia
Guarino lleva como profesora ayudante desde el año 1994, y titular desde el año 2000. De modo que ya ha superado los 30 años como docente, algo que dice tiene que celebrar en cualquier momento. Quizás lo haga este jueves 9 de enero, a las 19 horas, en la primera presentación de este volumen [con palabras preliminares de Elena Ruiz Valderas y un texto de Juan Luis Arcaz Pozo, de la Universidad Complutense] en el salón de actos del Teatro Romano de Cartagena, a la que están invitados los autores y todos los devotos lectores de Catulo. Durante el proceso de recopilación de poemas falleció su madre, y sacó fuerzas y tiempo después para completar la edición de este hermoso volumen, que reúne a nombres de la poesía contemporánea del panorama nacional como Javier Velaza (premio Loewe 2024) y Nuria Barrios, y regional como Aurora Saura, Carmen Martínez Marín, Ángeles Carnacea, Marisa López Soria, Purificación Gil, Carmen Gallego, Aurora Gil Bohórquez, Álvaro Bellido, Ramón Bascuñana o la propia Guarino, junto a ejemplos de poetas de otras centurias. Próximamente, el jueves 16 de enero, se presentará en el salón de actos del Museo de la Universidad de Murcia, con Iryna Zhebrun, profesora del Conservatorio y pianista, y también en Los Lunes Literarios que coordina Alberto Caride en El Sur.
Los visitantes del Teatro Romano podrán adquirirlo en la tienda del museo y también estará disponible en la Casa del Libro. Con Mª Luisa Aguilar, profesora asociada en la Universidad de Valencia, Guarino publicó otro libro coral, 'Palabra de mujer', «textos de mujeres para mujeres, y contra mujeres», de la antigua Roma como Lesbia y Lucrecia, ejemplos de personajes contrapuestos del siglo I, como relacionó el historiador Tito Livio.
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