«Si tú no crees en ti mismo, no vas a conseguir que lo haga nadie»
El rapero madrileño repasará su carrera, tanto en solitario como al frente de La Excepción, en la final de una nueva edición del CreaMurcia Otras Tendencias
ALBERTO FRUTOS
Viernes, 29 de junio 2018, 04:07
Juan Manuel Montilla, alias El Langui, anda rozando con la punta de los dedos la bienvenida a los cuarenta, cumplirá treinta y nueve el próximo mes de noviembre, pero sigue manteniendo esa mirada de adolescente travieso y alocado que aprendió a vivir rimando lo cotidiano con lo extraordinario. Es decir, ejercitando el equilibrismo y practicando el desafío aéreo entre los espacios más invisibles y complejos. Pero encontró en el rap la llave que abría cada puerta cerrada a cal y canto, la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo y la motivación extraordinaria para convertir cada detalle que le rodeaba en un estribillo tan vecinal, personal e intransferible como perfectamente coreable a dos y mil voces. Poco importaba que el éxito masivo acudiera raudo a la llamada más inesperada de La Excepción, banda con la que publicó discos tan notables como 'Cata cheli', o se apareciera en forma de premio Goya gracias a su interpretación en 'El truco del manco' (2008), El Langui seguía manteniendo la lengua callejera, el alma de Pan Bendito, su barrio de Carabanchel, y el corazón en tinta de portales. Y hasta ahora. Ilustre invitado de la final del CreaMurcia Otra Tendencias, el rapero madrileño continúa jugando a cuatro bandas con la música, la interpretación, los medios de comunicación y la literatura, demostrando que la ambición no está reñida con la humildad, ni la versatilidad con lo genuino. Un tipo tan especial como, y aquí está lo realmente importante, absolutamente normal. Charlamos con él.
EL LANGUI MURCIA
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Cuándo Viernes 29, a las 21.00 horas Dónde: Sala REM Cuánto: 10€/12€ Completa: Komorebi, Hike, Quía y Alberto García
-¿Cómo recuerda aquellas primeras rimas que escribió cuando tenía trece años?
-Tenían muy poca calidad (risa). De contenido, de métrica y con rimas paupérrimas, pero con un entusiasmo que me hacía sentirme muy útil y que consiguió hacerme recuperar una ilusión que había perdido. Me hacían sentir vital.
-Si al Langui que publicaba 'En tu carrino paio' (2002), primer disco de La Excepción, le hubieran hablado de la situación profesional que estaría viviendo dieciséis años después, ¿qué cree que hubiera dicho?
-Que estaba en el camino, que estaba en ello. Con trece y catorce años no, pero con quince o dieciséis, sí me lo creía. Y de verdad. Creía que iba a cumplir mi sueño, que iba a dar giras y que la peña lo fliparía. Lo que no sabía es que haría películas o que estaría veinte años trabajando de lo que me gusta, pero estaba muy convencido de que conseguiría cumplir mis metas. Y fue una de las armas para conseguirlo. Si no crees en ti mismo, no vas a conseguir que crea nadie.
-¿Cuál es la clave para mantener esa conciencia de clase que usted atesora desde el principio de su carrera en medio de un universo tan alejado, a priori, de esas características como es el musical?
-La verdad es que no es algo que busque; al revés, tratar temas sociales o especialmente reivindicativos te cierra más puertas, te lo aseguro. Pero es algo que llevo de serie. Sí, tengo mi adosado, mi patio, un estudio de grabación en casa y mi autocaravana aparcada en la puerta, pero luego estoy pisando constantemente el barrio, en contacto con la gente, la juventud, los niños, las nuevas generaciones, hablando con las personas que están tiradas en la calle... Es algo que me sale natural cuando cojo el boli y me pongo a escribir o cuando decido montar una asociación sociocultural y pongo de mi bolsillo y rasco de donde sea para pagar la formación futbolística de ochenta niños que, de otro modo, no tendrían opción alguna de hacerlo y seguirían en la calle.
-A nivel musical, ¿qué opina de las propuestas que ocupan actualmente las primeras posiciones en las listas de ventas de nuestro país?
-Hay que escucharlas y respetarlas. Si están ahí es por algo, porque hay demanda y porque, seamos realistas, se trata de una generación de artistas que están contando cosas nuevas, nos gusten más o nos gusten menos. Han sabido volver loco al público y, amigo mío, estés más o menos de acuerdo, son el reflejo de una generación.
-Hablando de manera más específica del rap, ¿cómo definiría la situación actual del género en términos tanto comerciales como estrictamente artísticos?
-Siempre ha ido por etapas a nivel comercial. Por ejemplo, entre el 2000 y el 2005, el rap acaparaba muchísima atención, de repente aparecían raperos en programas de 'prime time'; te encontrabas tanto con un carpintero de cincuenta años como un joven trajeado que iban al curro escuchando La Excepción en su coche; había padres y madres que se sabían las canciones de La Mala Rodríguez...Es lo que te comentaba, va por rachas, aunque, claro, todo evoluciona. Ahora le das una patada a un bote y te salen muchísimos grupos urbanos o artistas que le dan a la rima. Además, tiene ese punto que gusta al 'mainstream', sobre todo a las grandes multinacionales. Aunque también es cierto que salga un pavo que haga pensar un poco a la gente o que reivindique temas importantes no gusta, y eso es algo que favorece a otro tipo de artistas urbanos que hablan de menear el culo, estar en la esquina y tener muchísimos billetes.
-¿Qué consejos les daría a todos los jóvenes que se han presentado este año al Certamen Municipal de Creación Artística CreaMurcia buscando ese importantísimo primer paso en su carrera profesional?
-Me parece genial que haya iniciativas así. La cultura nos engrandece y nos hace mejores personas. Creo que son propuestas importantísimas y que generan muchísima ilusión. Los concursos están bien, no solamente los de la televisión, a los que no siempre es fácil llegar. Al final, se trata de que los grupos y artistas tengan la oportunidad de enseñar sus creaciones y soltarlas frente al público como si fueran un torrente.