La caída del trabajo agrícola empuja cada día a 35 familias a pedir comida a Cáritas
Las existencias de leche, legumbres y galletas están agotadas, por lo que la ONG hace un llamamiento para recibir nuevas donaciones
P. W. R.
Lunes, 15 de julio 2013, 12:10
En Cáritas vuelven a estar desesperados. Decenas de familias acuden cada semana a pedir lo básico para alimentarse, pero el banco de alimentos de la ONG está casi vacío. La caída del trabajo en los almacenes y las explotaciones agrícolas empuja cada día a unas 35 familias a pedir comida. La situación, lejos de mejorar, según el presidente de Cáritas Interparroquial, Lázaro Caballero, se prevé que empeore en las próximas semanas y que las cifras aumenten hasta superar las 42 familias que diariamente solicitarán ayuda para poder alimentarse.
Los productos más necesarios en estos momentos son leche, legumbres, azúcar, arroz, galletas, atún y tomate frito. «Necesitamos lo más básico para que una familia pueda desayunar y hacer una comida. Con un paquete de pasta, una lata de atún y un bote de tomate frito se pueden alimentar al mediodía», cuenta Lázaro Caballero, quien se muestra preocupado porque los almacenes de la ONG están prácticamente vacíos. «No tenemos reservas. Si llega un paquete de arroz se da de inmediato. Hay gente esperando las donaciones».
En lo que va de año las estadísticas no han bajado. «Aquí lo único que baja es nuestro almacén, que cada vez tiene menos comida», explica el presidente de Cáritas. Este mes el número de familias a las que atienden ha crecido considerablemente. «Se ha disparado hasta las 35 cada día». En agosto volverá a producirse un aumento. «El descenso de trabajo en los almacenes y el campo nos lleva a prever que la cifra subirá hasta las 42». El verano, según Caballero, es la peor época del año. «Hay menos trabajo, pero también hay menos donaciones, ya que mucha gente se marcha de vacaciones y estamos en otros quehaceres». Pero no solo falta comida. También ropa. «De hombre y de niño. Necesitamos sobre todo vestimentas para pequeños en edad escolar, ya que muy pronto habrá que regresar a las aulas y los niños precisan estar equipados», detalla.
En el barrio de La Viña
En otras ocasiones, las mayores necesidades se producían en comida para lactantes. «Afortunadamente hemos tenido varias donaciones importantes que nos permiten ir tirando, pero siempre hace falta leche, papillas, potitos... y ropa para bebés». Y recuerda que Cáritas está en la calle Chapistería en el barrio de La Viña para cualquier donación, tanto de comida como de ropa. «Allí pueden dejar las donaciones tanto de ropa como de comida». También en las iglesias se recogen alimentos que luego son enviados a la ONG. «Hay mucha gente mayor que no puede ir hasta La Viña y nos la deja en las iglesias. Nosotros nos encargamos de recogerla y llevarla».
El cierre de los colegios y centros infantiles lleva a que durante el periodo de vacaciones las campañas entre escolares para ayudar a Cáritas sean inexistentes. «En invierno se celebran muchas actividades extraordinarias para solicitar comida y ropa, pero es cierto que en verano todo está un poco más parado», reconoce Lázaro Caballero.