El riesgo mortal de saltarse el desayuno y cenar tarde

Las personas con antecedentes de enfermedades cardíacas constituyen el segmento de población más vulnerable. Por esta razón, el estudio contó con la participación de pacientes dados de alta tras sufrir un ataque al corazón en Brasil entre agosto de 2017 y agosto de 2018. Todos ellos rondaban los 60 años de edad. La mayoría de ellos padecía STEMI ('Infarto agudo del miocardio con elevación del segmento ST').

Los resultados fueron estremecedores: quienes acostumbraban a cenar tarde y saltarse el desayuno tenían una posibilidad entre cuatro y cinco veces mayor de morir en el próximo mes, de sufrir otro ataque o de padecer angina de pecho. Estas dolencias son consecuencia del síndrome coronario agudo, cuyo denominador común es el corte del flujo de sangre al corazón. Además, «una de cada diez personas que ha sufrido STEMI muere durante el año siguiente, y la alimentación es una manera relativamente sencilla y barata de mejorar la prognosis», señala uno de los autores de la investigación, el doctor Marcos Minicucci y añade que «nuestra investigación demuestra que ambos hábitos alimenticios están vinculados a una peor recuperación tras un ataque al corazón, pero tener una suma de malas costumbres solo sirve para empeorar las cosas».