Arde Bogotá se cita con la historia en Cartagena Suena
La exitosa banda lidera dos noches compartidas hoy con Hoonine, Julia Cry y Luvre y mañana con Las Dianas, Adiós Noviembre y Los Recortables
¿Con qué sensación les gustaría que abandonase el público la Cuesta del Batel tras los conciertos que ofrecerán este fin de semana dentro del ... evento Cartagena Suena? Antonio García, vocalista de Arde Bogotá, mira al techo, sujeta su larga melena con las manos, se acomoda en la silla ubicada en uno de los despachos de Raw Cartagena, instalaciones en las que lleva trabajando junto a José Ángel Mercader (batería), Pepe Esteban (bajo) y Dani Sánchez (guitarra) a destajo desde hace meses, y reflexiona en silencio, con pausa, como si empezara a visualizar un domingo en calma. Y contesta. «Con orgullo. Mi respuesta sería distinta si hablásemos de Sevilla o Mallorca, pero los conciertos son los que son y en el lugar en el que son. Tengo la impresión, por lo que me han dicho cada vez que me han parado estos últimos meses en el supermercado, de que mucha gente viene no solamente por la experiencia de vivir una actuación de la banda en directo, sino a formar parte de una suerte de celebración y consagración de un fenómeno que ha ocurrido en su ciudad. Por otro lado, el público que llega de fuera viene a ver ese fenómeno al lugar en el que nació. Me gustaría que las personas saliesen de la Cuesta del Batel sin voz y emocionadas, pero también orgullosas al ver que unos chavales de Cartagena, normales y corrientes, son capaces de hacer algo así. Y aquí».
Arde Bogotá
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Cuándo Viernes y sábado, a partir de las 18.30 horas.
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Dónde Cuesta del Batel. Cartagena
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Cuánto Entradas agotadas.
Para lograr este admirable objetivo, el grupo ha preparado un espectáculo que, en palabras de García, «es una actualización de lo que hicimos a finales del pasado año. Es algo que está vivo. Hay mucho de teatro y cine, así que se trata de ir afinando para contar mejor la historia que queremos contar y añadir cosas que perfeccionen el repertorio». Todo ello sin olvidar, por supuesto, que lo importante siguen siendo tanto las canciones de sus tres sensacionales trabajos publicados hasta la fecha ('El tiempo y la actitud', 'La noche' y 'Cowboys de la A3') como la sensación de estar viendo a una banda de rock haciendo lo que mejor sabe. Y es que, puede que alrededor cada pieza tenga una escala gigantesca, pero aquí hemos venido a bailar. «Entendemos que, cuando vas a aforos muy grandes, tienes que crear algo que llegue hasta las últimas filas para que la persona que está al fondo del todo pueda disfrutar, pero nuestra premisa principal cuando empezamos a plantear el montaje de estos conciertos era que el público sintiese que estaba viendo a cuatro músicos interpretando unas canciones. Eso era fundamental», apunta García, quien confirma que no habrá sorpresas en lo que a estrenos de tema inéditos se refiere. «No tendría sentido», apunta Jota al respecto, «porque esto consiste en cerrar 'Cowboys de la A3', una etapa que hemos querido que llegase a todo el mundo que no pudo vivirla en su momento. Todo lo nuevo pertenece exclusivamente a una fase distinta».
Unos próximos pasos artísticos que generan una ilusión genuina en sus responsables. «Es muy emocionante darles a estas canciones la despedida que se merecen sabiendo que estás creando vida nueva a nivel musical», afirma Mercader. Sánchez, a continuación, sigue la línea de puntos trazada por su compañero: «Hay algo que nadie te enseña en la música, pero que empezamos a entender, y es que se mezcla mucho el final de una etapa y el inicio de otra. Para el público somos los 'Cowboys de la A3', pero para Arde Bogotá algo ya ha cambiado».
Una evolución que se produce en mitad de una espiral atronadora e infatigable de giras, actos promocionales, reconocimientos, trenes, furgonetas, aviones, escenarios, hoteles y maquetas. Uno, desde fuera, solamente puede entonces cuestionarse cómo demonios se vive sin morir en el intento en un entorno donde lo excepcional alcanza casi la omnipresencia. Antonio, Jota y Dani, pues Pepe, durante la realización de esta entrevista con LA VERDAD, seguía recuperándose de la operación de apendicitis a la que se sometió la semana pasada, comparten una estrategia de supervivencia que confiesa el primero de ellos: «Lo que permea en la banda es la sensación de responsabilidad. No es tanto el peso de lo excepcional, sino de tratar de estar a la altura de lo que la gente espera».
Relativizar
Mayor desafío supone controlar la tensión previa a las próximas dos noches, huracán del que cada uno de ellos se resguarda a su manera. Sánchez al habla: «Trato de relativizarlo porque siento que los conciertos donde más presión hay son en los que menos disfruto. Me importan tanto que cualquier mínimo error puede anularme la experiencia». Por su parte, Jota busca el oxígeno en el después: «Me refugio en la idea de que todo esto, en algún punto del futuro cercano, habrá pasado. Eso me provoca bastante paz. Pienso en las veces que lo he pasado mal en algún concierto que era importante y como, una semana después, esa sensación era un recuerdo feliz». Es entonces cuando su memoria, y la nuestra, empieza a abrir sus puertas con furia y belleza.
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