¡Ó meu rio Douro!
LA ZARABANDA ·
'Deixa-me i viver contigo', dice la canción que cantan los regantes de las tierras secas, pero tan productivasAl río Duero le sucede lo mismo que al Guadiana. Que lo mismo aparece que desaparece. Solo que, en el caso de la gente de ... Murcia, este asomarse para luego esconderse tiene lugar en el pensamiento de los agricultores. Cuando el señor García-Page de Castilla-La Mancha necesita discurso para rellenar sus huecos políticos (y se pone tan pesado que aburre a las cabras), los de por aquí nos gozamos en el Duero. Algunos, más lanzados, se atreven incluso a cantar aquella dulce canción tan gallega que reza: «¡Ó meu rio Douro, deixa-me ir viver contigo!».
Es lo que se nos viene a la cabeza a los de esta tierra, cuando la Moncloa de turno nos marea encomiando las virtudes de la desalación. Como si este rincón nuestro fuera una isla donde, por carecer de ríos, lo conveniente es quitarle la sal al agua que lame las orillas. Desalar ya lo hicimos a tope (pues era costumbre de todos los días durante la difícil postguerra) manejando las tiesas y planas balacás, que ayudaban a poner plato en la mesa. Esta mercancía resolvió entonces muchas carencias, pero lo que es desalar el mar sale demasiado oneroso. Es lo que el Gobierno propone. Y para que sea viable, alude a la subvención.
–La subvención, amigo mío, es un pájaro volando.
Qué triste verdad. Hay personas que se han pasado la vida desesperando la limosna. Les sucedió lo mismo que a la pareja de la pieza de Becket, esperando en vano a un Godot recalcitrante. No es una fórmula segura la que se basa en las subvenciones. El tomate en su tomatera se seca y fallece, si el agua vivificante no le llega en tiempo y medida. El presidente de los regantes del Trasvase lo acaba de sacar a colación una vez más. «Hay fórmulas legales y opciones más baratas a la desalación, que podríamos pagar nosotros sin subvenciones», explica Lucas Jiménez.
Y se recrea en el Duero como posible complemento de lo que llega (cada vez menos) del Tajo. No es una ocurrencia de ahora. Tiene que ver con el proyecto hidráulico, de inspiración socialista, que nació durante la II República.
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